WHISPERS - Harry Styles

69. Fin

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Abbie

Anoche se llevaron a Harry a comisaria y pasadas unas horas esperando en la sala de espera, por fin salió. Me dijeron que lo llevarían a su domicilio, pero que bajo arresto domiciliario.

Tenía que hacer algo, no podía estar ahora sin verle después de la última conversación que tuvimos.

Le pregunté a Robert si podía quedarme con  él, obviamente me dijo que no, pero insistí muchísimo y al final cedió diciéndome que una vez entre en la casa de Harry, ya no podré volver a salir hasta que le tomaran declaración a Liam, y estuve de acuerdo.

Harry y yo estábamos en el sofá, uno en cada extremo.

— No debiste de decirle de Robert de quedarte aquí.

— Claro que debía, ¿qué haces tú aquí solo si no estoy yo? - Le guiñe el ojo y él sonrió en respuesta.

— ¿Y que haces tú aquí teniendo cosas que hacer?

— Harry, no tengo nada que hacer. Te recuerdo que ya no tengo trabajo y que ahora en la universidad, tras lo sucedido, nos han dado unos días.

— Pero no quiero que estés aquí encerrada por mi culpa.

— No es tu culpa, es más, a quien iban es a por mi, y te has metido en esto por mi, así que me merezco estar aquí contigo.

— No, las cosas que yo he hecho, las he hecho porque he querido, por lo tanto no es responsabilidad tuya.

— Y no digo que lo sea. Solo digo que también tengo parte de culpa, y no hay más que hablar. - Harry resopló en respuesta. — ¿Tienes hambre? - Él asintió. - Pues voy a hacer palomitas y vemos una película.

(...)

— Harry. - Lo llamé.

— Dime. - Me dijo desde el otro lado de la cama.

Lo observé por unos segundos, su torso completamente al descubierto, pudiendo así apreciar su maravilla de tatuajes, viendo como solo una simple sábana tapaba el resto de su cuerpo. 

Subí mi mirada a su cara, y vi como esos ojos esmeralda me miraban con atención y cariño después de haber hecho el amor numerosas veces. Sus ojos podían trasmitirme tanto... 

Estoy locamente enamorada de este chico, y ha sido totalmente inevitable, aunque nunca se me habría pasado por la cabeza no quedarme prendada de este hombre. Hasta con sus más oscuros secretos ha sabido llegar a lo más fondo de mi corazón, y nadie, ni en un millón de años podrá hacer que esos sentimientos desaparezca. 

Me siento como una completa adolescente con su primer amor, me pongo nerviosa cada vez que le miro a los ojos o que simplemente se acerca a mi. Me trata tan bien... Me siento protegida cuando estoy con él, con un solo abrazo suyo puedo sentirme en casa.

Me acerqué mucho más a él, si eso ya era posible. Apoyé un codo en la cama y le miré los labios. Me agache un poco para capturarlos con los míos en un cariñoso beso, aunque al final mordí con suavidad su labio inferior.

— Te quiero. - Le dije siendo lo más sincera que había sido en la vida, mirándole a los ojos. 

— Y yo Abbie, no sabes cuanto. — Me abrazó.