Capítulo 11

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Tarareaba Mike mientras dibujaba y acariciaba de vez en cuando al gato que se metía a su habitación. No era suyo, pero el gato sorprendentemente se encariño con el chico además de que se hacían compañía mutua.

Mike remarcaba ligeramente las sombras del personaje, también hacia algunos detalles en el rostro de este para que se viera un poco más animado pero eso no le quitaba lo tétrico del dibujo el cual era una chica agonizando con un cuchillo clavado en su ojo. Le encantaba dibujar ese tipo de cosas. A Mike nunca le importaron las veces que su madre le decía que era un psicópata y demente cuando dibujaba eso a los 11 años. Sin embargo, su "padre" no le decía nada malo, incluso le apoyaba en todo lo que su hijo hacia sin importarle que tan espeluznante sean sus dibujos, siempre consideraba que estos eran arte.

Tocaron dos veces la puerta, y a pesar del alto volumen de la música Mike pudo escuchar los golpes en la puerta de madera oscura llena de stickers y abolladuras.

—¡Adelante! —gritó Mike mientras seguía dibujando.

La puerta se abrió y se cerró rápidamente, Leiko había entrado con un libro grande y maltratado, que incluso las hojas de este se veían amarillas debido a la antigüedad que este debía tener. —Hola hola, Mikie. —saludó la japonesa sentándose en la cama del chico.

—¿Qué ocurre? ¿Qué es eso? —preguntó Mike apuntando con la cabeza al libro. Bajó el volumen de la música y el gato solo se limitó a acostarse sobre el sofá.

—Es el anuario de hace 27 años. —explicó Leiko mientras abría el libro y este soltaba un poco de polvo. Las hojas al pasarlas estaban tiesas, maltradas e incluso quemadad. Tenían fotografías desgatadas y los escritos debajo de estas estaban borrosos. —¿Quieres conocer a los padres de HaNeul, Christian o HyunYeon?

—¿Cómo sabes que sus padres estudiaron aquí? —cuestionó Mike sentándose frente ella.

—Estuve ojeando un poco sobre esto. Hay muchos datos muy, sorpresivos. Al parecer la locura viene de herencia. —Leiko pasaba de página observando cada detalle de esta.

—¿Cómo qué? —Mike se levantó y decidió fumar un cigarrillo sentándose frente a la ventana.

—Como que la madre de HaNeul fue expulsada por haber tratado de atentar contra la vida de un alumno. Dijeron que fueron por problemas de ansiedad y que no estaba en su sano juicio. —explicó Leiko llamando rápidamente la atención del chico, el cual se acercó sin dudarlo.

—¿Y qué pasó después?

—La llevaron a rehabilitación después de unos meses, se dieron cuenta que había tenido relaciones con un doctor de ahí. Ella tenía 16 años y el doctor 33 años, tuvo a su bebé y él se hizo cargo sin embargo desapareció unos meses después.

—¿Cómo es que todo eso está escrito en ese anuario? ¿Cómo se atrevieron a escribirlo?

—Seguramente ellos no lo escribieron, —dijo Leiko refiriéndose a los administrativos del internado. —lo escribió alguien o hasta ella misma.

—¿Y por qué? ¿Por qué alguien quisiera que las siguientes generaciones se enterarán de lo que sucedió en ese entonces? —Mike caminaba de un lado a otro jugando dándole algunas caladas al cigarrillo.

—Porque planeaba inscribir a su hija aquí, es muy posible que la madre de HaNeul la inscribió con toda la intención aquí pero la cuestión es porqué o para qué. —explicó Leiko mordiendo su uña.

—Tranquila, lo sabré. —dijo Mike confiado con una sonrisa un tanto siniestra.

—¿Cómo lo harás? La idiota esa te tiene miedo, además de que es amiga de HyoJin y ella hará lo posible para que no se te acerque. —se quejó la japonesa rodando lo ojos.

─El Internado.❜❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora