¿Dónde carajos está mi omega? [Junghope]

[Parte 13]

Seokjin se encontraba en la sala de su casa dormitando en el sofá sosteniendo a su hijo menor en brazos en espera de la llegada de Hoseok. Había pasado toda la tarde esperando verlo aparecer, cosa que no sucedió, el reloj colgado en la pared marcó las dos, las tres, las cuatro, y el omega no volvía.

No sabía si sentirse preocupado o enfadado porque ya había anochecido y el pelirrojo seguía en las calles muy seguramente solo con su hija, pero en cuanto volviera, el alfa rubio planeaba darle la regañada de su vida, no podía ponerse en riesgo de esa manera ni tampoco a su única hija.

La puerta del departamento se abrió con lentitud dejando ver la bonita cabellera roja del omega y el rubio se levantó con rapidez, provocando que el pequeño cuerpo entre sus brazos se moviera haciendo soniditos molestos y el alfa acomodó mejor a su cachorro entre sus brazos para caminar hasta estar frente a la puerta del sitio, encontrándose con la sonrisa tranquila del omega, quien sostenía entre sus brazos a Yang Sok, quien dormía profundamente.

—¿Por qué llegaste tan tarde? — su voz salió con un tono más agresivo del que deseaba, sin embargo, no mostró arrepentimiento por ello.

—Lo siento, me distraje y perdí la noción del tiempo — se sinceró el pelirrojo y se adentró al departamento caminado hasta su habitación dejando a su cachorra sobre la cama para después salir de la misma y observar al rubio, quien mantenía una expresión seria. — ¿Ya cenaste?, si quieres puedo prepararte algo — ofreció observándolo y Seokjin negó.

—Cene hace un rato con Juhoon, ¿tú comiste algo? — preguntó curioso y el pelirrojo asintió.

—Yang Sok y yo cenamos con Jungkook —informó tranquilamente y se acercó al rubio para tomar en brazos al pequeño Bong Ki, que soltó un ronroneo ante el aroma del pelirrojo. — Al parecer, mi hija esta aceptando a ese niño como su pareja — comentó sentándose en el sofá.

—¿Tú estás de acuerdo con eso? — cuestionó el rubio y el omega soltó un suspiro pesado.

—Siendo sincero la idea no es mi favorita, pero si son pareja destinada, ¿quién soy yo para impedirlo?, aún son muy pequeños para entender que es una pareja destinada, así que no debemos preocuparnos por ahora.

—Entiendo — comentó Seokjin con simpleza tomando asiento junto a Hoseok, observando que su hijo se mantenía observando al pelirrojo con adoración, desinteresado de lo que sucedía a su alrededor. — Entonces, ¿a partir de ahora Yang Sok pasará mucho más tiempo con él? — preguntó.

—Así es, estuve hablando con Jungkook y ambos acordamos que los niños podían verse todos los días, al menos hasta que yo me integre a mi empelo. — comentó. — Así que, estaremos fuera de casa hasta tarde y...

—¡No tío Hobi! — el omega abrió los ojos confundido al observar a Juhoon, quien apareció frente a él con su pijama puesta y una expresión enfadada en su bonito rostro. — No lleves a Yang Sok con ese niño, desde que ese apareció ella ya no me presta atención, ¡lo odio! — exclamó para después marcharse dejando sorprendidos a ambos adultos, quienes se miraron fijamente ante en portazo que se escuchó por todo el departamento.

—¡Juhoon! — exclamó Seokjin poniéndose de pie y corrió en dirección a donde el pequeño se había marchado, todo con la intención de entender el porque de su reacción tan agresiva a la información que el omega había proporcionado.

[...]

Seokjin pasó alrededor de una hora intentando que su hijo entendiera que la hija de Hoseok tenía que pasar tiempo con el niño que la había mordido, intentando explicarle que ambos eran pareja destinada y por tanto tenían que permanecer cerca para que sus lobos pudieran aceptarse más adelante, recibiendo como respuesta solo pequeños gruñidos y negaciones al respecto.