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Esta es la parte dos del fanfic "When it's time", lo encontras en mi perfil

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- Enana - Sonrió

- Hola, Bill – Sonreí

Una ola de pensamientos y de flashbacks se apoderó de mi. Nuestro primer beso, nuestra primera risa, la primera vez que vi esos ojos color verde, jugar con su cabello, reírme a carcajadas por sus actitudes de niño, abrazarlo, morderle sus mejillas, jugar con sus dedos, escucharlo cantar en la ducha, su perfume, su sonrisa. Y luego, los sentimientos que todo este tiempo intenté dejar a un lado, ese sufrimiento que había sentido los primeros meses que me alejé de él, ese vacío en mi pecho, toda la angustia había vuelto. Esos recuerdos que habían costado olvidar, habían vuelto.

Nos miramos fijo unos minutos, tan sólo sonriendo, sin decir nada, pero a la vez, diciendo todo.

- Que haces aquí? - Dijo con su tierno tono de voz

- Dookie - Dije mirándolo fijo como una idiota- Dookie, él se escapó y me trajo aquí

- Como has estado? - Sonrío mostrándome sus hermosos dientes. La conversación era incomoda, como si fuéramos dos desconocidos que conocen todo el uno del otro.

- Bien, supongo - Intentaba no mirar a sus ojos ya que estos me intimidaban - ¿Y tú? no te veo desde hace meses, estas distinto - Acomodé mis cabellos alborotados por todo el caos

- Tu estas hermosa como siempre lo has estado - Tocó su nuca, él estaba incómodo y yo sonreía como idiota, sabia como hacerme ruborizar - Ya que estamos aquí, te invitó un café al bar de aquí.

- Vestida así? - Señalé mi atuendo desaliñado que se componía con unas calzas negras y una remera musculosa nike con mis zapatillas deportivas - Además, no me gusta el....

-Café, lo sé, sé que prefieres la leche con chocolate o un té - Sonreímos, él aún recordaba esos pequeños detalles - Y estas hermosa así - Estiró su mano en dirección a mí y yo la sostuve.

Salimos del ascensor en el que habíamos estado aproximadamente los cinco minutos más incomodos de toda mi vida. La puerta del hotel por la que había entrado hace unos minutos, estaba rodeada de fotógrafos que apuntaban sus flashes hacia mí y Billie. Él se colocó sus anteojos negros y caminó de mi mano sin ver a su alrededor, ya estaba acostumbrado a todo esto, a los flashes y a coquetear con mujeres y hacerlas sentir el centro del universo.

- Una mesa para dos - Le dijo al mozo que estaba al costado del lugar, bajándose un poco los anteojos de sol, dejando ver la mitad de sus ojos intimidantes color verde.

Nos guiaron hasta una mesa al costado del lugar, todos observaban a Billie y podía notar como, con disimulo, sacaban fotos con sus celulares. Dookie estaba agarrado al pie de mi silla. Nos dejaron el menú y él sonrió en forma de "muchas gracias".

- A que viniste a Nueva York? - Dije tomando un poco de mi jugo de naranja

- Tenemos un concierto en MSG en un día - Sonrío con sus blancos y perfectos dientes - Y tú que haces aquí?

- Vivo aquí, Billie - Él abrió los ojos como platos y me observó serio.

- Fui a buscarte a tu casa, a la casa de tus abuelos, a la casa de tus amigas - Acomodó su cabello, era un tic nervioso nuevo en él - Y nunca me dijeron nada, te busqué en prácticamente 49 estados, pero nunca te imaginé aquí

-No sé si eso es un cumplido o... - Reí

- Te extrañé - Dijo en un tono tan dulce que juro que me estaba por agarrar diabetes. Pero aún, el último recuerdo, de aquel último día, de aquel último mes, no se había ido de mi mente.

- Yo también lo he hecho Billie - Jugué con el borde del vaso de mi jugo.

- Este último tiempo pensé más de lo que lo he hecho en toda mi vida – Reímos - Estuve en rehabilitación y eso me dio tiempo para pensar el ejemplo que quiero dar, y las cosas y personas que quiero en mi vida - Agachó su cabeza - Lo cierto es que, si el destino te puso hoy, es por algo, ¿verdad? - Sonreí sin decir nada, examinando cada detalle de su rostro

Una tos falsa interrumpió la conversación que había estado soñando con Billie todos los días de los últimos meses. A nuestra izquierda estaba, una rubia, alta, flaca, bien vestida, linda, con un perfume que podía sentir desde mi asiento, maquillada y peinada. Tenía cara conocida, pero no sé de dónde.

- Mierda - Dijo Billie en voz baja haciendo una mueca con su boca - _____, ella es...

- Jennifer – Interrumpió ella y me estiro su mano - Novia de Billie - Rió 

Sabía que conocía a esta chica, pero no me imaginaba que era la mismísima Jennifer, la que le rompió el corazón a Billie hace unos años, la que hizo que Billie y yo nos hagamos buenos amigos.

Jennifer. La novia de Billie. Dos palabras que partieron mis esperanzas que se habían formado en estos últimos minutos.

- Eh, eh, hola - Estiré mi mano agarrando la suya. Sus uñas postizas se incrustaban en mi piel - Billie yo..

- Ella quien es mi amor? - Interrumpió una vez más mi amiga mal teñida

- _____ - Dijo mirándome con pena - No terminamos de hablar

- Acabo de recordar que tengo un compromiso - Dije acomodando mi coleta mal hecha y tomando la correa de Dookie - Adiós Jennifer - Sonreí lo más amistosa que pude sin mostrar mis dientes - Adiós Billie - Le di mi peor mirada de desilusión y seguí mi camino.

- ____- Dijo a mis espaldas esa voz dulce, pero no me di vuelta. No pensaba escucharlo esta vez, ya habían roto mi corazón una vez, y era mejor alejarme lo más rápido posible de él antes que suceda de vuelta.

Salí del hotel, y una multitud de fotógrafos se acercaron a mí con preguntas incomodas acerca de Billie, de Jennifer, de Billie y Jennifer y de Billie y yo.
Seguí mi camino sin contestar ni mirar a nadie. Esta vez era distinto. No sentía tristeza, sentía desilusión. Mi mente había creado una falsa imagen del nuevo Billie.

I love you [Billie Joe Armstrong y tú]Where stories live. Discover now