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–No pienso bajarme – Dije de brazos cruzados desde adentro del auto.

–Vamos ______ – Hizo un puchero –Yo voy a cubrirte – Estiró su mano hacia mí.

Hace como quince minutos que el auto se había estacionado en la puerta del hotel. Habían tres guardaespaldas robustos que esperaban que bajáramos del auto para ayudarnos a entrar. Él intentaba convencerme de bajarme del auto en tan solo ropa interior a su hotel de cinco estrellas en dónde más de veinte fotógrafos lo esperaban. Estaba loco, no pensaba exponerme así ante todas las personas que podrían llegar a verme. Si tuviera el cuerpo de Jennifer, de Kendall Jenner, o de alguna modelo no dudaría en bajar, pero no. Tengo solo un abdominal y es mi panza.

–Duende, ¿que es lo peor que puede pasar? – Tenía una cara de comprensión combinado con ternura. –¿Por qué no te dejas llevar por el momento y lo disfrutas? – Apretó mi mano –Luego le vas a contar a nuestros hijos de esta divertida historia – Sonrió

–No – Dije fría –No voy a salir así delante de la gente refinada que está dentro del hotel.

–No me dejas elección – Se subió de nuevo al auto y pasó sus manos por mi cintura y me empujó con cuidado hasta la puerta del auto. Allí me levantó y me cargó en su hombro como bolsa de papa.

–Billie – Me sacudí como una lombriz para soltarme pero no funcionó –Escucha Billie Joe Armstrong todos tus fotógrafos van a ver mi culo – Mi trasero era la única cosa que se veía al lado de la cabeza de Billie.

–¿Estas loca? – Rió –Eres mi novia y tu culo casi inexistente es mío – Colocó uno de sus brazos encima de mi trasero para taparlo. Que caballero.

–Gracias, por tanto – Dije sarcástica. La sangre comenzaba a subir a mi cabeza.

Billie comenzó a caminar hacia la puerta del lujoso hotel mientras los fotógrafos hacían miles de preguntas y gritaban miles de cosas tan solo para tomar una foto de él en sus calzoncillos con su torso desnudo. Él solo los ignoraba y seguía caminando, yo tapaba mi cara con mis manos, la vergüenza me estaba matando. Uno de los hombres tiró de la puerta del hotel para que entráramos. Una vez ahí Billie me bajó con delicadeza, los fotógrafos aún estaban ahí apoyados contra el vidrio del hotel.

–No fue para tanto ¿verdad? – Acarició mi cabello con una sonrisa pícara en su rostro. Las personas que se encontraban en el hotel, con vestidos de marca y accesorios nos miraban de arriba a abajo, comentando cosas como "Que atrevidos, no deberían recibirlos".

–Creo que estoy mareada – Llevé una de mis manos a mi frente. Mi cara estaba roja por la mezcla de que mi sangre había subido hasta ella y porque me había avergonzado tanto que me sonrojé de un color bordo.

–Billie Joe Armstrong – Se escuchó desde el otro lado de la sala con una voz que ya reconocía. Billie entrecerró sus ojos y maldijo con una serie de insultos en voz baja. Ambos nos dimos la vuelta para ver a su representante con un portafolios en una mano y su celular en la otra. Parecía que iba a salir humo de sus oídos. Movía su cabeza en forma de negación mientras más o menos trotaba hacia nosotros. –Me pueden explicar que pensaban en entrar al hotel así? – Señaló nuestro cuerpo de arriba abajo –Y ¿qué es esto? – Levantó su celular y lo colocó en nuestros ojos. Era un artículo de internet que se titulaba "Billie Joe Armstrong en Burguer King". Por lo que llegué a leer hablaba de que nosotros habíamos desperdiciado toda la comida para jugar como niños de dos años y luego salir del lugar a las risas para desnudarnos en el estacionamiento y subir al auto. Él que escribió la nota puso que muchas de las personas que estaban en el lugar sospecharon que estábamos drogados o algo por el estilo. Bajó su celular y se cruzó de brazos. Billie y yo nos miramos y mordimos nuestros labios para aguantarnos la risa. Sí que nos habíamos salido de control, pero no sabía que llegamos al punto de parecer drogados. –Ahora todo el mundo va a estar hablando de ti y _____ entrando al hotel desnudos – Nos miró con una mirada asesina –Quiero que ustedes, "tortolitos" – Hizo las comillas con sus dedos –Suban a su habitación y se bañen, le conseguiré ropa a _____ y se la daré a alguien para que la suba – Ambos asentimos con la cabeza. Le entregó a Billie una tarjeta para abrir la habitación, el me rodeó con su brazo y nos dirigíamos al ascensor –Y otra cosa, Billie Joe – Volteamos hacia Scooter –Quiero que luego bajen a tomar algo al restaurante y hablen con todos los fotógrafos de afuera para dar una humilde explicación de que, en realidad, estaban jugando, ¿está bien?

–Señor si señor – Respondió Billie llevando una de sus manos a su frente. Una risita salió de mi boca.

Subimos por el ascensor al último piso del hotel. Él tomó mi mano para que caminemos por el pasillo de alfombra hasta llegar a una enorme puerta de color marrón. Al lado de la misma había una placa que decía "Suite presidencial". Mis ojos se abrieron como platos. Billie ingresó la tarjeta en el lector y cuando la luz pasó de rojo a verde, tomó el mango de la puerta y la abrió.

Su habitación era del tamaño de mi departamento. Apenas entrabas, había una "pequeña" sala con dos sillones y una mesa ratona, luego había un pasillo que te llevaba a la habitación, esta tenía una cama de 2x2 que parecía digno de la realeza. El baño tenía un súper ante baño con espejo enorme y un yacusi junto a una ducha.

–Esto es hermoso – Dije tirándome en la cama con las manos abiertas. Billie estaba intentando embocarle al enchufe para conectar el cargador de su celular.

–Hubo mejores que esta – Dejó su celular en la mesita y se acostó a mi lado –Pero esta es la que más me gusta porque estás aquí conmigo – Giré mi vista para conectar mis ojos con los suyos. Levanté mi cabeza y la apoyé en su pecho mientras él me abrazaba con su brazo. Le di pequeños besos a su pecho y me levanté de la cama

–Es mejor que me entré a bañar.

–¿Que te parece si no desperdiciamos agua y nos bañamos juntos?

–Creo que es mejor desperdiciar agua por hoy – Sonreí caminando hacia el baño mientras se cruzaba de brazos –No tardo – Giré mi cabeza y le tiré un beso, él sonrió y me sacó la lengua. +

Cerré la puerta del baño y prendí la ducha. Con mis ojos busqué las toallas hasta que las vi sobre una repisa plateada. Esperé a que el agua se caliente como me gusta y entré a la ducha. Sentía como la mayonesa que había en mi pelo caía por mi espalda.

–Duende – Escuché que tocaban la puerta –Trajeron tu ropa ¿puedo abrir y dejártela adentro?

–Entra – Grité con shampoo en mi rostro.

Escuché como la puerta se abrió.

–Lo dejé sobre el inodoro – Gritó

–Está bien – Grité

–Te amo – Cerró la puerta del baño una vez más

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I love you [Billie Joe Armstrong y tú]Where stories live. Discover now