Siempre •Lukanette•

Capítulo 03

Llegué a casa, bueno, esa noche la pasaríamos en el barco, era muy frecuente que Juleka y yo nos quedáramos ahí para cuidarlo, nuestra casa no estaba tan lejos después de todo, así que si necesitamos algo, solo íbamos por ello. Además, mamá si se quedaba allá. Era un acuerdo, ella cuidaba la casa y nosotros aquí.

Sentía pena por Marinette, creo que nadie merece sentirse de esa manera, pero suele ser algo inevitable a veces ¿no? Como sea, estar con ella me dio un sentimiento extraño, más allá de lástima. Tomé mi guitarra y me dejé llevar por ella sentado sobre mi cama.

-¿Todo bien?

-¿Por qué estaría mal?

Le respondí con algo de risas a mi hermana quien acaba de entrar a mi camarote. Solo se sentó a mi lado.

-Realmente... no lo sé. Pero siempre sueles hablar atreves de tu guitarra, y esa melodía... es confusa.

-¿Crees que esté confundido, Juleka? –Bromeé entre risas.

-No lo creo –Me quitó las manos de mi guitarra para que dejara de tocar y le prestara más atención –Lo confirmo, dime, Luka ¿pasa algo?

Yo solo la miré y sonreí. Entre nosotros no podían haber secretos, fácilmente podíamos descifrar si alguno tenía algo, justo como ella lo acaba de hacer conmigo.

-Verás, vengo de hablar con Marinette –Dije colocando mi guitarra a un lado cuidadosamente.

-¿Marinette? –Me miró extrañada –Es cierto que esto de Adrien y su nueva novia le ha afectado, pero no lo entiendo.

-¿Qué no entiendes?

-¿Qué te tiene confundido, Luka?

Enmudecí, era cierto ¿por qué estaría confundido por algo como eso? Es decir ¿en qué me afectaba?

-No lo sé, Juleka –Me senté al borde de la cama junto a ella.

Mi hermana solo me miró y arqueó una ceja mientras sonreía.

-¿Qué sucede? –Le pregunté en confusión.

-Oh nada –Dijo mientras se ponía de pie y se marchaba –Mamá dice que la cena está lista.

Salí y comí con ambas, pero Juleka no dejaba de mirarme, sonreír y confundirme, en fin, solo le seguí el juego. Terminada la cena ayudé a mi hermana a recoger la mesa.

-Oye –Le llamé –Mañana iremos al cine ¿no es así?

-¿Hum? –Me miró dejando todo en el fregadero -¿Por qué preguntas? –Se ríe –Sabes que es una tradición nuestra ir cada segundo martes del mes, Luka.

-Lo sé –Reí –Pero solo quería confirmar.

Arreglamos la cocina entre ambos como cada noche hacíamos, ese era el trato, mamá nos cocinaba y nosotros limpiábamos la cocina y aunque mamá apoyara el desorden, la cocina si debía estar limpia, era simple cuestión de higiene.

Me despedí de mamá quien ya se iba y de mi hermana para así irnos a dormir, estaba algo agotado realmente. Me quité mi camisa y puse una bermuda para dormir algo más cómodo esa noche. Me recosté sobre mi cama mirando el techo sin expresión alguna con la cobija hasta mi cadera y brazos bajo mi cabeza.

-Confundido... ¿por qué estaría confundido?

Suspiré cerrando y abriendo mis ojos. Ahí la recordé. Recordar su sonrisa había logrado que se formara una en mí. Me giré y quedé frente a mi pared para intentar dormir, pero era en vano. Los recuerdos de esa tarde invadían mi mente como si de la mejor melodía se tratase, de nuevo, me dolió verla sufrir, pero al recordar su risa a mi lado y saber que era yo quién la había logrado... reponía todo.