13 ╬ PERDÓNAME ╬ one-shot

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Si quieres reescribir, adaptar o continuar esta historia, pregúntamelo por comentario o mensaje privado, y es casi seguro que responderé que sí. Pero pregunta. De lo contrario, lo tomaré como plagio y una falta de respeto.

* * *

Le dirigió una pequeña sonrisa burlona a Thor justo cuando el casco del traje se materializaba sobre su rostro, encerrando su cabeza dentro de un lugar seguro. Su mirada recorrió a los demás Vengadores, Guardianes y lo que fueran. Todos se veían determinados, pero detectó el miedo en algunos ojos detrás del cristal. Respiró hondo. No debía ser tan diferente a viajar por el Bifrost.

La máquina se encendió sobre él. El suelo bajo sus pies desapareció y se encontró cayendo, pero la dirección cambió de forma imperceptible, y era su cabeza la que ahora iba primero. Sólo que no era una caída sino un viaje definido, como ir por un canal de agua. A su alrededor el panorama era como miles de agujeros de gusano de colores, y el GPS cuántico en su muñeca lo guiaba por las bifurcaciones sin que él tuviese que hacer ningún esfuerzo ni tomar ninguna decisión. Thor y Rocket, el mapache, iban a su lado, tomando los mismos caminos que él. No, no era tan diferente a viajar por el Bifrost.

Sus pies tocaron tierra firme, a pesar de haber estado viajando de cabeza. El aterrizaje fue suave, sin sacudida ni desequilibrio alguno. Tocó el lado de su casco para hacerlo desaparecer y miró alrededor.

Reconoció los anchos pasillos dorados sin necesidad de pensar dos veces; era el camino que llevaba a la sala del trono. Presionó su muñeca para que el traje cuántico entero desapareciese y quedó con su ropa asgardiana. Thor había elegido viajar con vestimenta de humano, lo cual, sumado a su barriga enorme y su pelo y barba desastrosos, lo hacía parecer un borracho de Midgard sin mucho esfuerzo. Él, en cambio, había materializado sobre su cuerpo el traje verde y negro con detalles en oro, ese que todos conocían bien, ese que olía a recuerdos, la ropa de príncipe.

—Ustedes vayan a buscar la gema —dijo, apenas girándose en dirección a Thor y Rocket—. Yo tengo cosas que hacer.

Y desapareció tras las columnas antes de que tuviesen tiempo de detenerlo. Después de todo, por esto había accedido a venir.

* * *

Lanzó sobre sí mismo un hechizo de disfraz, tomando el aspecto de una dama de la corte. Sabía perfectamente que su yo del pasado se encontraba en las prisiones, y si lo llegaban a ver pensarían que había escapado. Lo que menos quería era crear un escándalo y que le impidiesen cumplir su cometido.

Preguntó a una criada si sabía el paradero de la reina, y le indicaron el camino con total facilidad. Mientras recorría el ancho pasillo con columnas, recordó que todo eso estaba destruido en el presente, y un sentimiento de añoranza y tristeza se le instaló en el pecho. Sin embargo, mantuvo la espalda recta y la barbilla alta sin exteriorizar su dolor y finalmente vislumbró la figura de la reina saliendo por una puerta, rodeada de sus doncellas. Loki aminoró el paso para simular la caminata tranquila y elegante de la mujer que personificaba, y se acercó hasta unirse a la comitiva.

La siguió como si fuese una doncella más, pero a los pocos metros la reina se detuvo y se giró hacia las demás mujeres.

—Por favor, continúen —ordenó con voz suave—. Me uniré a ustedes en breve.

Ninguna doncella dijo nada en contra, y pronto todas habían desaparecido por el otro lado del pasillo. Loki no se movió, porque tenía la mirada de la reina fija en sus ojos. Lo observó por unos momentos, y luego su sonrisa fue leve.

—Tendrás que entrenar mucho más para engañarme, hijo, pero esa no es la cuestión. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo saliste de tu celda?

Loki deshizo la ilusión que lo cubría, y su madre frunció el ceño cuando vio su rostro. La cicatriz que recorría el lado derecho de su frente, ceja y pómulo era un regalo de la batalla contra Thanos, y demostraba que Loki no era el mismo Loki de la prisión. Sus rasgos también habían cambiado, haciéndose más duros y sufridos. No necesitó decir nada. Su madre era inteligente y había sido entrenada por brujas que le habían enseñado los secretos del tiempo.

Con un rumor de seda, su madre entró a paso rápido en la sala más cercana, y Loki la siguió. Una vez seguros tras la puerta cerrada, la reina tomó entre sus manos el rostro de Loki y lo acunó con dolor en sus ojos.

—¿Qué sucedió para que estés así, Loki? ¿Qué te deparó el futuro?

Había tanto amor y preocupación en su mirada de madre que el nudo en el pecho de Loki finalmente se desató en un torrente de lágrimas. Ella lo abrazó mientras él descargaba su pena y su culpa en el hombro que nunca pensó volver a tener de apoyo, y el perfume de sándalo y rosas le quedó grabado en el alma.

—Perdóname... —dijo entre sollozos.

Su madre lo meció en sus brazos como si otra vez fuese un niño, y Loki hizo peso hasta que terminaron sentados en el suelo. Se refugió en el pecho de ella sin poder detener las lágrimas y ella no dijo nada, tan sólo acarició su cabello y su espalda hasta que Loki pudo calmarse.

—Perdóname —pidió otra vez, y ella le dio un beso en la frente.

—Te perdono, hijo.

—Madre, yo...

—No digas nada, Loki. El futuro es el futuro, y no está en mí el conocerlo.

—Pero, madre...

—Sshh... Guárdatelo. Lo que deba pasar, pasará —dijo ella con voz calma y cálida. Loki tuvo la sensación de que ella ya sabía lo que iba a suceder, y se calló.

Su madre no hizo ademán de levantarse, y él se quedó refugiado en su regazo como en las noches de tormenta de antaño. Escuchó a su madre tararear una canción de cuna y sintió como la grieta en su pecho se cerraba lentamente bajo el sonido familiar y reconfortante de la voz de su madre. Ella sabía exactamente qué hacer para consolarlo. Después de tanta guerra y tanta muerte, necesitaba volver a ser un niño en sus brazos, aunque sólo fuese por un instante.

Y por sobre todo, había obtenido su perdón, y eso valía más que cualquier cosa en el universo.

* * *

Cuando Thor fue a buscarlo, su madre ya no estaba allí y Loki había borrado todo rastro de lágrimas de su rostro. Se unió a su hermano y a Rocket, y juntos presionaron los botones que los llevarían de vuelta al presente.

Tenían una guerra que ganar.

Daño mental ✵ LokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora