Esa confianza tuya es como esa que tenía yo de pequeña cuando me aseguraban que mi abuelo volvería a estar en su casa, que podría volver a jugar con él. Al final me tocó verlo sin vida metido en un ataúd, me dije a mí misma que sólo estaba durmiendo, así como la Bella Durmiente. Pero cuando ví ese ataúd siendo tapado con tierra, todo en mí se alteró y no hice más que llorar, gritar y hacer un berrinche para que se detuvieran. Para que me dejaran estar más tiempo con mi abuelo, ese que me dejó cuando a penas tenía 6 años y sólo en 3 de ellos pude crear memorias que jamás olvidaría...
Ana