You can't change me (Carl Grimes y tú)

Capítulo 9 †Corto†

Capítulo 9 "WHEN IS LOST WORLD, PEOPLE ARE LOST"

Carl

El aire azotaba nuestros rostros. Las bocanadas de aire que tomaba eran liberadas por mi boca.

Acomodé el sombrero a mi cabeza y miré a mi izquierda.

Anabelle tenía los ojos achinados por los rayos del sol, usaba una coleta alta, aunque tenía mechones rebeldes al rededor de su rostro.

—–Anabelle. —– le llamó Daryl, ella levantó su vista y yo la aparté rápidamente.

Abrió paso al lado de Daryl y comenzaron a hablar de un tema en particular, desde mi posición no podía oír la conversación, pero notaba como Anabelle se tensaba ante cada palabra que salía de la boca de Daryl.

Sentí una mano en mi hombro, me tensé automáticamente pero noté que era mi amiga Michonne.

—–No creas que no he notado cómo miras a la hija de Daryl. —– murmuró Michonne, haciendo que yo bufara molesto.

—–No es que me guste, estoy alerta. Creo que soy el único que se ha dado cuenta que es peligrosa...

—–No eres el único, a mí también me tiene insegura. —– me interrumpió y luego suspiró. —–De todas formas no sé qué fue lo que pasó antes de encontrarnos, por lo qué pasó...

—–Sea lo que sea no tiene por qué tratarnos así. Sólo tratamos de ayudarla. —– comenté aún observando su conversación con Daryl, aunque casi ninguno de los hablaba, sólo de limitaban a negar o asentir con la cabeza a la pregunta del otro.

—–Uno puede sufrir un trauma, Carl. Tú sabes, ya te conté todo lo que cambié cuando perdí a Adrew.

—–Yo igual cambie cuando perdí a mamá. —– suspiré cerrando los ojos.

Los recuerdos de mi mamá azotaron mi mente, dándome unas ganas intensas de llorar.

Si tan solo hubiera sido un buen hijo los últimos días con mi madre, ahora no estaría lamentándome por haber sido un monstruo.

—–Este mundo está perdido, cuando el mundo está perdido, la gente está pedida... Pero lo podemos cambiar. —– sonrió vagamente mi amiga mientras con un movimiento de cabeza me mostraba unos caramelos de su mano. —–Son los últimos que me quedan, ¿quieres compartir uno conmigo?

—–Ooh, eres increíble. —– susurré intentando sonreír y tomar un dulce, desenvolverlo y echármelo a la boca para sentir el gustoso sabor en mi paladar.

—–Por los caramelos. —– chocó su puño con el mío la morena y seguimos avanzando con más rapidez, ya que Rick, mi padre, había acelerado el paso.

Las horas pasaban y nuestros pies se hacían más pesados. Mi padre no se detenía, y aunque tuviera unas ganas enormes de gritarle —–¡Detente un maldito minuto! —–, me las aguanté y seguí caminando junto a Michonne.

—–¡Creo que demos descansar, Rick! ¡Llevamos horas caminando! —– gritó desde atrás el pelirrojo algo irritado.

Mi padre levantó la mano en forma de aprobación y nos dejamos caer el piso por el cansancio, menos Anabelle que soltó un suspiro y lentamente se sentó para limpiar su katana.

"Maldición, olvídate de ella. Parece un psicópata pendiente de sus movimientos".