Capítulo 4

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—¿Entonces vives solo? —Preguntó con sus ojos bien abiertos.

—Sí —Asintió.

—Geniaaal —Le sonrió al chico—. ¿Entonces puedo ir a tu casa algún día?

—No.

— ¿Ehhh? ¿Por qué?

—Porque no me gustan las visitas. Y tampoco estoy todo el día en mi casa, normalmente llego muy noche —El otro chico peinó su flequillo con su mano e hizo una mueca.

—Bueno —Desabotonó un botón de su camisa—. ¿Y cómo estás?

—¿Cómo estoy? —Enarcó una ceja.

—Sí —Abría y volvía a cerrar su botella de agua.

—Eh, bien. Supongo —Se encogió de hombros.

—… Me marcaste anoche mientras llorabas. Dijiste que estabas cansado.

— ¿L-lo hice? No recuerdo —Rascó su cabeza—. Estaba drogado, seguro.

Mark ladeó un poco su cabeza.

—No te drogues los días de escuela —Se levantó—. Y ningún otro día —Tocó el hombro de su amigo—. Y cuál sea la cosa por la que te sientas triste, ya pasará. Debemos entrar, la clase está por empezar —Se fue y el chico lo vio alejarse.

ᴛᴇᴀʀs ᴛᴇᴀᴍ 〈ᴊᴊᴘ〉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora