•||Dia 3 {Parte VI} ||•

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Dipper Gleeful quería evitar que aquella pelirroja maleducada entrara en su lujosa casa, pero algo se lo impedía. Miró de reojo a Will ¿Estaría utilizando sus poderes?

Una vez que todos estaban dentro se pudo escuchar la voz del peliazul que se acercó para recibirlos.

—Déjalos pasar... Sé quienes son.—Dijo Will para después finalizar el hechizo.

—Es exactamente igual a Bill... Solo que con el pelo azul.—Dijo Dipper atónito.

—Entonces debes de ser Will Cipher ¿no?—Preguntó Soos a pesar de que era obvio.

—Efectivamente.—Dijo el peliazul dedicándoles una sonrisa.

—Will, ¿Sabes cómo puedes sacar a tu hermano de mi mente dándole una forma propia?—Preguntó Dipper.

—¿Me puedes explicar quiénes son estos?—Dijo Dipper Gleeful, comenzando a estar furioso.

—Provienen de la dimensión de mi hermano, tengo mucho que explicarles.—Dijo Will comenzando a andar para que les siguieran  al salón principal.

Nadie aportó nada ya que todos tenían una curiosidad intensa por saber qué les iba a contar. Incluso Dipper Gleeful que quería ver en qué lío interdimensional estaba metido aquel peliazul, del que no le había hablado. Una vez que llegaron, se sentaron en un sofá enorme que ocupaba un cuarto de la sala y, como la gran cantidad de muebles de aquella mansión, tenía un color azul intenso.

—Cuando Bill murió, perdiendo así su forma física, todos los demonios nos reunimos para consultarle a Satán la pérdida y la derrota de la conquista.—Dijo Will. Dipper (Gleeful) no estaba entendiendo nada, pero en cambio Dipper (Pines) estaba comenzando a interesarse demasiado.—Entonces, como a este le gusta ver ciertas rivalidades entre demonios, utilizó sus poderes de adivinación y dio dos versiones diferentes de lo que iba a pasar. Cada demonio debía apostar a una de ellas. Se le daría a Bill un plazo de 3 años en el que tendría que aprender a convivir con un Pines sin utilizar ningún tipo de poder. En caso de conseguir forma propia por su cuenta se le otorgaría un puesto importante en el inframundo, a él y a todos lo que votasen a favor de esa versión. En caso de que no lo consiguiera le otorgarían poderes a Bill y le ayudarían a dominar Gravity Falls, pero no ascendería de categoría en el inframundo. Todos los que votasen a este hecho se les otorgaría poderes expeciales.  Como era de esperar, nadie votó porque Bill lo consiguiera con ayuda de un mortal, excepto yo, porque sabía que él acudiría a mi.

—Entonces... si ahora lo devuelves a su forma física ganarás la apuesta.—Dijo Dipper. Will asintió.

Bill se quedó callado. Podría conseguir un alto cargo en el inframundo. Pero... ¿Qué pasaría con Dipper?

—Pino... ¿Podemos hablar?—Preguntó Bill.

—C-claro Bill...—Contestó Dipper.

Ambos salieron de la sala y el rubio comenzó a hablar.

—Al parecer no se olvidaron de mí... Creo que después de todo podré volver a ser uno más.—Dijo Bill con una sonrisa ladeada. Lo que siempre había deseado aquel rubio era formar parte de un puesto más alto en el inframundo. Sin depender de mortales y sin estúpidos tratos que, por mucho que los disfrutara interfería en sus poderes.

A Dipper se le apagó la sonrisa, una vez que Bill estuviera en el inframundo ¿podría volver a verle? Sin darse cuenta una lágrima corrió por su megilla. Bill la observó y la apartó de su cara con el pulgar.

—Dile que me devuelva a mi forma, Dipper.—Dijo Bill.—Si no, Gravity Falls será reinado por muchísimos demonios. Es tu hogar, no hay otra salida.

Nada es imposible || BilldipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora