•||Dia 4 ||•

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Hoy, por fin, resolverían todo el misterio.

Dipper anotó todas aquellas preguntas que rondaban por su mente desde el momento en el que descubrieron que Andrew estaba vivo.

Harían su último viaje interdimensional y Bill y Dipper podrían pasar todo el tiempo que quisieran juntos. O eso le gustaba pensar a aquel castaño.

Ya era oficial, estaban totalmente enamorados el uno con el otro, pero intentaban  que no se hiciese notar.

Una vez que Mabel, Bill y Dipper llegaron a la peculiar casa de Andrew escribieron en la máquina las coordenadas que el moreno había guardado en su bolsillo desde su visita al "futuro".

Una vez que el portal ocupó casi toda la habitación todos entraron a la vez y seguros.

La dimensión donde estaba Andrew era un poco extraña. Parecía un pueblo pequeño ambientado en la Edad Media. 

—¿Dónde estará Andrew?—Preguntó Mabel confundida. Bill elevó los hombros. Realmente nadie sabía por dónde empezar a buscar.

—¿Y si preguntamos por él? A lo mejor aquí lo conocen.—Preguntó el rubio aportando una idea un poco estúpida ya que se encontraban en un lugar prácticamente desierto. 

Habían pequeñas casitas encajadas formando una linea recta en cada lateral de aquel camino en el que habían aparecido.  A Mabel le pareció buena idea la proposición de Bill y se dirigió a llamar en alguna de la puertas.

—Mabel—Intentó detenerla Dipper.—Estamos en una dimensión totalmente desconocida y no sabemos a qué o a quién nos podemos encontrar. Yo que tu no haría caso a...

—¿Lo que dice un demonio todopoderoso consejero de Satán?—Dijo Mabel llamando a la puerta.—¿Qué otra cosa se te curre?

Dipper calló y Bill le sonrió. Esta vez Mabel tenía la razón.

La puerta se abrió.  Lo que parecía una campesina se hallaba tras ella.

—¿En qué puedo ayudarlos?—Dijo ella sin abrir demasiado la puerta.

—Buscamos a Andrew ¿Sabe quién es?—Preguntó Mabel.

—No...Creo que no sé quién...

—Es alto, tine gafitas, el pelo pelirrojo...—Comenzó a describir Bill.

—Creo que sé dónde puede estar.—Dijo la chica sin estar del todo convencida.

—¿Dónde?—Preguntó Mabel.

Ella señaló con la cabeza a una especie de construcción situada en una montaña,  que estaba a menos de un kilómetro de allí.

—Tened cuidado... Hay monstruos por todas partes.—Y cerró la puerta.

Bill comenzó caminar sin nigún tipo de temor. Dipper esperó a que Mabel se incorporara al grupo para poder caminar todos juntos. Y sin más, se dirigieron a aquella misteriosa cumbre.

—¿Qué tienes pensado preguntarle a Andrew?—Dijo Bill interesado.

—Realmente, quiero saber por qué fingió su muerte, quiero saber qué pasó y por qué dejó de ser tu mente cuando estabais a punto de conseguirlo. ¿No tienes curiosidad?—Preguntó el castaño.

—Por supuesto que quiero saber, pero este sitio no me da muy buenas vibraciones.—Bromeó Bill.

Cuando ya llegaron al pie del montículo comenzaron a subir las escaleras que se encontraban un poco desordenadas, como si hubieran sido esparcidas en la montaña, y que darían a la última planta de aquella extraña construcción.

Nada es imposible || BilldipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora