No debí responder esa llamada, ahora siento que incluso él sólo insiste adentrarse en mí por la lástima que sintió desde la primera vez que posó sus ojos sobre mí. Sus palabras hacen eco en mi mente: "Te ví y dije, Dios, ¿cómo es que una chica como ella no hace más que sufrir?". Él no me conocía, no sabía nada de mí, ni siquiera que existía. Entonces, ¿cómo pudo él saberlo? Exacto, lástima. La lástima que sintió lo hizo llegar a esa conclusión, jamás debí permitir que la "honestidad" de Jeyjey afectara mi forma de pensar y ver las cosas.
Ana