¿Dónde carajos está mi omega? [Junghope]

[Parte 12]

El sol brillaba intensamente y el viento golpeaba sus rostros mientras observaban a los niños jugar felizmente mostrándose bastante divertidos mientras que ellos dos se encontraban sentados en una de las bancas del parque, sin percatarse de que eran observados con curiosidad por muchas de las omegas mujeres que se encargaban de correr los chismes en el sitio.

—Y, ¿a qué te dedicas? — preguntó Jungkook reprendiéndose mentalmente por una pregunta tan estúpida.

—Bueno, como sabes llegue hace poco, así que aún no me he instalado en mi sitio de trabajo, pero es muy probable que lo haga la próxima semana — respondió el omega con una bonita sonrisa que fue la causante de que su corazón saltará con emoción. — ¿Y tú? — preguntó curioso.

—Ahh, bueno yo...

No mientas, no mientas, si algo hemos aprendido de los dramas que Yoongi ama ver es que las mentiras siempre traen problemas graves.

—No tengo un empleo fijo — respondió. — Ayudo en todo lo que la manada necesite desempeñando diferentes funciones — comentó y notó la sonrisa del omega. — También soy hijo de los lideres y por ende el futuro líder de esta manada  — informó con los ojos cerrados esperando alguna reacción negativa o demasiado interesada del omega, cosa que no sucedió, el lugar de eso Hoseok se mostraba bastante tranquilo.

—Vaya, eso es lindo, muchos de los futuros lideres no ayudan a la manada por gusto, normalmente son obligados a hacerlo. — comentó recordando como su abuelo debía correr hasta la habitación de su hermano y vaciar sobre él un bote con agua helada para que este se dignará a levantarse para ir a cumplir sus labores como futuro líder.

— Lo sé, creo que es porque muchos de esos chicos en realidad no quieren ser líderes — aseguró.

—¿Tú quieres serlo? — preguntó curioso y el pelinegro pareció pensárselo.

—Si, pero no lo deseo tanto como poder formar una familia — aseguró y sus mejillas se tornaron rojizas al darse cuenta de la información que había proporcionando.

—Eso suena bastante bien — respondió el pelirrojo mostrándose tranquilo. — Por lo poco que he visto puedo jurar que serás un gran padre.

Si, para nuestros cachorros.

—Sabes, tienes un aroma delicioso — informó el pelinegro con la intención de hacer saber al pelirrojo que él era capaz de detectar tres aromas en él y por ello era digno de llamarse su pareja destinada.

—¿Lo crees? — las mejillas del omega se tornaron rojizas ante el comentario y Jungkook asintió.

—Si, el aroma a manzana con caramelo y cereza es muy muy delicioso y tan dulce que me recuerda a los inviernos de mi infancia — comentó el pelinegro con una sonrisa brillante y Hoseok sintió que se iba de espaldas.

¡El chico frente a él había podido distinguir tres aromas en él!, eso quería decir que ellos eran pareja destinada. Pero su abuelo le había jurado que eso no existía y que no eran más que mitos que la gente inventaba para perder el tiempo, bueno, ahora le quedaba claro que su abuelo mentía en casi todo, así que por curiosidad intentó percibir los aromas del pelinegro.

Café, chocolate y canela... ¡Me gusta!

Su lobo saltó en su interior bastante emocionado porque el pelinegro no mentía, efectivamente habían tres aromas.

—Tu aroma también es delicioso... O más bien tus tres aromas — respondió y el corazón de Jungkook dio un vuelco.

—Entonces ya te has dado cuenta — aseguró y el omega asintió. — Somos...

—Pareja destinada — continuó el pelirrojo sintiendo una sensación agradable en su pecho.

Ninguno dijo nada, ambos se mantuvieron mirándose con grandes sonrisas llenas de nerviosismo.

—Tio Kookie — escucharon un grito y voltearon hacía donde los niños, notando que Yong Ki abrazaba fuertemente a Yang Sok mientras le gruñía a su hermano mayor, quien tenía una ceja arqueada.

—¿Qué hacen niños? — preguntó Jungkook mirando finamente a los pequeños y pudo notar que los ojos del pequeño peligris habían cambiado su precioso color por un intenso lila.

—Mi omega, mía — gruñó el pequeño restregando su mejilla con la de la pequeña del pelirrojo, quien se mostró sorprendido ante aquello.

Jungkook quiso acercarse, pero cada que lo intentaba el niño le gruñía, así que Hoseok ya un poco cansado de la situación se acercó, siendo un omega no representaba una amenaza para ninguno de los niños así que no hubo reacción negativa por parte del peligris.

—Yong Ki, ¿puedes soltar a mi cachorra? — preguntó con dulzura y el pequeño negó. — Si no lo haces lloraré — advirtió empezando a soltar leves feromonas de tristeza y el peligris al ser un alfa menor era totalmente vulnerable a ellas por lo que soltó a la niña con la única intensión de que el omega dejará de soltar tales feromonas. — Gracias — respondió el pelirrojo depositando un beso en la mejilla del peligris y tomando a su hija entre sus brazos, creando así una atmósfera incómoda.

— Y, ¿quién tiene hambre? — preguntó Jungkook mirando fijamente a los pequeños, quienes alzaron sus manitas al aire.

[...]

Faltaba poco para el anochecer, Jungkook acompañado de Hoseok dejaron a los pequeños Kim en su hogar y de inmediato partieron en dirección del hogar del pelirrojo, quien al estar en la puerta de su edificio sosteniendo a su cachorra que dormía entre sus brazos le dedicó una sonrisa al pelinegro, quien sintió a su lobo emocionado por ello.

—Muchas gracias por el día de hoy — dijo el omega con tranquilidad a lo que Jungkook asintió y lo observó dar media vuelta.

¿Qué esperas?, es ahora o nunca.

—¡Espera! — tomó con delicadeza el brazo del omega, quien lo observó curioso. — Yo ehh, no quiero sonar como un abusivo o una persona precipitada, pero el día de hoy fue excelente y después de lo que descubrimos me gustaría saber si — Tomó una respiración profunda — ¿Me permitirias cortejarte ?

—Si, me encantaría.

—Se que es precipitado pero somos pareja destinada y ... ¿qué?

—Si me encantaría que me cortejes — repitió el omega con un tono lleno de dulzura y depositó un beso en la mejilla de Jungkook con una enorme sonrisa a lo que el alfa soltó un ronroneo y observó al omega perderse en la entrada de su edificio sonriendo enormemente al sentir a su lobo emocionado mientras soltaba chillidos en su interior. 

♪No creí que esto fuera a pasar, ya estaba decidido que solo me iba a quedar hasta que el destino se apiado.♪