Día 0: pandemia

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—Les informamos a todos los ciudadanos que deberán someterse a una cuarentena obligatoria con el fin de poder disminuir los casos de infectados por este virus hasta poder controlar la situación y, finalmente, erradicarlo —dijo el Ministro de Salud a la vez que todos los periodistas en la habitación rompían el silencio y comenzaban a gritar sus preguntas de manera desorganizada.

— ¡Lo que faltaba! —Bufé arrojando el control contra el sillón a la vez que mi gato Oliver me observaba con los ojos pegoteados del sueño—. Lo siento bebé —mascullé acercándome a él tras haberme dado cuenta que lo había despertado y comencé a acariciar su lomo lentamente hasta que cerró los ojos de nuevo.

— ¡Les pido que por favor cumplan con este requisito! —continuó el hombre de unos cuarenta años a la vez que alzaba sus brazos e intentaba calmar a las fieras.

— ¿Qué ocurrirá con los que trabajan? —gritó uno de los periodistas, ganándose la atención del Ministro.

—Emitiremos un comunicado a la brevedad, pero aquellos que puedan realizar su trabajo desde la comodidad de su hogar, es recomendable que continúen así. De este modo evitaremos más contagios innecesarios que harían que nuestro sistema de salud explote y se descontrole... más que ahora —respondió tranquilo. De repente recordé que no sería tan malo, pues tenía comida suficiente para mi gato y yo, y también varios archivos que finalizar.

— ¿Por cuántos días será la cuarentena, Señor Ríos? —cuestionó una mujer.

—Lo mejor sería cumplir con el periodo de cuarenta días, pero por el momento nos alcanzan quince —manifestó él cerrando los ojos con honestidad—. Lo ideal sería evitar que la situación se descontrole como en otros países, pero de esta manera lograremos, al menos, bajar la curva de infecciones y atrasar algunos contagios.

— ¿Está diciendo que todos nos enfermaremos tarde o temprano? —acotó la misma periodista.

—No está seguro, probablemente señorita, pero al menos será en quince días y no mañana junto con aquellos que no quieran o no puedan cumplir con este aislamiento —señaló observando a la cámara—. Les pido encarecidamente a todos los ciudadanos que se cuiden a sí mismos y a aquellos que los rodean: mayores, niños y personas con enfermedades terminales o complicaciones en su salud. Para un rango etario es solo un resfrío más, pero a otros podría costarles la vida. Por favor, tomen consciencia de la situación y evitemos el caos —continuó pacíficamente—. Sigamos lavando nuestras manos con frecuencia y tomando las demás medidas de salud necesarias ante este virus importado. Quince días no son nada contra una problemática de salud. Gracias —finalizó bajando del pequeño pedestal, dando por finalizada la transmisión a la vez que los periodistas del canal realizaban un resumen de lo hablado en la conferencia.

Mi teléfono comenzó a sonar como loco, recibiendo mensajes de compañeros de trabajo, de nuestro jefe, familiares y amigos afectados por esta medida.

—Ya dejen de quejarse y quédense en casa —hablé grabando un audio que envié al grupo del trabajo rápidamente, alentando a que evitemos salir y nos quedemos trabajando calentitos en casa. Mamá estaba preocupada y estaba en todo su derecho, pues teníamos familiares comprometidos de salud y, para nuestra mala suerte, eran testarudos y querrían salir a toda costa aunque sea para sacar la basura.

—Bueno —suspiré apagando la televisión para dirigirme hacia Oliver, encontrándome con sus ojos naranjas—. Son solo quince días, ¿verdad? —pregunté sonriendo con desgano—. ¿Qué puede pasar en quince días? —continué optimista ante lo que haría... y era absolutamente nada. Trabajar, comer, dormir, ¿y qué más? Mis amigos vivían lejos y no podrían salir. Mi familia debía mantenerse bajo cuidado por ser parte del grupo en riesgo... Iba a aburrirme a lo grande.

Ya, serían solo quince días por el momento y mi trabajo podía realizarse tranquilamente desde casa... aunque me perdería la oportunidad de mi vida por un maldito virus que desató una pandemia a nivel global.

Amor en tiempos de cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora