Capítulo 21

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Dormir rodeada de paz y seguridad, despertarse en un tormento de sensibilidad.

Siempre, en cualquier momento, un huracán parecía pasar a través de mí y cambiar la situación. Nunca en mi vida había visto una explosión de sentimientos como los que Valentina había compartido conmigo esa noche. Hicimos el amor hasta que nuestros cuerpos llegaron al límite, escuché palabras de sus labios que me quedaban demasiado grandes. Me sentía tan protegida en sus brazos. Hizo que una luz renaciera en mi mente. Abrió caminos que no entendía. Pero era absurdo. Totalmente absurdo. Amor ¿Era amor? ¿Cómo lidiar con eso? ¿Cómo podría olvidar lo dulce que sonaba y lo bien que se sentía al escucharlo?

Contradicción. Tuve sueños, tuve temblores. Recordé cómo era mi vida sin ella y que en cualquier momento volvería. Me estremecí ante la idea, sintiendo mi cuerpo en competencia. Me había despertado esa mañana sintiéndome plena, sabiendo que Valentina estaba a mi lado. Los acogedores brazos me rodeaban la cintura y su pecho calentaba mi espalda desnuda. Estaba despierta, estaba segura de eso por la tenue manera en que acariciaba mi piel. Me entregue a la caricia superpuesta que aliviaría los pensamientos que decidieron invadir mi mente. Eso me puso nerviosa al borde de mi adicción y me hizo retirar todo mi cuerpo.

- estas bien? Ella me susurró al oído.

Sacudí mi cabeza, apretando sus brazos a mi alrededor como si fuera la cuerda que me protegía de caer. Ella sabía muy bien lo que estaba pasando, le agradecí por conocerme y compartir ese momento en silencio. Solo necesitaba calmarme, sentir que no estaba sola y todo estaría bien. Solo necesitaba a Valentina, ninguna droga tuvo un efecto mayor que ella, pero mi cuerpo no lo aceptaba, parecía pensar de manera diferente, me sentía débil, exhausta con cada poro sudando apresuradamente. Apenas tuvo la fuerza para abrir los ojos manteniéndolos apretados.

- ¡Pasará! Susurró suavemente en mi oído.

Me concentré con todas mis fuerzas para detener ese sentimiento que comenzaba a dominar todo mi ser. Cada segundo empeoraba.

- Háblame ... - Suspiré casi inaudible, impresionada por el tono cansado que había adquirido mi voz.

Valentina me envolvió con fuerza para que todo su cuerpo entrara en contacto con el mío. Con cariño me quitó el pelo que me caía en el cuello y alojó su cabeza allí un poco. El olor proveniente de tu cabello, de su piel tan suave me invadió con más fuerza. Ella se hizo presente.

- Cuando era más joven ... - me dijo con calma - ¡Tenía un gato! - Se detuvo entre una sonrisa.

Ciertamente recordando al animal. No vi su rostro porque estábamos de "cucharita", pero por alguna razón pude descifrar su expresión. Su voz, tan dulce, relajante, entró en mis oídos y trajo paz dentro de mí. Intenté con todas mis fuerzas concentrarme en eso.

- Se llamaba Miau - se rió ligeramente, arrastrando sus dedos por mis brazos - Nunca tuve un amigo al que le pudiera contar un secreto ... Cuando era más joven, las chicas se me acercaron solo porque era una Carvajal ...

Su voz se desvaneció ante la mención de su apellido. Hubo dolor expuesto y reprimido. ¿Cómo no nos conocimos antes?

- Eso es horrible Val ... - Susurré en forma de consuelo.

Sus brazos me rodearon por completo otra vez.

- Lo era para una niña! Dijo en voz baja.

Alisé sus brazos ligeramente. Incluso sin fuerza quería consolarla, de alguna manera quería calmar esa amargura tan presente en su voz. Esperé en silencio, esperando que la confesión llegara. Tomaba tiempo, confianza. Y ella se desahogaría conmigo poco a poco.

Mi vida sin tí | Juliantina I Terminada I EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora