Capitulo 11

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Si pudiera describir lo que sentí a través de esa mirada, moriría de tanta ternura. Levantaría mis pies del suelo y volaría con el brillo de tus ojos. Esos ojos que calman las tormentas y me muestran la única verdad. No puedo tener suficiente de sus ojos, y ni siquiera en la forma voluptuosa en que me mira en este momento, la intensidad había aumentado hasta tal punto que se volvió inexplicable. ¿Cuánto más me atraería? Parece algo sin límites que crece cada segundo y que no sé a medida que pasa este tiempo. No puedo negarlo, quiero a Valentina más que nada en este momento. Mi cuerpo, mi mente lo pidió, los latidos agitados de mi corazón traicionaron algo que no sabía.

- ¡Di que tú también me quieres! - pregunté trazando su rostro con sus dedos insultando su silencio.

Sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura en una invitación a pegarme a su cuerpo. Automáticamente me aferré a ella en un abrazo íntimo y desconcertante.

- Juls ... - acarició mi espalda hasta que hundió sus manos en mi cabello - ¡No sabes cuánto!

La suave voz cargada de poder. Los ojos que muestran un deseo incontrolado y el toque de seguridad en sus manos. El aliento escapó haciéndome suspirar, apoyé mi frente en la de ella y cerré los ojos tocando su rostro, solo sintiendo la llama que crecía constantemente en mi cuerpo.

- ¡Siento tantas cosas que se salen de control cuando estoy contigo! - Confesé volver a mirarla - ¡Nunca antes me había sentido así!

- ¡Lo importante es que lo sientas! - respondió calmadamente alisando mi espalda.

- Quiero sentirlo ... mucho.

- ¡Yo también, Juls! - Susurró mirándome tiernamente - ¿Te das cuenta de lo feliz que estoy de escuchar eso?

Sacudí mi cabeza. ¿Cómo podía aceptar perder a esa mujer? ¿Cómo podría alejarme del único rayo de luz que existía en mi vida, que me había dado el único refugio que más deseaba?

- Tengo miedo de eso ... ¡Tengo miedo de que te vayas!

- No, no ... - Negó con calma.

- ¡No quiero perderte!

Val dejó que una dulce sonrisa apareciera en sus labios. Sin apartar sus ojos de los míos, me apretó y comenzó a caminar hacia la casa haciendo que mi cuerpo se moviera con el suyo sin desengancharlo.

- ¿Cómo crees que podría dejarte? - acarició mi cabello - Necesito tu sonrisa para sentirme tranquila. ¡No te dejaría alejarte de mí!

Acaricié su agonizante rostro. Fue tan reconfortante sentir que estaba entregada tanto como yo. Podría llorar con cada palabra que decía. El simple hecho de poder sentirla, estar con ella ... ¿cómo puedo explicar, qué más puedo querer? ¡Oh, cómo quería ser otra persona y vivirlo para siempre!

- Prométeme que por mucho que te lastime recordarás estos momentos. Solo estos, los buenos ...

- ¡Todos son buenos contigo! ¡Recordaré a todos, los viejos y los que vendrán!

- ¿Y si no lo haces?

- ¡Haré que existan! - deslizó su nariz sobre la mía.

Todo, exactamente todo se perdió cuando ella habló así. Si las cosas sucedieron fue porque ella hizo que sucediera, todo lo que sentía que ella proporcionó. ¿Cómo podría pensar en algo si no es Valentina? ¿En qué se había convertido para mí o la explosión de sensaciones que mi cuerpo respondió al tuyo?

El sol había desaparecido por completo y la noche estrellada nos cubría ahora. Incluso el espacio a nuestro alrededor parecía colaborar para el momento perfecto. Éramos ella y yo solas en la inmensidad del deseo sin pensar en otra cosa. No podía apartar mis ojos de ella, ni ella de mi. ¿Cómo podría ser así y no moverme? Dime, ¿cómo podría mejorar?

Mi vida sin tí | Juliantina I Terminada I EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora