XIV

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El padre Hummer recorría el circuito de paredes de piedra que les rodeaban. No había ventanas, parecía una prisión de sólida construcción, de muros tan gruesos que sin duda aislarían todo sonido. La luz no penetraba las paredes, la completa oscuridad era muy opresiva. El sacerdote había amontonado todas las mantas disponibles sobre el cuerpo helado de Baeckhyun, pero estaba seguro de que el había muerto por la pérdida de sangre. No detectaba su pulso ni su respiración desde que les habían metido a empujones en el interior de la habitación.
Después de bautizar primero a Baeckhyun y luego hacerle los rituales finales, el padre Hummer empezó a andar a tientas por la habitación con la esperanza de encontrar una manera de escapar. El vampiro Andre estaba utilizando a Baeckhyun para atraer a Chanyeol a este lugar. Y Edgar, que conocía tan bien a Chanyeol, sabía que el plan no podía fallar.
Chanyeol vendría, y que Dios se apiadara del alma de Slovensky. Un pequeño sonido, un leve resuello estremecido de unos pulmones respirando, atrajo su atención. El padre Hummer regresó a tientas junto a Baeckhyun.
Su cuerpo temblaba de forma descontrolada bajo la pila de mantas. Estaba más frío todavía. El sacerdote lo rodeó con los brazos, buscando alivio para los dos.
- ¿Qué puedo hacer para ayudarte? Baeckhyun abrió los ojos. Podía ver en la oscuridad con claridad, examinó la sólida celda y luego el rostro preocupado del padre Hummer.
- Necesito sangre.
- La donaré con sumo gusto, mi niño -respondió al instante.
El percibió la debilidad del sacerdote. En cualquier caso, Baeckhyun nunca podría tomar sangre a la manera carpatiana.
Su mente buscó a Chanyeol, una reacción automática. El dolor explotó en su cabeza. Gimió un poco llevándose las manos a las sienes.
No lo intentes, pequeño.
Chanyeol sonaba fuerte y tranquilizador. Conserva tus fuerzas. Estaré ahí pronto.
¿Esta Kris vivo?
Enviar el mensaje perforó su cráneo con fragmentos de cristal.
Gracias a ti. Descansa.
Fue una orden, una exigencia clara e imperiosa. Una sonrisa se dibujó en la tierna boca de Baeckhyun.
- Hábleme, padre, distráigame.
-Estaba muy débil pero no quería que el sacerdote se preocupara tanto por eso.
- Hablaré bajito por nuestra seguridad -dijo Edgar cerca de su oído-. Chanyeol va a venir, ya lo sabes. No nos dejaría nunca aquí.
-Le frotó los brazos con las manos para intentar darle calor a su consumido cuerpo. Baeckhyun hizo un gesto de asentimiento, una tarea difícil pues su cabeza parecía de plomo:.
- Sé cómo es él. Daría su vida por nosotros al instante.
- Eres su pareja. Sin ti, se convertiría en el vampiro de las leyendas, un monstruo sin parangón para la raza humana.
Baeckhyun tenía que esforzarse con cada respiración.
- No se crea eso. Tenemos nuestros propios monstruos perversos. Les he visto, les he perseguido. Son igual de malos, absolutamente. -Agarró la manta para pegársela aún más-. ¿Alguna vez ha visto al amigo de Chanyeol, Yugyeom?
- Le llaman el taciturno. Le he visto, por supuesto, pero sólo en una ocasión. Chanyeol ha expresado sus temores por él a menudo.
La respiración de Baeckhyun producía un sonido sibilante, áspero, en el silencio de la celda.
- Es un gran curandero, padre. -Cobró aliento otra vez con un estremecimiento-. Y es leal a Chanyeol. ¿Creéis que hay esperanza para su raza? El sacerdote hizo la señal de la cruz sobre la frente de Baeckhyun, en la parte interior de sus muñecas.
- Tú eres su esperanza, Baeckhyun. ¿No lo sabes? Chanyeol le tocó la mente en ese momento. Estaba más cerca. La unión entre ellos era poderosa. Lo llenó de amor, lo rodeó con sus brazos fuertes y protectores. Aguanta, amor mío.
Su voz era pura seducción de terciopelo negro, pura ternura en su mente.
No vengas a este lugar maligno, Chanyeol. Espera a Yugyeom , le suplicó el.
No puedo, pequeño.
Unas luces parpadearon en la habitación, se encendieron y se apagaron de nuevo como si estuvieran conectando un generador. La mano de Baeckhyun encontró la del padre Hummer.
-He intentado detenerle, advertirle, pero vendrá.
-Por supuesto que sí.
-Los ojos de Edgar pestañearon con la repentina luz. El padre Hummer estaba preocupado por Baeckhyun.
Su respiración sonaba ahogada, fatigosa. La pesada puerta crujió y rechinó al abrirse. James Slovensky se asomó a mirarles. Sus ojos se pegaron al rostro de Baeckhyun como si le atrajera de un modo irresistible. Los ojos azules de el encontraron su mirada desde el otro lado de la habitación.
- ¿Qué te pasa? -quiso saber.
Una débil sonrisa burlona curvó su suave boca.
- Me muero, creo que cualquiera podría darse cuenta. -Su voz sonaba grave, un mero hilo de sonido, pero tan musical que era imposible no sentirse embelesado por el.
Slovensky se adentró un poco más en la habitación. Baeckhyun podía sentir a Chanyeol dentro de el, cobrando fuerza y poder, agazapado y esperando para atacar. También sintió un repentino desasosiego. Espera. Viene el vampiro.
Metió aire en sus fatigados pulmones con un estremecimiento; su sonido era cada vez más angustioso, más audible en la habitación. Slovensky fue empujado como si tal cosa a la otra punta de la habitación con un poderoso manotazo de Andre. Su figura apareció en el umbral, con el rostro encendido gracias a un reciente asesinato. Su mirada apagada mostraba cierto desprecio, una promesa cruel de violencia.
- Buenos días, querido mía. Soy Andre; he venido a buscarte para llevarte a tu nuevo hogar.
Se deslizó por el cuarto, era evidente que disfrutaba del poder que ejercía sobre todos ellos. Mientras se aproximaba a Baeckhyun, los ojos se le oscurecieron de rabia.
- Te dije que te alimentaras del sacerdote.
- Yo te dije que te fueras a la mierda. -Habló con su voz suave y musical, picándole de forma deliberada.
- Ya aprenderás que es mejor obedecerme -soltó con brusquedad. Furioso por aquel desafío, cogió al sacerdote por la parte delantera de la camisa y lo lanzó contra la pared de piedra. Lo hizo con frialdad, con crueldad, sin pensar en las consecuencias-. Si no vas a usarlo para alimentarte, no le necesitamos para nada, ¿verdad? -La sonrisa del vampiro era absolutamente maligna. El cuerpo del padre Hummer había caído al suelo de forma pesada, su cráneo se golpeó de forma audible con el impacto. Se oyó el jadeó de los pulmones al buscar aire, y luego un suave suspiro cuando renunciaron a aquel esfuerzo.
Baeckhyun contuvo un grito, le costaba respirar, la pena era tan abrumadora, que por un momento su mente no funcionó.
Chanyeol, lo siento. Le he puesto furioso. Es mi culpa.
Notó cómo le rodeaba el calor de su amor, el roce de sus dedos con ternura sobre su rostro.
Eso nunca, amor mío.
Baeckhyun percibió su pesar fundido con el de el. Alzó su mirada azul violeta para encararse al vampiro.
- ¿Y ahora cómo esperas controlarme? El vampiro se inclinó con una perversa sonrisa, su aliento apestaba. -Aprenderás. Ahora sí que vas a alimentarte. -Chasqueó los dedos y Slovensky casi se tropieza al salir corriendo de la celda para regresar con una copa de oscuro y turbio líquido. Le temblaba la mano cuando se la pasó al vampiro, evitando con cuidado las largas uñas afiladísimas-. Para ti, querido, el desayuno. -El vampiro le acercó la copa lo suficiente como para que el oliera el contenido. Sangre fresca mezclada con algo más, alguna hierba que no reconocía.
-¿Drogas, Andre? ¿No es caer un poco bajo incluso para alguien como tú? -Tenía que luchar en cada momento sólo para respirar, para no desmoronarse y echarse a sollozar por el dolor que le causaba ver al sacerdote allí tirado. Ojalá no hubiera hecho enfadar al vampiro.
El rostro de Andre se ensombreció cuando el pronunció su nombre con tal desprecio, pero se limitó a mirarle fijamente a los ojos, transmitiéndole coacción, la necesidad de obedecerle. Baeckhyun, con el desprecio que sentía por él, su temor por Chanyeol y la pena por la muerte del sacerdote y de Kris, hizo acopio de toda la fuerza que poseía y libró una batalla mental con él. La cabeza casi le explota de dolor y sólo cedió cuando las pequeñas gotas de sangre aparecieron en su frente. El vampiro contuvo su furia ante tal rebelión. Estaba cerca de la muerte, y si moría todo su plan se iría al garete.
- Si no te alimentas, morirás. Sé que Chanyeol sabe lo que está pasando. ¿Me oyes, príncipe? Se muere. Oblígale a aceptar lo que le ofrezco. Tienes que hacerlo, pequeño.
La voz de Chanyeol lo persuadía con dulzura.
Vas a morir antes de que yo llegue a tu lado, y por encima de todo, tienes que sobrevivir.
Esa sangre tiene drogas.
Las drogas no afectan a los carpatianos.
Baeckhyun suspiró, alzó la vista una vez más para mirar al vampiro.
- ¿Qué más le has puesto?
- Sólo hierbas, querido, hierbas que te confundirán un poco, pero que garantizarán que mis amigos dispongan de tiempo suficiente para estudiar a Chanyeol. Pueden mantenerle con vida aquí, como prisionero. ¿No es eso lo que quieres? ¿Qué siga con vida? La alternativa sería matarle de inmediato. -Le dio la copa.
A Baeckhyun se le hizo un nudo de rebelión en el estómago. Sería mucho más fácil cerrar los ojos y dejar de pelear por cada aliento. Casi no podía aguantar el dolor en su cabeza. Era responsable de la grave herida de Kris, de la muerte del padre Hummer y, peor aún, su querido Chanyeol se iba a echar directamente a los brazos del enemigo por su culpa. Sólo con que dejara...
¡No!
La voz de Chanyeol era imperiosa y brusca.
¡No, Baeckhyun!
La voz de Yugyeom añadió su fuerza a la protesta de Chanyeol.
El vampiro le rodeó la garganta con la mano por la furia que le provocaba la idea de que el escogiera morir y desafiarle.
El contacto le puso a Baeckhyun los pelos de punta y el estómago se le revolvió como protesta. De repente el vampiro gritó y retrocedió de un salto, con el rostro crispado de furia y de dolor. Baeckhyun alcanzó a ver la palma chamuscada y ennegrecida, aún humeando cuando se la sostuvo contra el pecho. Chanyeol le había mandado su propio aviso y desafío.
- Te crees que él va a salir ganando -le ladró el vampiro-, pero no es así. ¡Bebe! -Le cogió por la muñeca para que no le temblara la mano. La mente de Baeckhyun se astilló y chilló con la proximidad de tanto mal.
El cuerpo arrugado de Edgar Hummer yacía allí a la vista, no era más que un montón de residuos del vampiro. Al tocar a Andre pudo leer su mente con facilidad. Era el ser más depravado que había conocido jamás. La droga le confundiría lo suficiente como para hacerle creer que le pertenecía. Chanyeol aguantaría con vida, viviría sufriendo un tormento, demasiado débil como para atacar a sus captores. Slovensky disfrutaba provocando dolor.
Su hermano estaba ansioso por diseccionar un vampiro, por experimentar con uno. Andre estaba convencido de que los hermanos Slovensky morirían a manos de los carpatianos que buscarían venganza. Lo veía todo, la traición y la atrocidad de los planes del vampiro.
¡Chanyeol! ¡No vengas a este lugar!
Se resistía a la obligación de beber la sangre sucia, se oponía sin energía al asqueroso asimiento del vampiro.
No voy a permitirte que caigas en sus manos, prefiero la muerte.
- ¡Bebe! -El vampiro se estaba preocupando.
El corazón de Baeckhyun iba a trompicones a causa del esfuerzo. Había una mancha carmesí en su frente que indicaba su agonía.
- Nunca -dijo entre dientes.
- Se muere, Chanyeol. ¿Esto es lo que quieres para el? Se muere en mis brazos, conmigo, he salido ganando de todos modos. -Andre la sacudió con furia-.
Y tú, Baeckhyun: él se suicidará en el momento en que renuncies a la vida. ¿Eres tan estúpido como para no entenderlo?
Morirá.
Los ojos azul violeta estudiaron el rostro demacrado.
- Primero te destruirá a ti. -Lo dijo con completa convicción.
Amor mío.
La voz de Chanyeol era terciopelo negro, un bálsamo en su mente llena de dolor.
Tienes que permitirme decidir en este asunto. No me dejas otra opción que obligarte a obedecer. Deberíamos decidirlo juntos, pero no ves nada más que la amenaza que representa para mí. Él no puede vencerme. Créelo, aférrate a eso. No puede separarnos. Vivimos el uno en el otro. Él no entiende nuestra unión. Juntos somos demasiado fuertes para él. Le permitiré que me capture. Lo permitiré, eso es todo.
El vampiro supo en qué momento la voluntad de Chanyeol lo dominó. Baeckhyun dejó que le llevara la copa a los labios. Pese a la coacción, su cuerpo intentó repeler el alimento. El vampiro notó como se revolvía su estómago con rechazo. El vínculo con Chanyeol permitía que su pareja se calmara lo suficiente como para aceptar lo que le ofrecía el vampiro. El corazón y los pulmones de Baeckhyun respondieron casi de inmediato al líquido. Su respiración no era tan fatigosa, el cuerpo empezó a calentarse. En el momento en que Chanyeol dejó de controlar su voluntad, el intentó escabullirse del vampiro.
Él lo rodeó con fuerza con los brazos, frotando de modo intencionado su rostro contra el de el. La risa era cruel, incluso se regocijaba.
- Pensabas que él era fuerte, ¿verdad que sí? Pues, ya ves, hace todo lo que se me antoja.
- ¿Por qué haces esto? ¿Por qué le traicionas?
- Traiciona a toda nuestra gente. -Chanyeol entró por la puerta con aire
resuelto, alto y fuerte, de aspecto invencible.
Slovensky se pegó de espaldas a la pared, intentando pasar inadvertido. Andre apretó la afilada garra contra la yugular de Baeckhyun.
- Ten mucho, mucho cuidado, Chanyeol. Podrías matarme, de eso no hay duda, pero el moriría antes. -Andre lo acercó un poco más, atrapándolo delante de él mientras lo levantaba por completo del suelo.
Las mantas se esparcieron, y Baeckhyun se quedó colgado con impotencia, con la vista clavada en Chanyeol. La sonrisa de él era tierna, amorosa, concentrada en su rostro.
Te quiero, pequeño. Sé valiente.
- ¿Qué es lo que deseas, Andre? - Su voz sonaba amable y grave.
- Quiero tu sangre.
- Se la voy a dar a Baeckhyun para que reponga fuerzas.
El corazón de Baeckhyun golpeaba contra sus costillas. Se apoyó a posta en la garra de Andre. Un punto de sangre formó una gota que corrió por el cuello. El vampiro apretó aún más su caja torácica con el brazo, casi le rompe las costillas.
- No vuelvas a hacer algo tan estúpido -le recriminó, y luego volvió la atención a Chanyeol-. No voy a dejar que te acerques tanto como para darle sangre. Viértela en un recipiente. Chanyeol negó despacio con la cabeza. Quiere mi sangre para él, amor, para ser más poderoso, para aumentar la confusión producida por la droga en tu mente.
Notaba ya los efectos de las drogas en el. Se esforzaba por permanecer con él.
No puedo permitir que tome mi sangre.
Las palabras reverberaron tristes. Baeckhyun se comunicó con Yugyeom.
Tienes que venir.
La droga que te ha dado es antigua , explicó Yugyeom, y sus palabras rozaron su mente con suavidad, está elaborada con los pétalos machacados de una flor que sólo se encuentra en las regiones del norte de nuestras tierras. Te desorientará, pero eso es todo.
El vampiro intentará implantar sus propios recuerdos en ti y luego usará el dolor para controlar tus pensamientos. Ha establecido una unión sanguínea contigo, de modo que puede seguirte de cerca. Cuando pienses en Chanyeol, te provocará dolor. No es la droga, es el vampiro. Baeckhyun, suprime tus pensamientos todo lo que puedas para conservar las fuerzas.
Cuando intentes comunicarte con Chanyeol, como hace tu mente y tu cuerpo, no debe saberlo Andre.
Te concentras mejor que cualquier carpatiano que yo conozca. Él no sabe nada de nuestra unión mental, o sea, que yo puedo encontrarte en cualquier sitio donde estés. En el momento en que acabe de atender a Kris, acudiré al lado de Chanyeol. Tienes mi palabra de que Chanyeol sobrevivirá. Te encontraremos.
Mantente con vida por todo nuestro pueblo.

~Dark Prince~[Chanbek] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora