-Vamos, nos vimos en el ensayo de la banda hace un par de días –Este se rió.
Luka era el hermano mayor de Juleka, no tenían mucho conociéndolo realmente, tal vez un mes y eso era mucho. Alya, Nino y Marinette iban a ver constantemente los ensayos de la banda que tenían junto a sus demás amigos y entre estos... Adrien. A pesar del tiempo, todos le tenían aprecio y confianza, podían hablar con él cada vez que quisiera, era un gran chico.
Alya era buena para leer a las personas por medio de sus expresiones, y, desde el primer día que vio a Luka... pudo notar algo.
-¿Solo llevarás helado? –Le preguntó.
-Así es, aunque no es para mí –Le dijo pagando.
-Ah ¿no es así?
-No, de hecho...
Tal vez Marinette se podría molestar con ella luego de lo siguiente que iba a pasar, pero Alya quería ver algo. Quería confirmar aquello que notó el día en que conoció aquél joven guitarrista de ojos claros.
-Es para Marinette, no se encuentra muy bien –Le dijo llamando su atención.
-¿Le pasa algo? –Preguntó con algo de preocupación en él.
-Una desilusión... -Respondió saliendo de la tienda a su lado. –De hecho... me preguntaba si podías llevarle esto por mí –Debía inventar una excusa rápido –Es que mamá me mandó un texto donde dice que me necesita urgente en casa y bueno, no quiero dejarla sola ¿crees que podrías darle un poco de apoyo emocional por mí? –Se atrevió a preguntar –Nos veremos en el parque justo ahora, por favor.
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¿Una desilusión? ¿Por qué Marinette estaría desilusionada? Acepté al favor de Alya, quería verla y ver en qué podía ayudarla, ella era mi amiga.
Sí, mi amiga, la amiga de mi hermana menor, aquella que conocí el día que formamos la banda de manera oficial, y la que sin duda me llamó la atención a primera vista, no mentiré.
Tomé el helado y fui al parque, el punto de encuentro. Entré y la busqué con la mirada hasta poderla encontrar. Estaba sentada en una banca bajo la sombra de un árbol mirando hacia el suelo, se veía triste, no había duda.
-Entrega a domicilio –Dije sentándome a su lado y enseñándole el helado.
-¡¿Luka?! –Está demás el decir que se asombró de verme, y era obvio, esperaba a su amiga -¿Qué le sucedió a Alya?
-Tuvo en una emergencia y me envió en su lugar –Respondí a lo que ella bajó la mirada con una sonrisa leve -¿Te molesta que haya venido por ella? –Pregunté al ver su reacción.
-¿Qué? No, para nada –Respondió torpemente –Lamento si te hice creer algo distinto, es solo que...
-No ha sido tu día –Le interrumpí, a lo cual ella me miró en asombro.
-Alya te dijo ¿no es así?
-No, no realmente. Solo me dijo que necesitabas apoyo.
Ella me miró con una triste sonrisa, sus ojos estaban vacíos, no me gustó verla así.
-¿Quieres contarme que sucedió?
-Es... -Parecía que no era fácil –Es por Adrien –Me reveló por fin.
¿Adrien? Le miré confuso ¿qué tenía que ver nuestro chico del teclado con esto? Hasta que luego de pensarlo un poco... por fin lo entendí.
-Te gusta ¿no es así? –Pregunté con la mirada hacia el frente, las palomas jugaban delante de nosotros.
-Así es... y hoy –Enmudeció –Hoy nos presentó a la nueva como su novia, es decir ¡ya lo sospechaba! Pero una parte dentro de mí esperaba que no fuera cierto...
La miré en pena, realmente no me gustaba verla de esa manera. Abrí su helado y le di la pequeña cuchara de plástico para que comiera, ella lo recibió y me dio una leve sonrisa.
-Ánimo, Marinette –Quería alegrarla un poco –Eres una chica increíble, lo he notado –Le sonreí –No es lindo verte así –Incluso, y sin tener claro un porqué... me duele.
Sí, lo sé, ella me atrae, pero es solo eso, atracción por la amiga de mi hermana menor ¿por qué me dolería el que ella quisiera a otro chico? No lo entendía.
-Alya tiene razón –Suspiró –Sé que él no es el único en el mundo, pero –Se giró a verme –Pero es el único del que me enamoré, Luka –Sus ojos se cristalizaron.
Me quedé sin aliento al verla de esa manera, no lo pensé dos veces y la abracé dejando caer así el helado de sus manos.
-¿Luka? –Se sorprendió, pero también se dejó llevar.
Me abrazó fuerte, hice lo mismo. Lloró en mi hombro, sentía cómo sus cálidas lágrimas mojaban mi prenda, cada vez lo hacía más fuerte, y más fuerte yo la abrazaba. Quería que se sintiera segura, en confianza, que estuviera cálida, que mi compañía le diera comodidad y mis brazos refugio.
-Anda, llora y drena todo lo que sientes, Marinette –Le dije apartándola de mí y viéndola a los ojos –Estoy aquí para ti –Con las yemas de mis dedos limpié delicadamente sus mejillas mientras le sonreía tiernamente, ella me miraba, me hubiera gustado saber que pasaba por su mente, pero antes de preguntarle, se abalanzó sobre mí mientras volvía a llorar.
-Soy una torpe –Dijo entre lágrimas.
-No tienes porqué tratarte así, Marinette.
-Pero, de todos los chicos de París ¿por qué él? –Me decía viéndome a los ojos -¿Por qué aquel no puedo tener?
-Porque somos humanos, y no mandamos en nuestros corazones. Por eso él, porque las mejores cosas pasan sin ser planeadas, y enamorarse es una de las mejores cosas que nos pueden pasar, Marinette. Así que no creas que querer a alguien es un error, porque no es así.
-...Luka.
Le sonreí dulcemente y quité su cabello de su rostro, ella me devolvió la sonrisa, me gustaba verla sonreír.
-Sé que te sientes mal ahora. Pero mañana es un nuevo día, y luego de ese... vendrá otro y así. Poco a poco, sanarás ¿y sabes lo mejor? Tus amigos estaremos ahí para ti viéndote mientras lo logras.
-Eres un gran amigo, Luka. Siempre sabes qué decir –Me dijo y agradeció con un beso en la mejilla.
Seguimos charlando un poco, la hice reír mucho, y realmente... es todo lo que quería lograr en ese momento. Tal vez, en la noche lloraría sintiéndose sola mientras abrazaba alguna almohada o peluche, pero ahora, ahora yo la hacía sonreír, ya no lloraba de tristeza, sino de risa, y puedo jurar que se sintió realmente bien tener ese momento con ella, solo nosotros dos.
Quiero hacerla feliz
Pasó por mi mente en ese momento de verla reír con sus ojos cerrados, ella, una chica de tan puro corazón, ella, quien lloraba por quien probablemente ahora sonreía, ella, aquella que su linda sonrisa no se borraba de mi cabeza... merecía eso y mucho más.
¿Y saben algo? Tal vez yo solo era un amigo... pero estaba seguro de que lo lograría. La haría feliz.
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Siempre •Lukanette•
Romance"Y si tal vez... ¿solo fue un capricho?" Ella no lo sabía, pero estaba a punto de descubrirlo. °•°•° Los personajes de la historia le pertenecen a Thomas Astruc °•°•°