Nada es imposible || Billdip

•||Dia 3 {Parte V} ||•

Dipper salió de aquella pirámide gigante con un revuelo de emociones. Por un momento pasó por su cabeza la idea de no conseguir cumplir lo prometido. Quería que Bill fuera feliz, pero sería muy difícil llevar todo aquello a cabo. 

Debía intentarlo, por muy difícil que pareciera. Además no estaban 

 Y si llegaban a conseguirlo, además de que Ford lo castigaría de por vida, había muy pocas probabilidades de que volviera a ver a aquel rubio. Bill, se quedaría en Reverse Falls y la máquina de Andrew no podría resistir a muchos viajes más de los que ya estaban programados. 

Tampoco podría plantearse la idea de que Bill se quedara con él en Gravity Falls. No sabía si lo que sentía aquel rubio lleno de incógnitas era lo suficientemente real. Aún que Bill estuviera enamorado de aquel castaño, ¿Qué podría hacer Dipper? ¿Dónde podría quedarse Bill, si Ford jamás permitiría que se vieran? Todo aquello hacía que Dipper se sintiera demasiado nervioso. 

—Pino ¿Estás bien?—Dijo el rubio con un tono leve de preocupación. 

El castaño asintió mirando hacia un lado. Bill lo tomó del brazo. Los demás estaban a varios metros por delante y realmente no le importaba que los vieran, más que nada porque nadie podía verle a él, por ahora. 

Dipper se ruborizó al instante, no se había parado a pensar en que esa pregunta para Bill sobraba, que era en vano mentirle. Era probable que aquel rubio hubiera leído todos y cada uno de aquellos pensamientos.

—Ya sabes que me pasa ¿verdad?— Dijo el castaño mirando a los ojos a su contrario.

—Yo diría que eran demasiados pensamientos para no leerlos.—Intentó bromear Bill, sin abandonar el contacto visual.

—¿Y...?—Preguntó Dipper intentando que Bill continuara. El rubio tardó en responder y suspiró. Comenzó a pensar en cómo podría solucionar aquel momento. Bill era un demonio, no estaba acostumbrado a todas aquellas liosas emociones que ni él sabía descifrar. Hasta entonces  lo más importante para él era conseguir su cuerpo, pero ¿y después qué? ¿Qué sería de Dipper? ¿Acaso volvería a verlo? 

Mabel, Wendy y Soos llegaron al portal y se miraron confusos.

—¿Dónde está Dipper?—Acabó preguntado Mabel. Se giró y lo pudo ver a escasos metros de ellos.—¡Bro, no tenemos mucho tiempo!—Gritó la morena.

Dipper apartó la mirada de los profundos ojos de Bill para mirar a su hermana.

—Tenemos que irnos.—Aportó Dipper casi susurrando. En aquel momento el castaño se sintió algo decepcionado.

Habría deseado que Bill le hubiera dicho a la cara que lo quería y que haría todo lo posible para poder verlo de nuevo después de conseguir lo prometido, pero intentó no pensar en ello, para que Bill no lo supiera, por razones que ni él entendía. 

Bill asintió y sin decir nada ambos caminaron hacia el portal.

°º°

Dipper comenzó a agregar todos los números de las coordenadas que le había otorgado el Bill del futuro en aquella máquina. Cuando lo consiguió se volvió a escuchar la voz irritante que salía de ella y un portal, que combinaba diversos azules, se comenzó a generar en aquel espacio. 

Dipper, fue el primero en entrar en el portal, con la cabeza alta y intentando aparentar la persona más seria y segura del mundo. Bill le siguió. Mabel, Soos y Wendy entraron unos segundos más tarde. 

Aquel lugar era prácticamente igual a Gravity Falls. Por un momento, Dipper pensó que no habían cruzado ningún portal y que seguían en aquella aburrida casa.