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—Tae~– JiMin se tiró sobre él en la cama, haciendo al nombrado quejarse y al mismo tiempo soltar todo su aire.

TaeHyung, que estaba tranquilamente jugando con su celular mientras esperaba a que JiMin se preparara algo para comer, dejó el aparato a un lado después de recuperar sus aire, notando algo...

—¿JiMin?

—¿Sabes? Hoy las cosas se sienten diferentes.

—¿De qué hablas?– mientras escuchaba, enredó una mano en su cabello, acariciandolo.

—Hoy he estado distraído, así como... Perdido, ¿Me entiendes?– asintió–. Y siento algo diferente.

—Te siento diferente, pero no sabría decir si es tu personalidad o tu pene pegado a mi pierna.

JiMin enrrojeció en un segundo, mirando hacia otro lado.

—Heh, me atrapaste– titubeó un poco–. Tu eres el que me hace sentirme diferente, no sé, solo que hoy te ves tan... Bien– dijo con un tono bajo, pesado, y pasó una de sus manitos por el pecho de su novio lentamente.

—JiMin, estás caliente.

—¡Ya lo sé! No hace falta que lo digas así...– abultó su labio.

Pasaron unos cuantos segundos de silencio en los cuales TaeHyung seguía acariciando su cabello, y JiMin no podía detener a su mente de crear imágenes.

—JiMin...

—¿Hum?

—Está palpitando.

Se encogió en su sitio con vergüenza e hizo un pequeño sonidito de entendimiento.

—Lo siento...

—¿Por qué te disculpas?

—Es solo que... Me gusta que vayamos lento, es lindo, y hemos tenido esos besos más... Intensos, pero no hemos hecho nada de éste estilo– titubeó–. N-no es que sea necesario que lo hagamos, pero... Hoy es uno de esos días en los que no puedo sacarme la calentura de encima hasta que no hago algo al respecto y me gustaría que hagamos algo al respecto juntos.

—JiMin...

—¿Qué?

—Me convenciste desde que te lanzaste sobre mi– rió.

Los nervios que sentía el mayor se dispersaron lo suficiente para reírse también cuando dijo aquello, pero regresaron al caer en cuenta de lo que eso significaba, poniendo su corazón a mil. Sería su primer contacto sexual con alguien.

TaeHyung pasó sus manos a su cintura y con cuidado cambió de lugares, quedando sobre él y entre sus piernas.
Pegó sus frentes y fue bajando una mano por el torso contrario hasta llegar a su pantalón, donde la pasó con delicadeza sobre el muy notable bulto y JiMin no tardó ni un segundo en tener un pequeño espasmo, seguido de un sonidito de labios cerrados.

—L-lo siento.

El menor lo calló con un pequeño "shh" y besó sus labios antes de volver a pasar su mano sobre la tela, poco a poco con más intensidad

A JiMin le costaba demasiado contener sus sonidos; él realmente quería que lo escuche, que TaeHyung supiera que hacía un buen trabajo, pero sabía que una vez que empezara ya no podría parar, y no quería verse como un desesperado.

—Tae...– suspiró entre sus labios y bajó ambas manos. Tomó la contraria con una, con la otra bajó un poco su pantalón y su ropa interior juntos, y volvió a posar la mano más grande sobre su pene desnudo y húmedo. Sus ojos grandes y brillosos lo miraban fijamente pidiéndole más–. Por favor...

Para éste punto TaeHyung no solo estaba embobado con el rostro necesitado de su novio, sino que notaba su propio pene latiendo insistentemente.
Tomó una de las pequeñas manos de JiMin y la llevó hasta su entrepierna.

El mayor, con algo de pena y no tan concentrado, pues la mano quieta sobre su hombría lo distraía, empezó a acariciar la zona, recibiendo casi al instante un gemido ronco y grave que lo noqueó por completo.
Una corriente le recorrió toda la columna hasta llegar a su pene y sus ojos se abrieron en grande, haciendo a TaeHyung reír.

—Lo siento– con una sonrisa, volvió a besar sus pomposos labios, corto y dulce–. Por favor, no pares.

Apenas dijo aquello, terminó de rodear todo el pene con su mano y empezó a masturbarlo cuidadosamente.
JiMin cerró sus ojos y abrió levemente su boca a pesar de estar conteniendo su voz.

—JiMin.

—U-uh.

—Déjame escucharte.

—P-pero...– no le dió tiempo a quejarse antes de aumentar el ritmo de su mano, ésta vez si logrando sacarle un alto y melodioso gemido–. Soy mu-muy escandaloso a veces.

—Eso solo lo hace mejor– acercó sus labios a su mejilla y dio variados besos por la zona–. Hazlo, Minnie. Tienes una preciosa voz.

—Yo...– TaeHyung, con su mano aún a una velocidad media, quitó la camiseta de JiMin y con delicadeza pasó la lengua desde su clavícula hasta debajo de su oreja–. ¡Hm! T-Tae... Eso se siente bien.

No se dieron cuenta en que punto, pero en algún momento ambos quedaron completamente desnudos y el calor que se brindaban con sus cuerpos pegados los incitó a intensificar.
Sus frentes juntas con los ojos entrecerrados, las respiraciones agitadas, las mejillas rojas, los labios hinchados, sus penes goteando presemen y las manos rápidas. La boca de TaeHyung posandose en cada centímetro de piel que le apetecía, dejando pequeñas marquitas y mordidas, besos húmedos. Ninguno de los dos tenía mucha experiencia pero lo poco que hacían para complacer al otro era suficiente, en especial cuando JiMin descubrió que su gran novio de aspecto rudo tenía un punto erógeno en su cintura y que cada vez que rozaba sus manos allí, TaeHyung se volvía completamente débil y le dejaba oir esos graves, roncos y sexys gemidos que endulzaban sus oídos y lo hacían sentirse más y más cerca.

—JiMin, e-estoy en mi límite.

—Yo igual... ¡Mhg!– puso sus ojos en blanco al sentir el insistente pulgar del menor rozar  repetidas veces su glande e, intentando seguirle el ritmo, apretó un poco más su pequeña mano, queriendo hacerlo llegar cuanto antes.

Solo luego de unos segundos, cuando el placer mutuo los tenía a punto de explotar, fue cuando ambos se corrieron casi al mismo tiempo, manchando pecho, abdomen y manos.

Hubo al menos un minuto en silencio, solo con respiraciones agitadas en segundo plano mientras no podían parar de mirarse y sonreír en un intento por calmarse.

—Por favor, no dejes que vuelva a masturbarme solo– pidió TaeHyung con una risita que JiMin imitó.

—No lo haré– acercó con algo de pena su mano a su boca y limpió los restos de semen de su pareja, antes de pasar ambos brazos por su cuello para abrazarlo–. No sabe muy rico– hizo una pequeña mueca, arrugando la nariz. El menor no pudo evitar volver a reír de la ternura causada.

—Te amo.

—Yo también te amo... Gracias.

—No me agradezcas, tonto.

—Voy a hacerlo si quiero– abultó las mejillas y TaeHyung mordió una de ellas, sacándole un pequeño "auch".

—Limpiemonos y durmamos un poco, ¿Si?

—Sip.

In The Wall ❨Jinnam❩ EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora