ꔫ : Dieciséis

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-¿Alguien ha visto a Chan?- cuestionó Minho al llegar a la mesa donde sus amigos se encontraban.

-Nosotros estamos bien, que bueno que preguntes. Eres muy considerado, Minho ¿tú cómo estás?- dijo Jisung con obvia ironía y después de que Minho lo mirara mal el chico comenzó a reir-. No. Chan no vino a clases hoy.

-¿Qué?- ladeó la cabeza.

-Esperabamos que tú supieras algo- comentó Changbin mirándolo-. ¿Está enfermo?

-¿Qué le hiciste el fin de semana para que no haya venido hoy?- Felix movió ambas cejas hacia arriba y abajo y cuando Minho se sonrojó un poco el rubio y Hyunjin, que estaba a su lado, chocaron sus manos antes de comenzar a reír.

-Idiotas- Minho se quejó antes de alejarse de la mesa y sacar su celular marcando el número de Chan.

Uno, dos, tres timbres y Chan no respondió. Cuatro, cinco, seis y lo mandó a buzón.

Minho tomó el aparato entre sus manos escribiendo un mensaje.

-Ven a comer, hombre- escuchó a Changbin-. Seguro que está dormido.

Minho se giró hacia ellos y tomó asiento junto a Jeongin. Cuando las clases terminarán iría a verlo, podía verse exagerado pero eso no le importaría en lo absoluto, no cuando había visto a Chan tan desanimado y preocupado los últimos días, nadie lo conocía tanto como él para darse cuenta de las pequeñas señales que Chan daba.

[..♡..]

Minho se despidió de sus amigos antes de tomar el camino a casa de Chan y mientras sostenía con una mano el celular junto a su oreja con su otra mano buscaba en su mochila su billetera. Por fin, Chan respondió.

-¿Minho..?- su voz se escuchaba débil y quebrada.

-¡Dios! Por fin respondes- Minho sintió su corazón agitarse al escucharlo así, quería llegar lo más pronto posible-. ¿Estás bien?

-Si, es solo que me quedé dormido- comenzó a reír sin ánimos.

-No te escuchas bien- Minho se quejó-. No seas mentiroso.

Escuchó la risa de Chan del otro lado seguido de los quejidos del mismo al momento que comenzaba a toser.

-¿Chan?

-Me enfermé un poquito- se quejó y Minho lo escuchó suspirar-. ¿Qué estás haciendo, Min?

-Estoy yendo a tu casa.

-¿Puedo encargarte algo?

-Dime- Minho sonrió aunque el chico no pudiera verlo

-Toallitas y chocolate blanco, por favor.

Minho colgó después de asegurarle que el chocolate no se le olvidaría pues según Chan eso era su prioridad. Fue hasta la farmacia pues le compraría medicina para que Chan también había mencionado, una vez que tuvo todas las cosas se dirigió a la casa del chico.

El padre de Chan fue quien lo recibió, hacía mucho tiempo no lo veía pero él siempre fue mejor personas que la madre del pelirosa, le sonrió saludando y mantuvieron una conversación fluida en el recorrido hasta la habitación de Chan. En ese mismo recorrido Minho no pudo evitar mirar hacia la sala cuando la presencia de unas personas desconocidas le llamó la atención, vestían de forma elegante y hablaban con la madre de Chan y la de Mina.

-Hey- Minho sonrió entrando a la habitación de Chan donde esté se encontraba recostado en su cama cubierto por una sábana hasta las mejillas de tal forma que solo se veían sus ojitos brillando.

-Hola Minho- Chan sonrió mirándolo y extendió sus manos cuando observó la caja de chocolates.

El mayor se acercó tomando asiento en la cama junto a él y después de colocar los chocolates en manos del pelirosa llevó sus propias manos a la cara del chico comprobando que tenía algo se fiebre.

-¿Desde cuándo te sientes así?- Minho preguntó mientras sacaba de las bolsas de papel en sus manos parches reguladores y una caja de pastilla junto a una botella de agua-. ¿Por qué no has ido a un doctor?

-No es grave- Chan negó mientras rompía la envoltura de los chocolates. Minho negó arrebatando los dulces antes de que Chan pudiera probar el primero-. ¡Oye damelos!

-Primero vas a tomar esta pastilla y después podrás comer chocolates- dijo colocando una de las cápsulas en una mano de Chan y acercando la botella de agua a este.

El menor se quejó por unos segundos pero no puso resistencia, tomó la pastilla y después miró al chico frente a él y sonrió.

-Gracias por venir.

-Estaba preocupado, podrías enviarme un mensaje al menos- Minho lo miró entrecerrando los ojos y Chan comenzó a reír.

-Lo siento, no sé escribir mensajes mientras duermo- lo miró a lo cual Minho sonrió.

-Muévete- Minho hizo ademán con sus manos para que Chan se recorriera en la cama lo cual hizo sin poner resistencia.

-¿Qué haces? Si te acercas mucho también vas a enfermarte.

-Suena tentador- dijo Minho mientras se deshacía de sus zapatos y se metía debajo de las cobijas junto al chico-. Así no vamos los dos a clases, es injusto que solo tú puedas faltar.

Chan comenzó a reír y tomó con ambas manos la cobija para cubrir su cuerpo y el de Minho. El día no era para nada caluroso así que les permitía estar cerca y cubiertos. Colocó música en la pantalla que se encontraba pegada a la pared justo frente a la cama.

-Ven acá- escuchó decir a Minho antes de sentir como lo jalaba entre sus brazos haciendo que Chan se recostara sobre él apoyando su cabeza en el pecho de Minho-. Descansa aquí.

Chan no se movió ni un solo centímetro pues de otra forma Minho vería lo nervioso que se había puesto y lo roja que se encontraba su cara. Escuchó la música comenzar a sonar a un volumen bajo y decidió no subirlo. Estaba perfecto así.

El corazón de Minho latía con calma y con cada latido Chan sentía como su cuerpo se relajaba aún más.

-If you wanna dance then... dance witt me- comenzó a escuchar la dulce voz de Minho cerca de sus oídos-. It's pretty fast, but... this is what you do at parties, right?

Chan sonrió y se atrevió a abrazar a Minho acomodando su cabeza en el pecho de este con mayor confianza. Acercó su mano a la de Minho acariciandola con inseguridad por lo que el mayor la llevó hacia los dedos de Chan abriendo espacio entre estos con los suyos para poder entrelazarlas.

-And I know it's hard to tell but I think... I really like you...- Minho guardó silencio mientras la melodía siguió sonando. Chan levantó la mirada encontrándose con el rostro de Minho sumergido en una inmensa tranquilidad. El chico se había dormido.

Chan bajó un poco más el volumen y volvió a apoyar su cabeza en el pecho del chico. Tomó la mano de Minho con más fuerza acercandola a sus labios y dejando un suave beso en los dedos de este.

Sus ojos comenzaban a cerrarse poco a poco, no porque tuviera sueño precisamente, pero sentía un gran cansancio físico que le estaba venciendo sumándose a la melodía tranquila de fondo.

En los últimos segundos antes de sumergirse en el mundo de los sueños observó la puerta de su habitación abrirse y vio una figura bastante distorsionada de pie ahí. No sabía quién era y tampoco quiso averiguarlo, ya nada le interesaba más que estar con Minho y justamente el chico estaba en su cama debajo de él, ¿acaso algo más sería más importante que eso? La respuesta era no. Así que Chan se durmió.

Love ꔫ Minchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora