Siempre •Lukanette•

Capítulo 12

-¡¿A la piscina?!

-Así es, amiga. Anda, iremos todos

-¿Por todos quieres decir...?

-TODOS, Marinette. Toda la banda irá.

Habían pasado ya cuatro días desde que Luka me visitó. Me encontraba mucho mejor ya de mi lesión gracias al cuidado de mis padres. Las chicas habían ido por mí a casa, querían celebrar que ya estaba bien, que nos habían dado días libre en el instituto luego de entregar el proyecto y que además... Kagami ya había llegado, así que propusieron ir a la piscina.

-Te esperamos abajo, no te demores.

Solo suspiré y arreglé mis cosas para poder bajar. No sabía que traería el día, vería a Adrien junto a Kagami luego de días, pero... también estaría Luka. Tal vez hoy era el día para ponerle fin a las confusiones en mi cabeza.

Bajé y ahí estaba él, en la sala hablando con mis padres. Sentí algo al verlo, solo que... no sé explicarlo.

-Hola, Marinette –Saludó dulcemente.

-Hola, Luka ¿dónde está Alya y los demás? –Pregunté acercándome a él.

-Ellas esperan abajo en la entrada a Nino –Respondió –Dijo que no demoraba en llegar.

-Luka nos preguntaba cómo seguías, así que se quedó platicando con nosotros –Mencionó mamá.

-Estoy mucho mejor –Le sonreí -¿Bajamos?

-Claro, Marinette.

-Ten mucho cuidado, hija –Despedía mamá.

-Cuídala, Luka –Pidió papá, sonrojé un poco.

-No se preocupe, señor –Respondió en leves risas.

Bajamos y saludé a los demás, Nino ya estaba ahí, así que solo esperaban por nosotros para irnos.

Iríamos a la estación de trenes, así llegaríamos más rápido a nuestro destino. Por comentarios en el grupo pude enterarme que Adrien y Kagami nos esperarían allí.

Bajé mi mirada, no sabía que me esperaría al llegar ¿me dolería de la misma manera que antes el verlos? Había sacado ya un par de conclusiones antes, pero...

-¿Todo bien? –Preguntó él acercándoseme a mí.

-Sí... no te preocupes.

Él no dijo nada, pero sabía que yo mentía.

-Todo con calma, Marinette... -Fue lo que dijo y me sonrió.

Aún sin saber exactamente qué tenía yo... sabía que decir. Él tenía razón, debía tomar la situación sin desespero, debía empezar acostumbrarme a verlos. Además, Luka estaría conmigo después de todo.

El camino en tranvía lo hizo más rápido. En el resto de camino Luka y yo no volvimos hablar. Íbamos en asientos diferentes, podía verlo mirar por la ventana sin expresión alguna, se veía tranquilo, era lindo verlo así.

No dejaba de mirarlo de manera discreta ni de sonreír... hasta que se giró a verme.

Sentí una ligera vergüenza y cómo me ponía colorada, él solo empezó a reír suavemente haciendo que yo también lo hiciera.

-¿Pasó algo? –Preguntó su hermana.

-No, nada –Negué tímidamente.

Vi cómo se giró a ver a su hermano, luego de nuevo a mí.

-Entiendo... -Fue todo lo que dijo en ligeras risas.

¿Será que fui muy obvia? Juleka había notado algo... o quizá Luka había hablado con ella.