baladadelfuegojoven (Final)

209 11 12
                                    

"Nunca me había sentido tan horrible en mi nueva vida. No quiero que esto tenga que terminar de tal forma... No puede."

Apenas en un parpadeo huí de la escena sin dejar ningún rastro, más mi conciencia sigue ahogándose en el interior de esa habitación roja, en los perdidos ojos negros de Lulu impactada por lo que le dije.

Corrí a toda velocidad sin puntos cardinales ni destino fijo, sin ni siquiera saber cómo remediar la situación. No supe por qué tuve que hacerlo. Sentí punzadas en mi pecho, mis ojos brillaron y mis lágrimas cayeron por toda mi cara.

~Flashback~

Christian: Solo fue el susto... Estaba pensando en cómo mi vida cambió por perder a esa otra y mejor mitad que pudo haber en este mundo para mí, como también pasó contigo.

Lulu: Oh... Vaya, se te nota el resentimiento. Oye, tengo una idea. Sylveon invitó a Airalin y a mí a comer pizza hoy en la noche. ¿Por qué no te nos unes? Debes desestresarte.

Christian: No sé si sea buena idea ir y revelar el secreto... Al menos tan pronto -pensé-. Está bien, nos veremos allá.

Lulu: ¡Perfecto!

-Un ruido se escucha en una papelera-

Sylveon: ¡¡Sííí!! ¡¡Es una cita!!-exclamó Sylveon de la felicidad.

Lulu y Christian: ¡Ah, Sylveon!

~Fin Flashback~

Tras llegar a las afueras de Ciudad Lumiose mi cuerpo estaba exhausto. Me sentía como un ciego ante mis errores. Arrodillado, golpeé la tierra con mucha rabia y mi voz se liberó en un grito al cielo. El alarido soltó algo en mí, un aura de fuego semejante al sol. Estaba pasmado. Mis ojos no creían lo que estaban viendo, luego, me desvanecí. No supe que pasó después

Horas después desperté sobre un sillón extrañamente de un dormitorio. "¿Dónde estoy? Esta no es mi casa", pensé mientras me ponía de pie. Recorriendo un poco la habitación me encontré con ropa tirada en el suelo, algunas libretas, un manojo de basura y en la pared estaba un cuadro de dos Pokémon: Eevee y Braixen, abrazados como buenos amigos. Me dirigí hacia la ventana para mirar la vista, y allí me encontré a Sylveon. Ella fumaba un cigarrillo para, quizás, eliminar el estrés escolar que tenía.

Christian: ¿Sylveon?

Sylveon: -fuma un poco y responde- Oh, despertaste.

Christian: ¿Dónde estoy?

Sylveon: En mi cuarto de la preparatoria. Te encontré desmayado cerca de aquí con quemaduras. ¿Qué fue lo que te pasó, Christian?

Christian: No lo sé en realidad -dije entrecortando mi voz sin querer- Yo sol--

Sylveon: ¿Esto tiene que ver con Delphox?

Christian: ¿Disculpa?

Sylveon: Verás... Cuando me acerqué a ti estabas gritando y gruñendo. Estaba asustada.
Christian: ¿Yo? -pregunté con ingenuidad-. Nunca podría hacer eso, en especial a ti.

Sylveon: Dime la verdad. ¿La extrañas?

Christian: ¡Sí! Digo, no... Y-yo... Yo estoy bien. Ya me enfoco en mi vida misma.

Sylveon: ¿¡Delphox!? -exclamó mirando a la entrada.

Christian: ¿Sí? ¡Aquí estoy, cariño! -grité de la emoción volteando a la puerta.

Sylveon: ¡Hah! ¡Lo sabía! ¡No solo la extrañas; la necesitas! -vocíferó muy molesta-. ¡No puedes seguir lastimándote! ¡Tienes que olvidarla!

Christian: No es difícil. Además, no parece qie hayas salido adelante también. Mírate. Estás fumando media cajetilla de cigarrillos ilegalmente en una escuela privada -farfullé sin pensar en lo que decía.

Sylveon: ¡Mírate tú! Estás necesitado de amor urgente de alguien que ya está muerta, además de señalar a nosotros, tus amigos, como culpables.

Christian: ¡NO ESTÁ MUERTA! -grité estruendosamente y extendí los brazos hacia ella expulsando fuego de los mismos.

Sylveon esquivó como pudo las llamas pero tropezó en su balcón y casi cayó al vacío. Rescaté a Sylveon a unos segundos de no poder alcanzarla. Ella quedó colgando de uno de sus listones. Cuando la traje de vuelta a suelo firme, y tan pronto entró en razón, dijo:

Sylveon: Vete...

Christian: ¿Eh?

Sylveon: ¡Lárgate! ¡Vete de aquí!

Christian: ¡No! Sylveon perdóname. No sé cóm-

Sylveon: ¿No lo entiendes? ¡Fuera! ¡No quiero verte!

Me empujó fuera de su habitación con una ira indescriptible. Traté de disculparme de todas las formas posibles pero nada dio resultado. Solo pude oír un discreto sollozo de ella, reposando su espalda sobre la puerta.

Christian: ¡Por favor escúchame, Sylveon! ¡No quise hacer-!

Sylveon: ¡CIERRA LA PUTA BOCA! ¡TÚ ESTÁS ENFERMO! -exclamó desde el corazón pero sus gritos fueron quebradizos desde su garganta-. No... No quiero verte.

Me fui, totalmente afligido por lo que pasó. Al salir del colegio no sentí nada. Me sentía como un muerto en vida, ignorando a Delphox, Sylveon, Lulu y a mí mismo. Me siento vacío totalmente, solo me quedaba una cosa que hacer. Esperar...

Cambié mi rumbo hacia la ruta 1. No había nada que me interesara para detenerme. Me quería morir. Delante me encontré encima de un puente donde el tren pasaba debajo de él. "Supongo que es lo mejor". Caminé sobre el borde exterior y tomé asiento. En el cielo no estaba la luna ni las estrellas. Solo oía el raspado canto de los grillos y a lo lejos el silbato de una locomotora. Balancee el cuerpo hacia adelante sin intervención de nadie. Caía a las vías al mismo tiempo que sentí pasar mi vida ante mí. Logré ver a Delphox otra vez, ella estaba llorando.

"No llores. Me obsequiaste tu vida, algo que quizás yo no merecía. Esa razón que me diste para vivir, esa cosa, la malgasté hiriéndome pensando en ti. Ahora ya no importa, por fin estaré contigo. Eres la claridad en mi negra y ciega conciencia. Gracias, Delphox".

¿Fin?

(Tema principal compuesto por mí).
~Axel~

Clarity (The Reason 2) (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora