La estación de otoño se abría paso en Tokyo, envolviendo la ciudad en un manto de tiempo frío y lluvioso, mientras las personas realizaban sus rutinas diarias, una niña de ojos carmesí y abundante cabello rubio contemplaba la ciudad desde la ventanilla de un transporte público, que se dirigía a uno de los templos sagrados más renombrados de la metrópolis.
El motivo de su visita se debía a que recientemente los padres de Mai fueron trasladados por motivos laborales a otro estado, así que se decidió que ella pasaría sus vacaciones en Japón con su tía y su abuelo, quienes dirigían precisamente aquel templo.
Después de varios minutos de viaje, Mai y su asistente personal, una mujer de unos veinticinco años con cabello negro y ojos cafés, se encontraban subiendo las escaleras de aquellos terrenos santos y por cada paso que daban el eco de los gritos de dos personas se intensificaba, los cuales provenían de una de las habitaciones superiores de la casa adyacente al árbol sagrado.
-¡Inuyasha, debes salir! ¡Hoy viene mi prima de Inglaterra y no quiero que te vea! -la voz aguda y cargada de molestia destacaba entre las dos, por lo que Mai pensó que no sería una sorpresa si los vecinos comenzaran a quejarse por el alboroto.
-¡No seas ridícula, Kagome! Llevas dos días aquí y aún tenemos que buscar los fragmentos.
-¡ABAJO! - un gran estruendo se escuchó y la de ojos escarlata no pudo evitar que una sonrisa escapara de sus labios, al imaginar la escena que probablemente estaba pasando en aquella alcoba, dándose cuenta que no se aburriría durante su estancia. Con esa certeza en mente, continuó su camino, aparentando no haber escuchado nada.
Al llegar al templo, Mai fue recibida calurosamente por su abuelo, su tía y su primo. Después de ofrecerles regalos y recuerdos de su país, la familia se reunió en el comedor, donde comenzaron a hacerle preguntas sobre su viaje y sus padres. Mientras tanto, Kagome bajó las escaleras y al ver a Mai, esta última se abalanzó para abrazarla con cariño, para volver a sentarse a su lado en la mesa.
-Oye prima, ¿te gustaría ir mañana a la feria que organiza el instituto de Kagome? - preguntó Sota, el más joven de los presentes, con una expresión de alegría y ojos brillantes.
-¡Claro que sí! Parece divertido - respondió Mai rápidamente y con seguridad, después de todo necesitaba un descanso. Aunque si fuera sincera lo que más le interesaba eran los puestos de comidas y los juegos que suelen preparar durante los festivales
-Mi hermana va a participar en algunos eventos - Sota hablaba de los papeles que haría Kagome. Sin embargo ella se quejaba de cada uno de esos trabajos que le encomendaron a último momento en el festival, sin pedir su consentimiento.
El ambiente ameno inundó el comedor, y mientras los demás se entretenían viendo las noticias en el televisor, Mai decidió salir un momento para tomar aire fresco. Luego de dar un breve paseo por los alrededores se detuvo frente al imponente árbol sagrado del templo y se dedicó a escuchar atentamente el sonido que sus hojas producían al moverse por las ventiscas de viento, hasta que sintió el cálido contacto de unas manos sobre sus hombros, lo que la hizo sobresaltarse, por lo que instintivamente volteo su mirada encontrándose con su Sakina.
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Feelings of a Monster DT (Hakudoshi x Oc)
FanficCierto día llega a la casa de los Higurashi un familiar de Inglaterra a pasar sus vacaciones. Sin embargo, lo que nadie sospecha es que Mai tenía un objetivo previo cuando llegó al templo sagrado, los misterios acerca del origen de la niña serán el...