capítulo 3.

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Demetri POV.

- Ahora. Vayan a buscar.- Nos ordenó Aro. Alec y yo hicimos una reverencia antes de salir del castillo. Ni uno de los dos nos hablamos en el recorrido.

Esta vez iríamos más lejos. Llegaríamos hasta México. No creo que estén allá pero ni modo.
Desde que Max se fue, hemos hecho salidas más frecuentes. No sólo para encontrar a _____(tn), sino a él también.

Corrimos hasta Atlanta en donde cazamos y les quitamos la vida a una niña y a una camarera que salían de una cafetería.

Divisé a lo lejos el cuerpo de un animal. Camine hasta él y me puse de cuclillas.

Era una perro. El animal tenía dos orificios en el cuello. Toqué la herida con la yema de los dedos.

-Mmm...

- ¿Qué?- Me preguntó mi compañero.- Es un perro. ¿Y?

- ¿No te llega el olor?- Me levanté.

Asintió.

- Es de Max.- Susurró.

- No debe estar muy lejos.- Miré a mi alrededor.

Seguimos caminando por el bosque pero el ruido de una rama caer nos hizo parar en seco. No volteamos. Pero escuchamos un gruñido.

Nos giramos a la vez para encontrarnos con un Hijo de La Luna. Tenía pelaje negro y ojos dorados.

Dio un ultimo gruñido mostrando los dientes antes de salir corriendo por un lado.

- Hay que ir por él.- Dijo Alec avanzando.

- ¿Por qué?- Pregunté imitando su acción.

- Puede que lo halla visto.- Respondió yendo dónde el animal.

Fui tras él. No fue difícil encontrarlo. Alec aceleró el paso y se puso delante del perro. Haciéndolo parar. Lo habíamos acorralado.

Hizo un ademán de escapar pero mi compañero se tiró encima de él.

Ambos rodaron y sin poder evitarlo el Hijo de La Luna salió de fase, dejando ver a una... ¿una niña?

- ¡Quítate! ¡Pesas mucho!- Se quejó ella. Alec se levantó. La chica hizo lo mismo.- ¿Qué piensas? ¿Qué porqué eres Vampiro eres más ligero que una pluma?- Dijo irritada.

- ¿Cómo te llamas?- Preguntó el castaño ignorandola.

- Paulina.- Contestó de mala manera y cruzandose de brazos.

Paulina tenía el pelo corto castaño claro, casi rubio, recogido en una trenza ladeada. Con ojos verdes con amarillo que hipnotizan a cualquiera. Labios medianos rosados. Vestía un pantalón de mezclilla con unas Vans y una blusa blanca con una calavera en medio. Era hermosa. Ademas de que su sangre me pedía a gritos ser saboreada.

Tragué saliva.

- ¿Cuántos años tienes?- No me habia dado cuenta que Alec seguia haciéndole preguntas.

- Veintidós.- Tal vez exageré un poco al decir que era una niña. Pero lucia tan chica para su edad.

Volví a ver a Paulina. Ella parecía fastidiada de tantas preguntas.

La castaña volteó a verme. Eso sólo empeoró mi situación. Su sangre olía tan bien.

- ¿Has oído hablar de una tal ____(tn)?- Pregunté de improviso.

- ____(tn)...- Pensó un poco.- Sí. Hace unos días me la encontré. Me dijo que su amo deseaba hablar conmigo pero lo rechacé. Luego quizo obligarme a ir y peleamos. La chica era fuerte y por algún motivo tenía muchos poderes. Por suerte logré escapar.- Nos contó.

- ¿Sabes a dónde fue?- Dijo Alec con disimulada esperanza.

- No. ¿Qué parte de 'escapé' no entendiste? Para empezar, ¿Quiénes son ustedes?

- Yo soy Demetri Vulturi y él es Alec Vulturi.- Nos presenté.

- ¿Vulturis? ¿Qué no esos son la...?

- Realeza vampirica.- La corté orgulloso.

- No te creas tanto. No son la gran cosa.- Dijo mirándome con los ojos entrecerrados.

- Cómo sea. Esa ____(tn) a la que buscamos pertenece a nuestro clan.- Dijo Alec.

- ¿Osea que él que quiere hablar conmigo es Aro?- Nos preguntó.

- No. Te explicaremos pero tienes que venir con nosotros.- Le dije.

- ¿Quieren que vaya con ustedes? ¿Vampiros? ¿La raza la cual prácticamente odia a la mía, sólo por una tipa pérdida?- Ambos asentimos.- Oh, está bien.

- Vamos.- Nos ordenó Alec.

Los tres corrimos de vuelta. Paulina iba en fase. Hasta así se veía hermosa.

_____(tn) POV.

El Vulturi y yo caminamos hasta encontrar al amor de mi vida. Delante nuestro estaba mi lindo y sensual Ferrari negro.

- ¿Es tuyo?- Me pregunto sonando no muy sorprendido.

- Aja. Adentro.- Le ordené.

Encendí el carro. El motor rugió. Pisé el acelerador al mismo tiempo que quitaba el freno de mano. Max simplemente veía por la ventaba las cosas pasar. El dijo que yo era su hermana.

Sí, claro.

Aunque debo admitir que una parte de mí sí le cree.

Aparte que tenemos un parecido identico. Además es una rara coincidencia que ambos tengamos el mismo don y seamos Híbridos Lobos.

Raro.

Seguí manejando hasta salir de Hermosillo (ciudad donde estaban), y llegar a Guaymas.

La playa y la arena olían delicioso. Inhale aire al mismo tiempo que Max.

- ¿Te gusta ese olor?- Le pregunté sin quitar la vista del camino.

- Me encanta ese olor.

El mar se veía hermoso a la luz de la luna junto a las estrellas.

Luego de un rato me estacione éfrente a la casa-mansión de Abraham.

- Bien. Abajo.- Ambos bajamos y subimos las escaleras del porche. La puerta se abrió de golpe.

Dylan me jaló hacia él. Me dio un pequeño beso en los labios.

- Te extrañe.- Dijo abrazandome.

- Sólo fueron dos días. Pero yo también.- Dije riendo.

Lo volví a besar.

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