Capítulo 2

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Capítulo 2 "Desconocido de clara mirada"

Llevaba menos de tres horas caminando junto a sus nuevos “compañeros”. Decidieron ir a Terminus a ver que sucedía y si podrían tomar algo servible. Los caminantes se acumulaban y Anabelle debía decapitarlos a todos.

Hubo un punto donde el humo se sentía demasiado al olfato, haciéndoles toser reiteradas veces. Ella tomó su fiel pañuelo que colgaba al cinturón y lo puso tapando su nariz y su boca.

Estaba todo en un silencio horrible, lo único que se escuchaban eran los gemidos y gruñidos que emitían los mordedores y el fuego arder ahora no tan a lo lejos.

Un mordedor se acercó a Marie y ésta chilló. Anabelle rodó los ojos para acabar con lo que le quedaba de cerebro al caminante.

—Deberíamos acampar, estoy muy cansado. — murmuró Alex arrastrando cada palabra en un tono de cansancio.

'Tú también estás cansada' pensó Anabelle, pero le ignoró y siguió caminando a paso decidido... Ella era decidida.

—¿Qué? ¿Acaso no has escuchado? Tenemos que descansar. — sentenció de nuevo el muchacho al ver que la chica lo ignoró completamente.

Anabelle iba adelante mostrándoles la espalda, pero ni siquiera inmutó movimiento, seguía caminando hacia delante y a pasos firmes.

—No podemos acampar aquí, con el ruido del fuego atraerán más caminantes y podemos morir respirando ese aire contaminado si se hace más presente. — contestó Anabelle sin cambiar su ritmo de caminata.

—Ella tiene razón. — murmuró la más pequeña, que su voz era lenta y trabada tanto llorar por su hermano mayor, Marcus.

—Estamos a unas dos o tres horas. Llegaremos al anochecer. — sacó la cuenta Anabelle mirando al cielo.

—Espera. — susurró Alex señalando una figura en fuego que gritaba pidiendo auxilio.

Era demasiado tarde, esa personas que ardía en llamas llamó la atención de los caminantes haciendo que todos fueran a él.

—Oh por Dios. — susurró Alex apegando a Marie a su cuerpo y tapándole los ojos para que no viera aquella horripilante escena.

—No creo que sea buena idea ir a ese lugar. — dijo Anabelle señalando el edificio bañado en fuego que se veía a lo lejos.

Anabelle avanzó rematando a los mordedores que se le acercaban. Llegó a un lado del cadáver de un hombre que tenía una mochila de campamento. Anabelle la abrió y se sorprendió un poco con todo lo que había. Suministros, balas, armas de fuego, comida enlatada, linterna, baterías, una campera, una guía de sobrevivir y hasta una pistola eléctrica. Rió amargamente al encontrar el último objeto ¿Quién tuvo la descabellada idea de tener una pistola eléctrica en estos tiempos?

Los demás se acercaron a la muchacha y al ver la mochila abrieron los ojos. Anabelle tomó lo que más le servía -En eso comida, la guía de supervivencia y la pistola eléctrica-.

—Ten. — le dijo Anabelle a Alex extendiéndole comida y dos armas de fuego con los cartuchos llenos.

Alex le miró confundido y las tomó —Tú encontraste la mochila ¿Estás segura que no quieres las armas?

—No soy buena con las armas de fuego. — mintió. Ella era muy buena con las armas, y las de fuego podrían ser unas de las mejores en las que se especializaba, pero también eran esas con las que asesinaba a las personas a veces inocentes... Y jalar el gatillo una vez más le recordaría de golpe todo.

—Gracias. — imitó una sonrisa Alex mientras guardaba las cosas. Anabelle asintió agarrando las baterías y las linternas y guardándolas en su mochila.

You can't change me (Carl Grimes y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora