Unforgiven☆

Gift

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—Diálogos.

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JongHo apareció frente a San y WooYoung, ambos se abrazaban después de la conversación que tuvieron; ese nuevo ser de alas traslucidas y mirada sería; les observó a ambos por unos instantes; una atmosfera desconcertante llegó a ese lugar.

—¿Quién eres? —San preguntó.

—Necesito que me acompañes, emisario de la muerte. Choi San. —JongHo dijo.

—¿A dónde?

—¡Iré también! No quiero quedarme atrás. —WooYoung intervino, aferrándose a su brazo.

—Es mejor que te quedes...

—No me quedaré San, por favor, no me dejes acá solo en la incertidumbre.

—¿Te envió YunHo?

—No, me envío Serafín. —JongHo miró a WooYoung aprisionar cada vez más el brazo del pelirrojo sin ninguna intención de soltarse—; me llamo JongHo, por cierto.

—¿YunHo está en problemas? Hace un momento sentí que perdíamos nuestra conexión casi muero.

—Hm-hm algo así. La contraparte de YunHo, un ángel llamado MinGi selló el alma de Baekhyun por eso no lograste asesinarlo. En un intento desesperado del ángel de la muerte por salvar a su amado, casi termina muriendo. Y el anillo del pacto... —Le señaló la mano—, te pudo haber desintegrado para siempre; tanto a ti como al emisario de luz, Kim HongJoong.

—¿Qué pasará ahora? —San preguntó.

—El Arcángel, regidor de este universo. Juzgará las acciones acaecidas, así que ha solicitado tu presencia.

—Llévame también, señor JongHo. —Suplicó WooYoung.

—No, Woo-nii tú no tienes nada que ver en esto. Quédate al margen, podría ser peligroso para ti. —El pelirrojo le dijo.

—Él también tiene que venir. —JongHo interrumpió—, nosotros ya nos conocíamos, ¿verdad Jung WooYoung?

—Sí. —Asintió. Sintió la mirada de San sobre su rostro.

—¿Qué quieres decir? ¿De dónde lo conoces Woo? —Le preguntó, pero el chico a su lado solo se cerró más contra el brazo del pelirrojo.

—También ya nos habíamos visto, Choi San. —Continuó JongHo—; me has buscado por un tiempo, soy el dueño del libro del infinito, aquí estoy frente a ti.

—¡¿Qué?! Espera, ¿Qué? —San sintió que se le cortó la respiración, podía sentir a WooYoung temblando a su lado, ocultando la expresión de su rostro detrás de su cabello—, ¡Eras tú! ¡Maldito seas! Estuviste aquí el día que, tú...lo...¿fuiste tú?

—Lo lamento. YunHo me engañó, ahora deben venir conmigo porque todos vamos a ser juzgados.

—¡No iremos contigo! —San estaba irritado.

—No tienen elección.

La luz blanca los rodeó, ni siquiera tuvieron tiempo para seguir quejándose. Cuando sus ojos se volvieron a acostumbrar, estaban de pie en un espejismo casi mágico; un lugar donde el paisaje no tenía fin; el suelo estaba hecho de agua trasparente, donde ellos podían estar de pie sin caerse, y el cielo adornado de nubes blancas que se reflejaban sobre el suelo. San notó a YunHo arrodillado en el suelo, sosteniendo a un chico en brazos que parecía dormitar en un silencio absoluto. Al centro, había una hermosísima mujer de cabellos negros que le miró en silencio. JongHo volvió a desaparecer.