Everlasting [KaiSoo]

Epílogo

SeHun estaba en casa, sentado en uno de los sofás leyendo el periódico cuando su padre ingresa acompañado de su madre. Los miró a ambos con extrañeza, pues tenían rostros con expresiones extrañas mientras lo miraban.

—¿Qué ocurre? — Preguntó, temiendo que algo no fuera del todo bien a juzgar por sus aspectos, sin embargo, su padre suspiró.

—Tengo una noticia que darte, hijo. — Respondió. — Se trata de JongIn.

SeHun sabía que su amigo había vuelto a la guerra después del fallecimiento de KyungSoo hace un año atrás, y no había sabido nada de él hasta entonces. Escuchar claramente de boca de su padre que JongIn había fallecido en el campo de batalla, terminó por romper la parte de su corazón que siempre había estado ligada a sus amigos, la misma que había sufrido con la separación de años atrás y la misma que se había esforzado tanto por ensamblar.

Se desmoronó en brazos de su madre, quien se acercó a él apenas lo vio sollozar y llorar frente a ellos, rompiéndose sin ninguna tregua y sin poder mantener en pie la imagen de hombre adulto y fuerte que siempre había querido mostrar. Jamás pudo obtener el perdón de JongIn, jamás consiguió decirle de forma larga y tendida lo mucho que lo sentía por sus errores del pasado, por haber arruinado su vida junto a su gran amor por culpa de un descuido de su parte.

Pero SeHun tenía claro que dedicaría su vida a redimir sus errores de alguna forma, se lo debía a sus amigos por todo el daño causado y por la vida de sufrimiento que habían llevado por su culpa, sin embargo, no sería hasta una década después que conseguiría llevar a cabo sus planes.

Siendo reconocido como un hombre valiente y poderoso, SeHun fue elegido alcalde de Sighisoara asumiendo el cargo con un orgullo que jamás creyó le daría un puesto como aquel. Su padre, ya viejo y pronto a abandonar su vida, no cabía en sí mismo del orgullo cuando en la ceremonia reconocieron a su único hijo varón como alcalde de la misma ciudad que lo vio nacer y crecer, convirtiéndose en un hombre hecho y derecho.

Con los años, en el país fue haciéndose costumbre celebrar el aniversario del armisticio en conjunto con la fundación del estado rumano con la anexión de Transilvania, por lo que muchas localidades habían comenzado a construir sus propios memoriales en distintos puntos, todos dedicados a honrar a los cientos de soldados caídos durante la guerra. Por supuesto que dentro de esas localidades estuvo Sighisoara, y SeHun, siendo parte del ayuntamiento de la ciudad, se dedicó a construir el memorial apenas se hubo enterado de que lo hacían en otras localidades vecinas.

Si bien desde Sighisoara habían salido decenas de soldados, eran pocos los oriundos de la ciudad. El resto de ellos habían sido trasladados hasta los memoriales en sus ciudades natales, dejando de esa forma un número reducido de cuerpos a los que él, como alcalde de Sighisoara, debía brindarles honores.

El sitio elegido para el memorial fue un terreno abandonado junto a la iglesia. Tras un plebiscito social, los ciudadanos estaban de acuerdo en que era el lugar más apropiado, ya que podrían rezarles a sus muertos estando más cerca del Señor, según sus propias palabras. El trabajo que le siguió después fue mucho más meticuloso y ajetreado. No solo bastaba con tener el terreno preparado, sino que SeHun debía encargarse de obtener la autorización de cada familia para trasladar el cuerpo del soldado hacia el nuevo memorial, encontrándose en algunas ocasiones con la dificultad debido a que, por el paso del tiempo, no eran muchos familiares los que quedaban de algunos soldados fallecidos, por ese motivo se sintió bastante satisfecho y feliz consigo mismo cuando obtuvo todos y cada uno de los permisos.

Incluso el del padre de KyungSoo, quien le sorprendió cediendo el permiso con bastante facilidad, añadiendo que se sentía halagado de que su hijo fuese a descansar en un sitio especial y dedicado a los soldados que fallecieron como héroes en la guerra.