Nada es imposible || Billdip

•||Dia 5 {parte II} ||•

—Estabas equivocada.—Dijo Lucy con un tono de superioridad.

—¿Eh?—Dijo Eve confusa.

—Vino a verme...—Dijo el peligro para después soltar un pequeño suspiro.

—¿¡Q-que!?—Dijo la morena con un poco de indignación. 

—Me preguntó sobre sus deberes como consejero.—Dijo con una pequeña sonrisa. Eve sabía lo que significaba eso y sintió como volvía a ser superada por aquel Cipher.—La pena es que no llegaremos a hacer nada...—Dijo con un gesto de puchero. Eve no se lo podía creer. 

—¿De verdad?—Lucy asintió.—No te parece sospechoso todo esto...

—Si no lo hizo fue por bromear y dejarme con las ganas ¿Acaso no lo conoces?

—Pero...¿Y si no es eso?

—¿A qué te refieres?

—Hay algo en Gravity Falls de lo que Bill depende, está claro.—Dijo la morena intentando que Lucy sacara sus propias conclusiones. El pelinegro solo rió.

—Está claro que Bill disfruta viendo sufrir a los humanos, por eso adora pasar tiempo en Gravity Falls, pero no creo que tenga nada que ver conmigo.

—Pero...¿Y si no?—Dijo Eve intentando echar más leña al fuego.

—No...No creo... Déjame en paz.—Dijo comenzando a enfadarse y con un tono algo infantil.

—Haré ese trabajo por ti, descubriré si tiene algo que ocultar.—Dijo para después darle un fugaz beso en la mejilla y desaparecer en un chasquido.

♦

Dipper se dirigió a abrir la puerta de la cabaña, mientras que Mabel rezaba porque no fuera Pacífica. Cuando la abrieron hallaron a Bill tras la puerta.

—¡Pino!—Dijo el rubio con un tono de emoción.

—Estás de vuelta.—Dijo el castaño.

—Menos mal, nos confundimos de rubio.—Dijo Mabel volteandose para volver a su habitación.

—Mabel, deberías hablar con ella.—Dijo Dipper haciéndola frenar en seco.

—Okay...—Dijo sin apenas ilusión, que era lo que solía desprender.

—¿Por qué no pasamos todo el día juntos?—Dijo Bill que, sin esperar una respuesta, tomó del brazo a aquel castaño y tiró de él hacia el exterior de la cabaña.

—¿A dónde vamos exactamente?—Dijo el moreno siguiendole el rollo.

—Sinceramente no tengo ni idea.—Dijo Bill demasiado seguro de lo que decía.—Da igual, lo importante es pasar tiempo juntos de una maldita vez.—Bromeó Bill, pero que hizo sonrojar un poco a Dipper que no se esperaba aquella contestación.

Como no se me ocurre ningún otro lugar Bill y Dipper fueron inconscientemente a aquel claro dónde empezó todo. Se tumbaron en el pasto y observaron el firmamento. 

Una pregunta recorría la cabeza del castaño  una y otra vez, pero no sabía si debería formularla. 

—No pasa nada Pino.—Dijo leyéndole la mente

—¿A qué te refieres?

—No pasa nada en el inframundo. No te preocupes, todo está bajo control.—Bill se volteó hacia un lado para poder mirar a la cara al castaño.