ᴛᴇᴀʀs ᴛᴇᴀᴍ 〈ᴊᴊᴘ〉

Capítulo 11

Jaebeom entró a la casa tambaleándose, tratando de agarrarse de las paredes. Su labio estaba rojo al igual que su mejilla.

Caminó por el pasillo que parecía alargarse cada que daba un paso. Se mareaba tanto que las ganas de vomitar empezaron a hacer ruido.

Al intentar dar otro paso se resbaló.

Jae cerró sus ojos esperando el golpe en la cabeza, pero este no llegó.
Cuando abrió sus ojos, unos ojos cafés ya lo observaban.

—Me estás tocando —Dijo con la voz ronca y un tono sorprendido.

—Claro —Las comisuras de sus labios se elevaron un poco—. Me puedo materializar cuando quiera. Hay algunos que necesitan tocar a alguien. ¿Tú necesitas hacerlo?

Jaebeom se alejó de él.

—No —Dijo con asco—. Eso sería demasiado gay —Arrastró sus palabras.

Jinyoung rio.

—¿Estás borracho? —Jinnie le preguntó.

—Y drogado —Agregó.

—¿Por qué?

—Porque me drogué y tomé.

—¿Quién le vende esas sustancias a un menor? —Frunció el ceño mientras veía cómo Jaebeom caminaba a paso zombie—. No puedes hacer esa combinación. A parte, estás golpeado.

—Me caí cuando intentaba subir las escaleras —Se acostó en el sofá.

—¿No quieres ir a tu habitación?

—Estoy bien aquí —Susurró mientras observaba la televisión apagada.

Sus ojos empezaron a cristalizarse, sus párpados se cerraron empezando a liberar las lágrimas que tenía retenidas.

Jinyoung sólo lo observaba de espaldas, viendo como su respiración se agitaba.

—Jaebeom —Murmuró—. No tienes que sufrir solo, puedes decirme qué ocurre.

—Si pudiera desaparecer un día de estos, desearía hacerlo hoy.