Capítulo 10

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Ambos chicos ya se encontraban en el departamento del menor, Wooyoung se encontraba dándose una ducha por lo que San se había quedado solo en la sala.

Seguía pensando en por qué su madre había decidido volver a buscarlo después de tanto tiempo, pero bueno, no se sorprendía por el exagerado interés de la mujer en su persona después de contarle la razón de su regreso.

Cuando por fin se encontraba feliz y tranquilo, aquella mujer que tanto dolor le había causado volvió para seguir atormentándolo. Sentía como sus ojos volvían a nublarse, no le gustaba sentirse presionado por algo que no quería, pero él mejor que nadie sabía que era débil, y que tarde o temprano terminaría haciendo lo que su mamá quería, porque no le gustaba estar solo, más sin embargo siempre lo había estado. Además, aquella amenaza sabía que no era una simple broma, por lo que no podía simplemente ignorarla, tenía que proteger a la persona que más amaba, costara lo que costara.

Se acostó con pesadez en aquel sillón, cerrando los ojos para tratar de olvidar todo por un momento, que incluso no se dió cuenta de que el dueño de aquel lugar ya había salido de la ducha y se encontraba recargado sobre el marco de la puerta, observándolo como si fuese una pieza de arte.

Sintió como el otro extremo de la silla se hundía, y fue ahí donde recordó en donde estaba y se sentó para quedar frente a frente con el otro chico. El ambiente era silencioso, y sabía que Jung quería saber lo que había pasado pero para no presionarlo no decía nada. Para él, Wooyoung era como un ángel, siempre estaba para él y nunca lo había dejado solo, y de solo pensar qué tal vez debía dejar todo, incluso a aquel chico, hacía que su corazón doliera de nuevo.

—¿Por qué eres jodidamente amable conmigo? —preguntó un exasperado rubio, la situación lo estaba llevando al borde de su paciencia.

—Porque me importas, Choi San, porque eres importante para mi y porque te prometí que nunca te dejaría solo.

Y eso lo molestaba. Wooyoung era amable con él todo el tiempo, aunque él no valiese nada, aunque fuera una cáscara vacía la cual ocultaba demasiados secretos e inseguridades, aunque se odiaba a sí mismo, aquel chico se quedaba a su lado sin importar qué, y eso le molestaba, porque Jung le daba todo, pero él no le daba nada.

Fue entonces que San comenzó a llorar de nuevo, pero rápidamente sintió como unos fuertes brazos rodeaban su cuerpo, y no tardó ni un segundo en aferrarse en aquel chico para ya no sentirse solo de nuevo.

—Pase lo que pase, no te dejaré solo jamás, te lo vuelvo a prometer.

Estuvieron abrazados durante un largo rato, hasta que el pelinegro se separó para limpiar las lágrimas de Choi, regalándole una sonrisa. Se miraron fijamente sin decir una palabra, hasta que Woo decidió romper aquel silencio.

—¿Quieres ver algo increíble?

San asintió y Wooyoung tomó su mano, saliendo de aquel departamento dirigiéndose a las escaleras, las cuales comenzaron a subir.

—¿Sabes que es lo mejor de vivir en el último piso? —dijo el menor con su característica sonrisa, haciendo sonreír al otro —. Que todo esto es tuyo —pronunció abriendo la puerta que daba lugar a la azotea del edificio.

Si no fuese que el pelinegro estaba tomando su mano, San juraba que ya hubiese corrido de vuelta a aquel departamento. Le daban pavor las alturas, pero con aquel chico hasta se sentía cómodo, así que ahí confirmó absolutamente todo, definitivamente estaba perdido.

La azotea se encontraba bastante iluminada y muy poco se lograba distinguir en los alrededores, se encontraba parado en medio de esta hasta que unas manos en sus hombros ejercieron fuerza para que se sentara en el suelo.

—Ahora acuéstate y cierra los ojos.

—¿Qué vas a hacer? Esto da un poco de miedo.

—Tu confía y solo hazlo.

Choi con un gruñido cedió ante la orden del pelinegro, si las alturas le provocaban pánico, saber que se encontraba en el último piso de un alto edificio en el cual estaba acostado con los ojos cerrados no ayudaba en nada, pero después sintió como alguien se acostaba a su lado y lo abrazaba por los hombros, dándole una posición más cómoda y claramente relajándolo de su reciente miedo.

—Ya puedes abrir los ojos.

Y San pudo jurar que era una de las vistas más hermosas que había apreciado en toda su vida. El cielo nocturno se encontraba exageradamente repleto de brillantes estrellas, unas más grandes que otras, unas cambiaban de color mientras que otras relucían su luz. Adoraba los astros, y no pudo estar más agradecido con Wooyoung en ese momento.

Con una sonrisa en sus labios, giró su cabeza para encontrarse con el rostro de Jung, pero con lo que no contaba era que al hacerlo sus caras quedaron ridículamente cerca, pudiendo observar cada detalle de este. Ahora que lo miraba así de cerca, se dió cuenta que su menor tenía un pequeño lunar en su labio, y le pareció lo más lindo que había visto en toda su vida.

Si pudiese detener el tiempo, lo haría en ese mismo instante. Tener a Wooyoung acostado mientras lo abrazaba con un cielo estrellado bajo ellos era lo único que quería por el resto de su vida. Pero sabía que el destino era injusto, y que justamente se había olvidado de él.

—Woonnie, ¿crees en el destino?

—Sonará loco, pero si creo en el. Yo pienso que el destino puede enredarse, tensarse y cruzarse con el de los demás, pero siempre llega a donde debe de llegar.

Los ojos de San se abrieron abruptamente, esa frase era idéntica a la que le había dicho su abuela cuando se dirigió a ella llorando cuando su madre lo había ignorado cuando le contó sobre los hilos. No le había contado nada acerca de lo sucedido, pero extrañamente la mujer le había comentado algo parecido.

Esa noche se había decidido contarle absolutamente todo al pelinegro, pero después de eso decidió callarse. No encontró la manera de soltar todo, por lo que pensó que sería mejor si se lo contara otro día.

Así que por el momento, solo disfrutó de aquel sentimiento cálido que se encontraba en su pecho por tener a aquel chico a su lado y a su más deseada vista. Ya habría otro momento para contarse todo.

Pero lo que no pensó San era que el tiempo no espera a nadie, sin ninguna excepción.



͙⁺˚*・༓☾ 💛 ☽༓・*˚⁺‧͙

Esto no va a acabar bien...

A partir de aquí se viene el drama final, aún faltan bastantes cosas pero yo diría que estamos un poco cerca de terminar acá

Díganme, ¿esto les va gustando? 🥺

Nos leemos ~

- Ren 💛

Musubi | woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora