ꔫ : Cuatro

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-Hablamos mañana, bebé. Yo también te amo... No, yo más...

Minho apoyó su rostro en sus manos observando a su amigo mientras este hablaba por teléfono.

Por fin eran vacaciones y Minho se sentía feliz por algo. Mientras Mina iba de vacaciones con su familia y debía hablar con Chan por teléfono o videollamada Minho lo tenía junto a él y se quedaría a dormir en su casa.

El de cabellos rosados terminó la llamada y dejó su celular de lado prestándole atención al chico en la cama.

-¿Qué haremos?

Minho le sonrió y se incorporó tomando asiento.

-¿Quieres jugar?- preguntó Minho y observó como el chico negaba lentamente-. ¿Quieres ir con los demás?- ladeó la cabeza con curiosidad y el contrario negó. Minho se cruzó de brazos y levantó una ceja-. Dime que quieres hacer.

-Lo que tú quieras- le ofreció una sonrisa.

Minho tomó una se sus almohadas golpeándolo con delicadeza en la cabeza a lo que el chico comenzó a reír.

-Vamos a comprar comida, tu mamá no está y tengo mucha hambre- se quejó llevando ambas manos a su estómago el cual hacía ruidos.

-Mi mamá no tiene porque hacerte de comer.

Minho se levantó y tomó dos sudaderas colocándose una él y dando la otra a Chan. A pesar de ser el clima frío aquel día el chico había llegado únicamente vistiendo short y camiseta así que Minho había encendido la calefacción pero una vez saliendo Chan terminaría enfermandose.

El pelinegro tomó un pantalón y una playera

-Channie, ven acá- sonrió acercándose a él y comenzó a desabrochar el short del chico.

Pasaron tan solo unos segundos antes de que Minho sintiera la mano de Chan en su cabeza y comenzó a reír.

-¡¿Q-Qué haces?!

Minho levantó la mirada, el chico estaba completamente rojo de la cara y sus labios temblaban un poco. Minho sonrió y se acercó a él aún más.

-¿Qué pasa, Channie?- sonrió-. Tan solo quiero ayudarte, afuera hace frío...

-¡Minho, me puedo vestir solo!

El mayor comenzó a reír y asintió alejándose un poco tomando espacio, tomó asiento en la silla giratoria frente al televisor y recargó su cabeza en el respaldo de esta.

Su curiosidad lo llevó a ver por el reflejo de la pantalla pero como este no era muy bueno se permitió girarse un poco a verlo. Chan estaba de espaldas a él así que ni siquiera lo notó.

Minho lo recorrió con la mirada, había visto el cuerpo del contrario así en varias ocasiones y en algunas otras había tenido la suerte de verlo completamente desnudo, imagen memorable que jamás borraría de su mente.

Minho sonrió observando desde el cuello y hombros del chico hasta su cintura y piernas. Decir que había fantaseado millones de veces con tocarlo era poco, Minho tan solo quería sentirlo bajos sus manos, poder acariciar cada parte de su cuerpo y si alguna vez pudiera hacerlo quizás para Minho sería el segundo mejor día de su vida, el primero fue cuando lo conoció.

El pelinegro sintió algo estamparse en su cara y salió de aquel pequeño trance observando a su amigo con una sonrisa divertida.

-¿Qué estás viendo?- se quejó Chan colocándose la sudadera de Minho encima.

-Esas lindas piernas tuyas- sonrió de lado y se levantó tomando la ropa de Chan del suelo para doblarla y dejarla sobre la cama.

Por su parte Chan sentía como el calor subía rápidamente a sus mejillas y su corazón comenzaba a palpitar más rápido. Minho siempre hacía aquel tipo de comentarios los cuales lo hacían sentir nervioso y ponerse colorado.

Love ꔫ Minchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora