I love you [Billie Joe Armstrong y tú]

10 (Maratón 1/4)

BILLIE'S POV:

–Billie, creo que esto es demasiado – Dijo ella saliendo del baño con el vestido que Scooter le había traído. Levanté la vista de la pantalla de mi celular y mis ojos se abrieron como platos, ella era tan sexy con ese vestido negro ceñido al cuerpo. Mi boca se estaba haciendo agua. –Billie – Chasqueó sus dedos sacándome de mis pensamientos.

–Wow – Fue lo único que pude decir –¿Quien es esta sexy mujer? – La miré fijo haciendo que se sonrojara y tapara su cara con sus delicadas manos. Era tan tierna cuando se sonrojaba, me daba ganas de abrazarla y comerla a besos.

–No lo sé, ¿no es mucho? – Se miró de arriba a abajo mientras mordía su labio.

–¿Mucho? – Humedecí mis labios –Estas hermosa – Se dibujó una sonrisa perfecta en su rostro con un leve sonrojado –Pero, como novio celoso, tendría que hacerte quitar ese vestido – Dejé mi celular en la mesita de luz que estaba al lado de mi cama y me levanté para acercarme a ella –No quiero que otros hombres te miren – Le di un corto beso en los labios y otros tantos en el cuello. Su perfume me estremecía.

–Billie – Tiraba de mis cabellos mientras le besaba su cuello –Es mejor que entres a la ducha – Me despegué de su cuello y le robé un beso más en los labios.

Tomé uno de mis pantalones, la primera remera que vi y unas botas marrones. Entré al baño y me observé unos minutos en el espejo, yo no necesitaba una ducha, no estaba sucio en lo absoluto. Decidí colocarme perfume y ponerme mis jeans.
Abrí la puerta del baño con mi torso desnudo y vi como ____ giró su cabeza hacia mí. Ella tenía mi celular en sus manos y estaba acostada en la cama.

–¿Ya te bañaste? – Dijo confundida

–Nop – Remarqué la p –No lo necesitaba de todos modos – Abrí mi remera y me la coloqué. Podía ver de reojo como ____ mordía sus labios. Sentía que me había ganado la lotería con ella. –¿Otra vez espiándome a escondidas? – Sonreí –Ya te dije, todo esto es tuyo – Reí y ella frunció su ceño mientras movía su cabeza en forma de negación y mordía sus labios. Amaba ponerla incomoda.

–Eres un idiota – Dejó mi celular en la mesita dónde estaba antes y se levantó de la cama caminando hacia mí. Se detuvo cuando ya estábamos frente a frente. Estaba aguantándome demasiado a mi tigre interior. Hundió su cabeza en mi cuello –Tienes rico perfume – Dijo con voz de bebé, le dio un beso a mi cuello y se despegó de mi – ¿Ahora vamos?

–Mmm – Dije sin ganas –¿Por qué no nos quedamos y vemos algunas películas? – Realmente no tenía ganas de que me tomarán millones de fotografías y me invadieran con sus preguntas para luego tener que sentarme en un restaurante a saludar personas que ni siquiera me agradaban. Quería pasar tiempo totalmente a solas con ____ y por ser Billie Joe Armstrong no podía.

–Billie, te prometo que luego de hacer esto, volveremos a ver películas – Sonrió caminando hacia la puerta.

–¿Me lo prometes? – Sonreí mientras ella asentía con la cabeza y abría la puerta de la habitación –¿Pinky promise? – Estiré mi meñique mientras caminaba hacia ella. ____ reía.

–Pinky promise Billie – Juntamos nuestros dedos. Aproveché para tomar de su brazo y empujarla hasta mí.

–Estas hermosa – Besé su frente mientras la observaba de arriba abajo –____, ¿es broma? – No pude evitar explotar en risa

–¿Que cosa? – Se miró de arriba a abajo para luego mirarme.

–¿Te pusiste tus vans? – Comencé a reír mientras señalaba sus pies con mi dedo índice. Era la única mujer en el mundo que combinaba un vestido Gucci con unas zapatillas vans negras.

–¿Está tan mal? – Movió sus pies incomoda –Los zapatos que me trajeron me quedan chiquitos y son incomodos – Hizo un puchero.

–Esta perfecto, enana – Tomé su mano y caminé junto a ella mientras cerraba la puerta de la habitación.

No podía evitar sonreír cuando veía a ____. Ella es tan pequeñita, inocente e indefensa. Me dan ganas de abrazarla y llevármela a todos lados conmigo. Suena cursi, bueno, últimamente he estado demasiado cursi desde que me la volví a encontrar. Es que, ella hace que mi parte tierna salga, ablanda cada músculo de mi cuerpo con su sonrisa, derrite mi corazón con su voz. Es la única persona con la que no me puedo enojar más de cinco minutos, me hace una sonrisita tierna y ya me tiene chupando de sus medias otra vez. Tan solo pestañea y mis hormonas masculinas se vuelven locas. Es la única chica por la que me he sentido así y todavía no le encuentro el porqué. Quizás es porque es la única que conoce al chico común que está bajo la manta de Billie Joe Armstrong el rebelde sin causa, o quizás es porque no le importa quién soy, o que hago, o cuánto dinero tengo en mi cuenta bancaria, me ama incondicionalmente, no tanto como yo a ella, claro, pero me ama.

–Yo no quiero hablar Billie – Dijo mientras salíamos del ascensor y apretaba fuerte mi mano –Por favor no me hagas decirles algo – Pegó su cabeza a mi brazo sin soltar mi mano

–No vas a hablar amor – Besé su cabeza –No te preocupes – Saludé a un hombre que me saludo, no tengo ni la más puta idea de quien habrá sido –¿Estas lista? – Dije cuando llegamos a la puerta del hotel.

–Quizás deberías hacer esto solo – Mordió su labio. Una vez más mis hormonas masculinas no podían contenerse.

–Por favor ____ – Le hice una de mis caras que siempre

la convencen. Ella aflojó sus músculos y me miró con ternura.

–Ya abre la puerta Armstrong – Sonreí y asentí. Una vez más, yo había ganado.

Los fotógrafos nos rodearon. Yo miraba a ____ para ver si no le pasaba nada. Yo ya estaba acostumbrado a los flashes y a la multitud, pero ella era tan inocente que tenía miedo que algún flash la aturda, o le pisen algún pie o algo así.

–¿Como están todos? – Sonreí amable mientras los saludaba con mi mano. Unos veinte micrófonos y cámaras me apuntaban –____ y yo queríamos aclarar lo que pasó hoy – Reí –Fuimos a comer como dos adolescentes, supongo que alguno de ustedes habrá ido a un lugar de comida rápida para pasar un buen rato con su novia, ¿verdad? – Miré a mi duende que sonreía pegada a mi brazo –Nos pusimos un poco juguetones y se armó una guerra de comida, no estábamos drogados que yo recuerde – Sonreí – Además, que lo cierto es que, está bien que se imaginen que yo me drogo o algo así, pero por favor, ¿____? – La señalé. Ahora las cámaras apuntaban a ella. –Miren su cara de ángel, creo que ni alcohol toma – Todos rieron y ____ pisó mi pie disimuladamente. –Nosotros salimos del lugar y estábamos todos sucios, no quería manchar mi auto y decidimos tan solo quitarnos la ropa sucia para subirnos – Sonreí –Eso es todo – Todos los fotógrafos seguían haciendo preguntas, pero no me molesté en escucharlos. Solo quería llevar a ____ adentro para que nada pueda pasarle –Buenas noches caballeros – Empujé un poco a ____ para que avanzará y ella comenzó a caminar seguida por mí. Los flashes no paraban, ella tapaba su cara con su mano derecha.
Un hombre buena onda que se encontraba adentro nos abrió la puerta. Parecía que al fin íbamos a salir del caos hasta que escuché una voz a mi espalda. Mis músculos se tensaron y mis manos se volvieron puños. Solté la mano de ____ y giré mi cuerpo para quedar cara a cara con el fotógrafo y darle mi peor de mis miradas asesinas . Todo el mundo se quedó en silencio.

–¿Que mierda acabas de decir? – Grité.