Yunho era torpe, despistado y hasta él mismo se consideraba un tonto, más sin embargo, lo que nadie consideraba era que a él le gustaba observar y analizar su alrededor.
Sabía que algo andaba mal con Yeosang desde el día de aquel "accidente" con Seonghwa, así que no dudó en hacer algo para arreglar aquella situación.
Porque Yunho podía ser torpe, pero si era por sus amigos, haría lo que fuera para convertirse en un ser más inteligente que Einstein. De seguro con semejante plan, Kang estaría agradecido con él de por vida.
Así que ahí estaba aquel alto junto a un decaído castaño en el parque de diversiones de la ciudad, habían ido con el pretexto de que Jeong quería subirse a la montaña rusa, aunque estuviese claramente mintiendo, ya que él le tenía miedo a las alturas, pero el menor estaba lo suficientemente metido en su propio mundo que no recordó ese simple detalle y aceptó a acompañar a su amigo.
—Será el mejor día de tu vida, Yeo, te lo aseguro —le dijo extremadamente emocionado, lo que le pareció un poco sospechoso, ya que Yunho solo se le veía más imperativo de lo normal cuando tenía un plan en mente, y eso era lo que estaba pasando en ese momento.
Kang quiso negarse en ese momento de haber aceptado aquella salida, así que con pasos sigilosos decidió alejarse lentamente del otro castaño, pero de lo que no contaba es que alguien estaba detrás de él y justo chocó al darse la vuelta.
Y era nada más y nada menos que la razón de sus recientes problemas existenciales: Park Seonghwa.
Quiso echarse a llorar en ese mismísimo momento, pero Yeosang se decía así mismo que era lo suficientemente maduro para aguantar aquella pequeñez, o al menos hasta que a Yunho se le ocurrió abrir la boca.
—¡Al fin llegas, Hwa! Olvidé contarte ese pequeño detalle, Yeosang, pero Seongwha pasará el día con nosotros —pronunció con una inocente sonrisa que Kang quiso golpear en ese instante.
Tal vez, solo tal vez, Yunho había comenzado a hablarle a Park un día después de aquella escena solo con la finalidad de saber las posibilidades de emparejar a su amigo con aquel amor imposible que había tenido desde sus años en la universidad. Y la información que había obtenido era increíble.
[...]
—¿Por qué el día en el que escuchaste a Yeosang decir que le gustabas no dijiste nada? —le preguntó el alto a Seonghwa inocentemente, realmente le agradecía a su mamá por haberlo llevado a aquel curso de teatro de verano cuando apenas era un niño, había aprendido bastante.
Park comenzó a jugar con las mangas de su suéter, lo cual le pareció sospechoso al castaño y reprimió una sonrisa triunfante —Puedes confiar en mí, tranquilo —lo animó.
—Ese día me quedé callado porque no sabía que decir realmente. Yo... — literalmente, Jeong ya estaba armando su plan para ayudar a esos dos tórtolos en ese momento —También m-me gusta Y-Yeosang.
Bingo.
[...]
Y desde aquel día, Yunho había decidido ser el cupido de sus dos amigos, y si que era experto en eso.
En cuanto había obtenido la positiva de Yeosang para acompañarlo a aquel parque, le contó todo a Hwa, y aunque al principio se negó a la idea, terminó cediendo al plan de su nuevo amigo y ayudante, era bastante terco y sabía que no descansaría hasta que él aceptara.
Así que ahora ahí estaban los tres, en un silencio algo incómodo, formados en la fila de la montaña rusa. Cuando estaban casi a punto de subirse al juego, Yunho le guiñó el ojo al pelinegro, lo cual daba a conocer que el plan comenzaba, entonces Seonghwa soltó un suspiro cansino para tratar de relajarse, ya veía lo que se venía.
—¡Demonios! Sabía que tomar la malteada de fresa que me hizo mi tía antes de venir no era buena idea. Lo siento chicos, ustedes súbanse, tengo que ir a... a ya saben donde, ¡nos vemos en un rato!
—¡Pero... —Yeosang no pudo terminar la frase porque el chico ya estaba corriendo fuera de la fila para "dirigirse al baño" —pero si Yunho es alérgico a las fresas...
—Siguientes de la fila —dijo el encargado de aquel juego mecánico.
—Vamos nosotros, Kang —le dijo Park mientras le tomaba su mano, aunque la suya estaba temblando.
Ambos estaban nerviosos, y no sabían si era porque se encontraban solos o por el juego que en cualquier segundo comenzaría.
—¿Sabes? Tal vez no hemos conversado mucho, pero el tiempo que pasamos juntos en la universidad lo disfruté demasiado, y siempre quise contarte algo, pero no lo hice —dijo el pelinegro y el vagón comenzó a andar.
Yeosang se mantuvo en silencio, no era que no quisiera responder, pero sabía que el otro chico no había terminado de hablar y quería escucharlo todo, lo cual pensaba que solo sería un típico rechazo. Porque él era Kang Yeosang, un ser inferior a Park Seonghwa, el cual era un chico básicamente perfecto, y por consecuente, inalcanzable.
—Yo realmente me arrepiento de no haberte respondido aquel día que te escuché, así que lo siento por eso —aquí vamos, hola depresión, pensó el castaño.
El carrito comenzó a subir en la típica colina que tenían todas las montañas rusas, así que agradecía estar contra la gravedad porque así sus lágrimas se le dificultaban salir.
Cuando estaban a punto de bajar a una velocidad que a Kang le aterraba imaginarse, sintió como la mano del pelinegro se aferraba con fuerza a la suya, así que inmediatamente lo miró con la boca entreabierta, y antes de poder decir algo, Seonghwa lo hizo primero.
—Me gustas, y hasta puedo asegurar que estoy enamorado de ti, Yeosang.
Y entonces aquel juego avanzó aquella bajada, solo teniendo presente los aterrados gritos de los pasajeros y un fuerte rubor en el rostro de aquellos dos.
Mientras tanto, Yunho se encontraba sentado en una de las bancas cercanas comiéndose un algodón de azúcar, mirando entretenido aquel juego tratando de divisar a sus dos amigos.
Si San Valentín estuviese vivo en aquel momento, de seguro sería su ayudante, porque Jeong se decía que era el mejor en esos temas, y en parte no se equivocaba.
Dispuesto a alcanzar a los chicos cuando el juego terminó, se levantó de su lugar, tirando el palo de aquel dulce que ya se había terminado, y cuando ya estaba por llegar a la casilla, chocó con un chico más bajito que él, el cual tenía una gorra y una chaqueta de cuero negro, parecía aterrador.
—Lo siento, no me fijé, ¿estás bien? —preguntó un poco asustado el castaño.
El otro chico le mostró una pequeña sonrisa mientras asentía, la cual inesperadamente hizo que el corazón de Yunho diera un brincó y no entendía el por qué.
El misterioso chico se alejó del alto, mientras este miraba como se alejaba, sin darse cuenta que sus acompañantes ya habían llegado a su lado.
—¿A quién miras? —preguntó un sonriente Park, ganándose la atención de su amigo jirafa.
Un poco sonrojado, iba a responder el típico "a nadie" hasta que se fijó en las manos entrelazadas de sus amigos, así que con una felicidad indescriptible abrazó a ambos por los hombros, olvidándose de aquel chico que le había provocado algo extraño.
—¿A qué soy el mejor? Vamos, es hora de que me den las gracias.
—C-Cállate, idiota —contestó un avergonzado Yeosang.
Entre risas, miradas cómplices y abrazos, aquel trío pasó el resto de la tarde comprando comida y lindos gorritos, y claro, tomándose fotos.
Y el plan de Yunho: Totalmente un éxito.
͙⁺˚*・༓☾ 💛 ☽༓・*˚⁺‧͙
¿Quién será el chico de la gorra y la chaqueta de cuero? 👀
Hoy hay doble actualización porque sino Gera2121 me va a pegar. Please, ya no te enojes conmigo asshdksjah
- Ren 💛
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Musubi | woosan
Fanfiction❝ El hilo del destino, aquel que puede estirarse y enredarse, pero jamás romperse. Choi San logra ver estos hilos carmesí en los meñiques de los demás, menos el suyo. Pero Jung Wooyoung era un caso especial: su hilo estaba difuminado, sin mostrar un...