Capítulo 27

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Error? Tal vez, pero no podría decir exactamente por qué. Me vestí con cuidado, sofisticada o ejecutiva, pero eso no ayudaba a mantener los ojos apartados cuando entré en la Corporativa Carvajal. Val estaba a mi lado, pero distante. Lo entendía claramente.

- Señorita Carvajal, Clarice dejó un mensaje, y Benji está como loco ...

- Envía todos los mensajes por correo electrónico ... - Valentina la cortó con una sonrisa - Nada que pueda resolver más tarde.

La niña asintió ligeramente agitada. Valentina se distanció de mí y me hizo acompañarla a los ascensores. Quería guardar silencio, ignorando a todo el vestíbulo con los ojos inmóviles en nuestra dirección. Era peor que en la fiesta.

- No les hagas caso, cada compañía tiene su línea de chismes. - dijo divertida - Solo lamento que ésta vez seas tú.

La miré a través del espejo que cubría todo el espacio. Una fatídica y divertida sonrisa jugó en sus labios.

- Me alegra. - Me encogí de hombros despreocupadamente - Me encanta ser el centro de atención. - Dije irónicamente haciéndola reír.

Me relajé ante la risa que resonaba en el espacio y logré sonreír.

- ¿Te sientes más segura? Preguntó.

Miré el panel de 27 pisos que indicaba nuestra escalada hasta el final. Confianza siempre había sido una palabra que no había formado parte de mi vocabulario y sentí que venía lentamente. Me encogí de hombros, dejando que ese gesto se volviera automático.

- Yo creo que sí. - Me detuve mirándome en el espejo.

Ya sea después del espectáculo de cómo sería mi vida a partir de entonces, un pensamiento se apoderó y logró fortalecerse. Pude ver en el fondo de mis ojos un rastro de esa confianza de que todo podría ser mejor.

- Gracias Val. - La miré. - Gracias por esto.

Ella vino a mis espaldas, envolviendo mi cuerpo para mirarnos en el reflejo.

- Siempre contarás conmigo. Siempre.

Quería cerrar los ojos y vivir ese momento, pero sabía dónde estábamos y para qué. Solo sonreí y estreché su mano agradeciéndole más. Los ascensores se abrieron y Val no hizo ningún movimiento para soltarme, simplemente se paró a mi lado para entrar en la gran sala. Parecía ocupar todo el piso, una silla alta y cómoda estaba en el centro de la delgada mesa de madera, la ropa de los muebles era casi la misma que en su departamento.

- Esta es mi oficina ... - dijo, confirmando lo que ya había asumido - Eva generalmente se queda conmigo, pero pasa más tiempo afuera que aquí ...

Dio la vuelta a la mesa, se sentó en su silla mientras yo paseaba por el lugar. Observaba los objetos, el modelo representaba los puntos a los que llegó Carvajal, sorprendiéndome de lo grande que era. La librería me llamó la atención, una colección envidiable para cualquier amante de la lectura. Me pegué al lado donde estaban expuestas las imágenes. Sonreí mientras descifraba a Val, Eva y Benji en la mayoría de ellos.

- Benji debe ser un gran amigo.

- Soy dulce! - Me di la vuelta - Pero no me estoy jactando de eso.

Con una risa feliz, me encontré con él sentado frente a Val como si fuera un fantasma cuando apareció. Me di cuenta de que los dos parecían estar mirándome. Me acerqué, Benji se levantó y nos saludamos como viejos amigos.

- Es tan bueno conocerte hermosa Juliana ... - Él sonrió haciéndome girar - ¡Eres tan hermosa!

- ¡Para! - Tomé sus manos haciéndolo parar.

Mi vida sin tí | Juliantina I Terminada I EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora