Mi vida sin tí | Juliantina I Terminada I Editando

Capítulo 37

Sorry pero viene drama de nuevo, no me maten! 🥺

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JULIANA POV

El cielo estaba negro. Traté de forzar mis ojos y visualizar algo frente a mí, intenté mover mis manos y quitar ese velo oscuro, pero no podía moverme. Pies, rodillas, torso, cabeza, nada parecía obedecer mis órdenes. Desisti y cuando tomé esa decisión, fuertes impulsos se formaron en mi pecho, haciendo que las luces parpadearan a mi alrededor. Traté de moverme de nuevo, pero fue tan inútil como la primera vez. Noté que los haces de luz comenzaron a formar parte de una imagen con más constancia. Logré levantarme y me encontré en medio de los árboles, un bosque. Mi cabeza trató de recordar lo que estaba pasando, pero mi cuerpo quería deambular por esa grava de árboles vibrantes y flores florecientes. Una bruma de fragancias reflejadas hicieron que todo brillara. Me levanté. Me sentía ligera, pura, como si fuera la persona más liviana del mundo.

- Juliana! Juls!

Me di vuelta rápidamente, sintiendo que esa suave voz me llamaba. Por alguna razón, quería seguir esa voz. Era. Ella fue quien me llamó.

- Valentina! - La llame.

Mi voz hizo eco por el bosque. Mis pies sentían el suave suelo acariciar mis dedos de los pies. Miré hacia abajo y la niebla los cubría.

- Valentina!

Ya no escuché su voz. Entré en pánico, miré a todos lados. Comencé a correr tratando de encontrar su imagen protectora esperándome, pero todo seguía igual: cálido, brillante, hermoso y siempre la misma niebla. Pensé por un momento, tratando de explicarme lo que estaba pasando. Fue entonces cuando me di cuenta de todo. Me quedé sin reacción al descubrimiento. El cuarto, la droga, el tiro, la inyección, el dolor. En consecuencia, puse mis manos sobre mi estómago. No sentía nada, ni dolor ni vida. Las lágrimas eran capaces de caer por mis ojos. ¿Sería un sueño? Temí que no, sabía la respuesta, pero no quería admitirla. Además, la calma de ese lugar me traía alivio. No tenía sed, no tenía hambre ni sueño. No sentía la necesidad de drogarme y parecía que nunca lo había hecho. Solo había paz, un lugar solo mío. Podría apagar el sol, bajar la luna, Ya no lo necesitaba allí. No quería estrellas, no quería más dolor ...

- Solo tú puedes sanar mi corazón bebé ...

Di un giro con mi cuerpo detrás de esa voz. Ella de nuevo.

- Valentina! - La llamé.

No sirvio. Mi voz hizo eco nuevamente. Empecé a caminar rápido.

- No puedo perderte ... ¡ Vuelve a mí!

- ¡Estoy aqui! - Susurré - ¡Aquí!

Empecé a correr. Mis pies parecían volar sobre la niebla. Traté de buscar a Valentina a través de ella, para encontrar una salida de ese lugar. Estaba empezando a asustarme. Todos los lados parecían iguales, todos los caminos parecían conducir al mismo lugar. La luz intensa vino de un lado, pero tenía miedo de acercarme. Para mí, allí, sería el final de la línea. Al final del sufrimiento y la angustia, todos los problemas se resolverían, pero ¿cómo puedo olvidar esa voz que me atrae? Puede que el amor no regrese, la luz podría apagarse, pero no tiene sentido imaginar cómo sería un mundo sin ella, sin su amor, que se había convertido en una droga a la que era adicta más que a la química o cualquier otra cosa. Lamento no haberme dado cuenta de eso antes, después de todo, no quería estar sola allí. Necesitaba la comodidad de sus brazos.

- El tiempo nunca borrará lo que vivimos ... - Escuché la dulce voz penetrar en mi mente - Te amo ...

- Valentina! Valentina yo también te amo! - Me puse las manos en la cabeza - ¡Escúchame!