Daño mental ✵ Loki

9 ╬ EL JURAMENTO ╬ one-shot

CONTINUACIÓN DEL ONE-SHOT ANTERIOR, "LOS DOS SEGUNDONES".

Si quieres reescribir, adaptar o continuar esta historia, pregúntamelo por comentario o mensaje privado, y es casi seguro que responderé que sí. Pero pregunta. De lo contrario, lo tomaré como plagio y una falta de respeto.

* * *

Sus sentidos sobrehumanos le alertaron del proyectil que se acercaba a su cabeza, y con un movimiento seco atrapó la flecha por el asta a escasos centímetros de su rostro. La miró un momento y luego dirigió la vista hacia su atacante. Ojo de Halcón estaba a un edificio de distancia en la azotea, mirándolo fijamente con el arco aún en posición. Era tan útil cuando lo tenía controlado...

Esbozó una sonrisa burlona. Fallaste, soy un dios.

Luego la flecha explotó.

La nave Chitauri se hizo pedazos en una bola de fuego, y Loki salió volando hasta estrellarse contra un balcón de la Torre Stark.

Se incorporó rápidamente sobre sus rodillas, la sonrisa borrada de sus labios, justo a tiempo para ver al monstruo, al Hulk, saltando hacia él desde el lejano suelo de la ciudad.

La bestia lo atropelló y le hizo traspasar las ventanas detrás de él, empujándolo y lanzándolo contra una pared.

El dios sintió el impacto en toda su espalda, y luego cayó de cara al piso sobre pedacitos de vidrio y construcción. Quitó la capa de encima de su brazo y se levantó con energía y de muy mal humor. Las cosas no estaban yendo como había pensado.

—¡Oye, ya basta! —rugió, haciendo que el Hulk se detuviese a poca distancia con cara de confusión—. ¡Todos están por debajo de mí! Yo soy un dios, criatura tonta, y no me va a intimidar una best... ¡Ah!

El monstruo lo había agarrado de una pierna y Loki sintió que se le iba el corazón a la garganta por la fuerza de inercia. Luego, el impacto contra el suelo le quitó el aliento y destrozó la piedra.
No contento con eso, el Hulk volvió a levantarlo y golpearlo contra el suelo, otra vez. Y otra, y otra y otra. Las costillas de Loki se sentían como una prisión de acero para su desbocado corazón y los pulmones que pedían aire y no lo conseguían.

—Debilucho —bufó la bestia, yéndose con paso pesado hacia el balcón y desapareciendo de su vista.

Loki intentó levantarse, pero su cuerpo no estaba de acuerdo y un gemido salió de su garganta cuando quiso respirar hondo. Se sentía aplastado, física y anímicamente.

Sacudió la cabeza suavemente, tratando de despejarse. Se sentía extraño, ahora que lo pensaba. De hecho, ¿qué estaba haciendo en esa situación, en primer lugar? ¿Cómo había llegado al punto de ser golpeado personalmente por un monstruo mutante humano? ¿Por qué se encontraba en una muy destrozada torre de Midgard?

Cerró los ojos y se relajó con una respiración pausada y tranquila, alejando su mente y sus sentidos de la guerra a la que parecía estar sometida la ciudad afuera. Se sentía como si acabase de despertar de soñar despierto, y había estudiado los síntomas lo suficiente en las clases de magia como para reconocer que había sido sometido a control mental. Pero, ¿desde cuándo? Se sumergió en su propia memoria y buscó el último recuerdo coherente que existiese en su línea de tiempo, ayudándose con su poder.