Contigo

2. Piensa en mi

Anaju

Los primeros días en la academia no fueron fáciles. El ritmo de trabajo era muy intenso y no teníamos tiempo para nada. Además, todas las noches había problemas y el sueño se acumulaba. Justo esta noche estaban gritándose Ariadna y Nick, y el pobre ha tenido que salir de la habitación. Yo ya no podía más, así que por primera vez en mi vida alcé la voz y dije un "¡basta ya!" con una voz que ni yo misma reconocia. 

Todos quedaron con la boca abierta ante mi reacción. Me fui de la habitación con mi almohada y mi edredón ante la atenta mirada de todos mis compañeros. Esta noche la pasaría con Nick en el sofá. 

Cuando llego lo encuentro cabizbajo, lo abrazo y me dice con un hilo de voz: 

- Anaju, perdona. Yo no quería que esto acabara así. Yo solo quiero dormir. 

- No te preocupes- le tranquilicé- Yo te entiendo perfectamente y, es más, esta noche seré tu compañera. 

Nick me producía muchísima ternura, así que me tumbé con él, acariciándole la cabeza y cantándole una canción que me cantaba mi padre para que me durmiera. 

Hugo

Me desperté el primero. No había dormido más que 2 horas pero aun así estaba activo. Me levanté de la cama sigilosamente para no despertar a Eva, que seguía profundamente dormida. Fui hacia el comedor para ser el primero en poder tomar café, pero vi en el sofá una imagen que me impactó. Nick y Anaju estaban abrazados. Han dormido abrazados toda la noche. No entendía el porque pero sentí una punzada en mi corazón. 

Aparté la mirada y fui hacia la cocina. Al coger el vaso, este se me resbaló creando un fuerte estruendo que despertó a la chica preciosa del sofá. Me miró, vino hacia mi y me dijo con la voz más dulce que había escuchado en mi vida: 

- Buenos días a ti también, rubito. 

Seguiendo mis impulsos, la abracé, fuerte, demasiado fuerte. Al principio se sorprendió pero pasaron pocos segundos hasta que me devolvió el abrazo. 

Así sí que son buenos días.