capítulo 11.

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______(tn) POV.

Okey. Ahora... ¿Dónde lo escondo?

Intenté volver a tocarlo, pero volví a quemarme, esta vez más fuerte. Resople agitando mis manos. Tomé aire y volví a poner mis manos.

- ¡Ay!- Grité en un murmullo y soltandolo. Antes de poder hacer algo más, la puerta se abrió y cerró de golpe.

Me levanté y con el pie paté el libro debajo de mi cama. Demetri estaba recargado contra la puerta mirando el techo.

- ¿Debo preguntar o..?- Empecé a decir.

- Tú shu.- Me calló.- Sólo dime lo que le dijiste a Paulina.

- Oye no es por ser mala, pero tengo mejores cosas que hacer.- Dije, lo tomé de un brazo y lo saqué de mi cuarto.

- ¿Hacer que? ¿Seguir ocultando el libro?- Preguntó antes de que pudiera cerrar la puerta.

- ¿Cómo lo sabes?

- Sólo lo sé. Será mejor que se lo des a Aro o si no, yo le diré que todo este tiempo tú lo tenías y no se lo diste.- Se cruzó de brazos.

- ¿Estas amenazandome?- Imite su acción.

- Sí.- Contestó seguro. Bufé. De una manera u otra, todo estaba en mi contra. Y él lo sabía.

- Bien.- Contesté de mala gana. Di media vuelta y fui a mi cama, me agaché y como pude saqué el libro que por el ardor lo tiré.- Condenado libro.- Farfulle. Demetri soltó una carcajada.

Agarré una de mis sudaderas, envolví el libro y lo levanté.

- Vamos. Quiero asegurarme que se lo des.

- Como quieras.- Salí seguida de Dem.- ¿Si sabes que no podra hacer nada con él porque ninguno es Caster, verdad?- Pregunté a medio camino.

- Sí.- Cuando llegamos Jane estaba intentando abrir las puertas, pero su débil fuerza humana no la dejaba.- ¿Te ayudo?- Le preguntó burlón.

- No, yo puedo sola.- Dijo la rubia fulminandolo con la mirada.

- Pues de todas formas necesitamos pasar así que con permiso.- Le respondió haciéndola a un lado sin el menor esfuerzo y abrió él mismo.

- Yo la afloje.- Susurró ella. Demetri rió. Yo sólo rodé los ojos. Cuando Aro nos vio sonrió, miré tristemente el trono vacío de Marco.

- Hola maestros.- Saludamos al uniso haciendo una reverencia. Odio hacer esto cada vez que los veo, es agotador.

- Hola queridos.

- Aro, ____(tn) tiene algo que darle.- Informó el castaño claro.

Suspire. Dejé el libro en el suelo y lo desenvolvi. Caius se levantó al verlo.

- ¿De dónde lo sacaste?

- De la casa de Abraham.- Contesté, ambos me vieron acusadoramente, pidiendo una explicación.- Lo agarré sin que nadie se diera cuenta de los escombros de la casa, y lo tuve escondido todo este tiempo.- Terminé como si nada, encogiendome de hombros.

- ¿Entonces que haremos ahora?- Preguntó Jane.

- Ninguno es Caster y aunque lo fueran tienen que ser de la misma clase del que era Dylan.- Dijo Aro.

- Entonces tendremos que buscar uno.- Dije.

- El problema es que este libro tiene mucho poder para los Caster, cualquiera que lo vea lo querrá.- Dijo Aro.

- No, yo conozco uno que lo podría cuidar y ayudarnos al mismo tiempo.- Dije, acordándome del tío de Lena.

- ¿Quién?- Me dijo Jane.

- Pues Macom. Nunca nos dijeron que tipo de Caster era, a lo mejor es de mismo que Dylan.- Dijo Demetri.

- No.- Dije.- Él no es del mismo que Dylan. Dylan era un Tharaumaturge, Macom no lo es.

Tharaumaturge: Caster capaz de sanar e intercambiar la especie del ser al que ataque.

- Y con el paso del tiempo, si siguen siendo humanos, envejeceran más rápido de lo que una persona lo hace, por todos los años transcurridos.- Dijo Caius.

- Entonces tendremos que volver a convertirlos de la manera tradicional.- Dijo Demetri.

- Sí, pero ¿Quién?- Pregunté y todos me miraron.

Oh, genial.

- Alec querría que tú lo hicieras.- Dijo Jane, no del todo convencida.

- No, me niego.

(...)

Una hora después, ya que habían logrado convencerme sobornandome con pizza, Demetri trajo a Alec y se fue. Aro y Caius también habian salido de la sala.

Querían que los convirtiera a solas y luego saliera de ahí, porque al despertar serían Neófitos y podrían atacarme.

- ¿Cómo se supone que lo haga?- Pregunté, Jane se dio un golpe en la frente con la palma de su mano.

- Sólo muerdenos y saca la sangre necesaria, sólo la necesaria.- Remarcó.

- Okey.- Todo paso muy rápido para mí, sólo sé que mordí a Jane en el cuello, haciendo que lanzara el grito más desgarrador que había escuchado en mi vida. Cuando creí que ya habia sacado lo suficiente la solté y cayó al suelo. Creo que se desmayó.

Luego tuve que morder a Alec, pero como me gusta ser tan mala le di pequeños y pausados besos en el cuello haciendo que se tensara y me sujetara de la cintura.

- Eres mala.- Susurró.

- Sí, un poco.

- Perdóname.

- Perdonado.

Ahora sí, lo mordí y pasó lo mismo que con Jane.

"Hasta mañana o hasta que despierterten".

Recuerdos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora