El sonido del timbre me despertó de mi profundo sueño. No quería levantarme a abrir la puerta ya que eso implicaba dejar al amor de mi vida, mi cama, pero sea quién sea que estaba del otro lado, no se daba por vencido. Esa persona estaba colgada del timbre hace más de veinte minutos y estaba acabando mi paciencia. El chillido agudo del timbre daba vueltas y vueltas por mi cabeza. Me era imposible dormir de esta manera.
Con toda la flojera del mundo quité las sabanas de mi suave y acogedora cama para así sentarme en ella. Con el ruido del timbre de fondo, me coloqué mis pantuflas y me levante de la cama. Mientras caminaba por el pasillo con mi moño mal echo y mi short que usaba de piyama el cual no sabía de dónde lo había obtenido, pensaba en una serie de insultos para el pobre bastardo que esté del otro lado de la puerta. Tenía tanto malhumor que podría comerme a alguien vivo.
Recogí las llaves de la mesita y busqué en el llavero la de la puerta de entrada. Le di tres vueltas a la llave y giré el mango de la puerta.-A ver la puta madre - Dije sin ver al infeliz que me había despertado -Quien mierda piensas que eres para despert... - Abrí mis ojos y finalmente vi a quien tenía al frente.
Con una campera negra, unos jeans negros, y unas vans... negras, estaba Billie parado al frente mío. Tenía los ojos abiertos como platos.
Fue tal mi vergüenza que le cerré la puerta de entrada en la cara con todas mis fuerzas y sin pensarlo. Me tomé unos cinco segundos para respirar hondo, acomodarme mis alborotados cabellos y esperar a que el color rojo fuerte de mis mejillas se disminuyera.
Ya con calma, giré el mango de la puerta para encontrarme cara a cara con el chico que tan alterada me tenía últimamente. Los dos nos quedamos congelados mirándonos incomodos. Era notorio que a Billie se le quería escapar una sonrisa.-Bueno, creo que yo soy ese tal hijo de puta que se atrevió a despertar a la fiera - Levantó una mano y comenzó a reír. Yo solté una risa nerviosa. Podía sentir como la sangre subía a mis mejillas haciéndome sonrojar
-Yo... - Me sentía tan avergonzada -Lo siento, no sabía que eras tú - Acomodé un mechón de cabello que me incomodaba detrás de mi oreja
-No te preocupes – Sonrió y, esquivando mi cuerpo, entró a mi departamento con toda la confianza –No sabía que ibas a estar durmiendo - Él observaba mis fotografías –Había olvidado eso de ti - Me buscó con la mirada hasta que nuestros ojos se encontraron y sonrío intimidante. Yo sólo pude desviar la vista a otro lado antes de sonrojarme como por tercera vez.
-¿Como supiste que vivía aquí? - Escupí sin vergüenza
-Tú lo dijiste, soy Billie Joe Armstrong - Comenzó a reír sin despegar su vista de mis fotografías. Solté una risita nerviosa y crucé mis brazos
-Y viniste porque...? - Esperé unos segundos sus respuestas pero él estaba bastante ocupado examinando cada parte de mi pequeño departamento. Veía hasta el pequeño clavo que había en un rincón –Billie! - Grité llamando su atención. Él seguía siendo el mismo disperso de siempre
-Lo siento - Mordió su labio inferior –Que decías?
Golpeé mi frente. Billie sabía como hacer perder mi paciencia. Desde despertarme con el sonido del timbre hasta ignorarme cuando hablo.
-Dije que por qué estabas aquí - Caminé hasta el sofá rojo y me senté en él con las piernas cruzadas
-Ah, si - Dejó de mirar mis cosas y dirigió su mirada hacia mí –Venía a traerte esto - Metió sus manos en el bolsillo de la campera que traía puesto y me estiró un sobre blanco doblado en dos
-Y esto? - Dije confundida mientras estiraba mi brazo para alcanzar el sobre.
-Ábrelo - Sonrío mirándome fijo.
Tomé el sobre y rompí su punta izquierda. Metí mi pulgar por el agujero que había hecho y saqué el papel de textura suave que había adentro. Dejé el sobre a un lado y leí el papel que venía adentro. Era una entrada en primera fila para verlo hoy en el Madison Square Garden.
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I love you [Billie Joe Armstrong y tú]
FanficSegunda parte de "When it's time" "El amor es algo difícil, pero cuando lo encuentras, no necesitas nada más" ____ Leister es una chica de 18 años, que vive con su padre y su hermana. Un día, Billie Joe Armstrong se mudó a la casa de al lado, que po...