Capítulo 06

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-¿Juleka?

Ahí estaba mi insomnio, aunque claro, apenas eran las siete treinta ¿cuándo yo me iba a dormir tan temprano? Así que lo mejor era hablar y sacar eso del pecho con mi mejor amiga... mi hermana.

-Sabías que vendrías... -Ella rió al verme entrar en su camarote –Es imposible que te vayas a esta hora a la cama y menos sin tocar tu guitarra.

Yo solo reí y me senté en su cama mientras la veía peinarse frente su espejo.

-¿Sucedió algo hoy? –Me preguntó sentada desde su peinadora.

-Eso creo –No, se supone que ya no estaba "confuso" –Bueno, sí, para ser más claros.

-Y Marinette está involucrada ¿o me equivoco?

-No, no te equivocas –Me acosté en su cama mirando el techo.

-¿Así que por fin aceptaste que te gusta, Luka?

-No precisamente eso...

-¡¿Ah?! Pensé que a este punto tú...

-Me enamoré... –Dije al interrumpirla con una leve sonrisa en mí.

Yo miraba al techo y aunque no la vi... sé que debió poner una enorme expresión de asombro.

-¿Y qué piensas hacer? –Me preguntó, en su voz pude notar algo de alegría.

-¿Qué pienso hacer? –Suspiré –Nada... ¿qué podría hacer?

Lo siguiente que pude sentir fue uno de sus peluches en mi cabeza. Al parecer me acababa de arrojar lo primero que vio en su peinadora.

-¡¿Cómo qué nada?!

-Es que no hay nada que pueda hacer, Juleka –Le dije sintiendo pena por mí mismo... que patético –Más allá de hacerla feliz como su amigo.

-¡¿Me estás diciendo que te estás rindiendo sin si quiera intentarlo?! –Ya sonaba algo más indignada –Ese no es el Luka Couffine que conozco, ese no es mi hermano.

-No, Juleka... no es eso –Suspiré algo pesado –Ella está muy ilusionada con Adrien a pesar de todo y yo... bueno –No sabía ni cómo decirlo –Yo no quiero ser su segunda opción, no quiero que me vea como el clavo que sacó otro. Y sí, no sé lo que ella pueda sentir por mí o no, y tal vez me esté apresurando, pero... no quiero ser su "plan b" o su "chico de repuesto" De solo pensarlo... incluso duele –Volví a suspirar, mi tono al hablar era serio. No apartaba mi mirada del techo –Solo quiero hacerla feliz, ella lo merece después de todo, pero solo digo que me dolería que estuviera conmigo por el simple hecho de no tener más opciones ¿entiendes mi punto?

Hubo silencio.

-¿Juleka? –Me preocupé y me levanté subiendo solo mi pecho y dorso con apoyo de mis manos.

Ella se levantó y se acercó a mí. Se sentó al orillo de su cama, se veía triste.

¡Oh! Perfecto... acabas de deprimir a tu hermana.

-Luka...

-No debes sentirte así, hijo –Mamá la interrumpió.

-¡¿Escuchaste todo?! –Dije algo avergonzado.

-¿Cuándo entraste, mamá? –Preguntó mi hermana.

-Pasaba por la ventana y los pude escuchar, fue inevitable no entrar.

Siempre   •Lukanette•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora