WHISPERS - Harry Styles

68. ¿Fuiste tú?

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—¿Fuiste tú quién disparó? – Pregunté, yendo al grano.

El chico, me miró, atónito.

—¿Cómo puedes dudar de mí, Abbie?

—¡¿Fuiste tú quien disparó a Liam?! – Repliqué.

Harry negaba con la cabeza, sorprendido. Sus ojos querían salirse de sus sitios y sus nervios parecían apoderarse de todo su cuerpo.

— No. Claro que no.

—Niall dijo que habías sido tú. – Añadí.

—¡¿Qué?! – Replicó.

—Él me dijo que tú eras capaz de cualquier cosa con tal de salvarme. ¿¡De verdad has hecho eso por salvarme, Harry?! ¡¿De verdad has sido capaz de matar a uno de tus amigos por salvarme?!

—Pero, ¡¿qué estupidez es esa, Abbie?!

—¿Y por qué le disparó Brad si a quien quería matarme era a mí?

—¡Porque él quería matarte, Abbie, sí! Pero yo le disparé para que no lo hiciese, y después el disparó hacia mí. Pero falló y Liam estaba en medio y le dio a él. Ese disparo era para mi. - Se tapó la cara con sus manos.

Fruncí el ceño, sin cuadrar muy bien la información que trataba Harry de explicarme.

—¿Por qué no puedo creerte, Harry? – Dije.

Tragué saliva y fui capaz de mirar a los ojos verdes que continuaban mirándome, sin apartarse ni un segundo.

— Tienes que creerme Abbie. Yo nunca dispararía a alguien que quiero. La situación se me fue de las manos y no pude evitar que Brad disparara, soy culpable por eso, pero yo no le disparé Abbie, tienes que creerme.

Mi gesto fue completa sorpresa, no sé porqué he dudado de la palabra de Harry. Ya no tengo esa confianza que le tenía.

— Siento haber dudado de ti, pero te creía capaz de matar a cualquiera por salvarme a mí. La historia que me contó Niall cuadraba a la perfección con la situación.

El ceño de Harry se frunció completamente, y su cuerpo incluso se desplazó un par de centímetros hacia atrás.

— ¿Me crees capaz de matar a uno de mis mejores amigos?

— Ahora sé que no Harry, pero tienes que entender que con la cantidad de cosas que he visto durante todo este tiempo, se me haya pasado por la cabeza. Juro que en cuento Niall lo mencionó le dije que no tenía ningún derecho a incriminarte así, pero conforme iba pasando el tiempo y veía que tú no aparecías, la historia cada vez se me hacía más real.

— Me duele, pero lo entiendo.

— Pero Harry, creo que ha llegado la hora de confesarte una cosa, porque sé que tarde o temprano va a salir a la luz, y quiero que lo oigas de mi boca y mi versión. Quiero que me escuches hasta el final y me dejes explicarme, al igual que yo te he dejado a ti. ¿Vale? - Harry asintió. Hice una pausa y cogí aire, porque lo iba a necesitar. - ¿Te acuerdas la noche que nos conocimos en el pub?

— Sí. - Contestó.

— Esa noche hice una apuesta con Niall. Niall se había dado cuenta de que desde el suceso que tuvimos en los baños, no pude quitarte los ojos de encima, me habías cautivado. Desde ese momento solo quería saber más de ti, conocerte. Desprendías misterio por todos los costados y quería saber que escondías debajo de esos ojos verdes. Cuando Niall estuvo esa noche a solas conmigo, me dijo que no conseguiría acercarme a ti, pero que si lo hacia, tendría que enamorarte en quince días.