Sabías que era un error, que debías mantenerte al margen. Pero ahí vas de imbécil. Ya le has invitado a ir a donde estás, él ya está frente a ti y ni sabes qué decir. Si deberías saludarlo con un simple 'hola' o con un beso en el cachete, pero él se ha adelantado. Te ha abrazado y tu cuerpo tiembla, no sabes qué hacer. No deberías estar aquí, te repites una y otra vez. Tenías que decirle a tu madre que fuera a buscarte sin siquiera pensarlo, tenías que haber guardado el celular cuando te incitaron a darle a saber dónde estabas. Él no necesitaba saberlo, y mucho menos montarse en su auto sin siquiera pensarlo dos veces. No necesitaba ir donde ti, eres una simple desconocida con la que desea divertirse sin más.
Ana