Capitulo 2:

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"Lo bueno de engañar es despistar, lo malo es que terminas engañándote a ti mismo."

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Mi cuerpo no resistía el correr una manzana más, parando en uno de los techos y apoyando mis manos en mis rodillas.

Aquellos 3 chicos que me habían ayudado seguían corriendo frente a mi, hasta que el pelinegro frenó y giró a verme.

Mire el suelo, tratando de recuperar el aire que había perdido, mientras que vi las zapatillas del chico frente a mi.

-Muévete no queda mucho.-Dijo.

-¿Esta bien?-Grito otro desde lejos, preguntando por mi y mire a el chico frente a mi, quien levantó un brazo en señal de que si lo estaba.

-Déjame unos segundos.-Dije recomponiéndome a lo que sentí como el tomo mi muñeca y comenzó a correr conmigo.-¡Oye!

Este solo me ignoro, hasta llegar a donde los otros dos chicos se encontraban.-Debes moverte.-Dijo el de hoyuelos, mientras el pelinegro me soltaba.

Asentí rápidamente, corriendo detrás de ellos tratando de mantener el ritmo. Mire hacia arriba, mirando la luna y pensando en si mi amiga estaría bien, en cómo podría recuperarla y como es que tenía tanta confianza en estos 3 muchachos ciegamente.

Aun así me habían salvado la vida y me dieron la chance de recuperar a mi amiga y si todo esto era una gran mentira no tenía idea de que haría.

Evite pensar lo peor en aquel momento y mire frente a mi, viendo a uno de ellos girarse hacia mi, exactamente el de ojos muy rasgados.-¡Sea lo que sea, no pares de correr!

-¡No lo haré!-Dije contestándole hasta que el sonrió y mire a el chico de hoyuelos quien iba primero, saltar y desaparecer.-¿Donde fue?-Me dije a mi misma.

Rápidamente el chico que me grito, corrió y saltó sin pensarlo, al mismo tiempo que frené en el borde de aquel agujero sin fin, viéndolo caer para que desapareciera en la oscuridad.

Era un gran acantilado con un par de alcantarillas rotas, donde caía agua de ellas, a lo que me hizo pensar, ¿Está era la parte completamente destrozada de la ciudad?

Seguro se preguntarán, ¿Como es que toda la ciudad había quedado completamente destrozada? Pues piensen el desastre que provocaría una pandemia sumando a los gobiernos más grandes con sed de poder, tomando ventaja de cuando algunos países están completamente débiles.

¿Suena loco verdad?

Mire mis pies al borde de aquel acantilado y aquella gran oscuridad bajo mis pies.
Habían saltado y sin embargo, de tan oscuro que era, no podía verlos, o capaz era debido a que la luna había sido tapada por varias nubes que pasaban.

HUSTLER - NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora