Capitulo 8

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HaNeul se dirigía hacia la puerta de la habitación de Leiko, cargaba el la carpeta con el proyecto ya teminado, solo faltaba juntar las operaciones gue Leiko se comprometió hacer. Al llegar a la habitación, HaNeul tocó la puerta 4 veces hasta que una chica de cabello rubio grisáceo con mechas celestes abrió la puerta con una cara de pocos amigos.

—¿Está Leiko? —preguntó una HaNeul temerosa.

—Sí. —contestó la rubia de mala manera.

—Soy HaNeul, su compañaa de clase.— explicó.

—Ajá, ¡Leiko, te buscan! —gritó la rubia quitándose de a puerta para acostarse en la cama de dentro, Leiko salió con una bata puesta secando su largo, mojado y oscuro cabello acercándose a la puerta.

—Vaya, miren a quién tenemos aquí, —dijo Leiko con una sonrisa irónica pero rápidamente fue remplazada por una expresión fría y cortante. — ¿Qué quieres?

—Vengo por tus ejercicios, es lo único que falta para entregar el proyecto.

—Ah sí, —Leiko se acercó a una mesa y tomó unas hojas llenas de números y subrayados.— Toma, ahí está todo lo que pediste. ¿Alguna cosa más?

HaNeul tomó los papeles y los ojeó rápidamente. —No, eso es todo. Gracias.

—Bien, adiós. —Leiko cerró la puerta azotándola hacendo un ruido estruendoso par todo el pasillo tan silencioso. HaNeul comenzó a caminar de vuelta a la biblioteca, pero en el camino se venía preguntando quién era
esa chica rubia. Nunca la había visto en el internado y tampoco fuera de
este. Miles de preguntas rondaban
en la mente de la castaña, muchas preguntas y pocas respuestas.

 Miles de preguntas rondabanen la mente de la castaña, muchas preguntas y pocas respuestas

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—Bien DongJoong, vas mejorando. He vistó que ahora estás mas calmado. Eso es un avance. —felicitó la psicóloga Jung apretando el grande y fuerte brazo del chico.

DongJoong se encontraba con la mirada perdida en algún punto a la lejanía a través de la ventana. Ya hacía 3 semanas que no habia hablado o
intercambiado algún gesto con KyuRi y eso le preocupaba. No habían teminado su relación oficialmente, pero sí habían indicios de lo fracturada que estaba el noviazgo.

DongJoong no lo quería aceptar pero tenía qué, él sabe y está consciente de que depende emocionalmente y mentalmente de la pelinegra pero era demasiado orgulloso como para
ir con ella y rogarle, otra vez, que vuelvan a ser la pareja "perfecta".

—¿Me puedo ir? —preguntó el chico aún con la mirada perdida y con el ceño fruncido.

—No, no sin antes hacerte una pregunta. —dijo la psicóloga a lo gue DongJoong rodó los ojos pero terminó aceptando,— DongJoong, ¿Terminaste con KyuRi?

El chico la miró con frustranón, tratando de no responder de manera grosera y a la defensiva. —No pienso contestar eso.

Reprimió las ganas de gritar y comenzar a contarle todo lo que sentía en ese momento. La psicóloga Jung lo miró extrañada, ella sabía gue algo malo ocurría pero decidió no
insistir más dejando libre al chico. —Te puedes ir, buen dia DongJoong.

─El Internado.❜❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora