Mi vida sin tí | Juliantina I Terminada I Editando

Capítulo 46 - Final

Días después 

Bajé las altas y largas escaleras mirando el cielo azul y el sol brillando. El aire se sentía más limpio, mi cuerpo se sentía más ligero.

- ¿Cómo te sientes pequeña? - Mateo se detuvo a mi lado con su discreto traje negro.

Estaba elegante y de aspecto profesional, pero ahora, allí afuera, estaba tan normal como lo conocía.

- ¡Parece que una carga de mil toneladas ha caído de mi espalda! - Él sonrió.

Observé la concurrida calle de Atlanta mientras el acogedor silencio caía sobre nosotros. La gente ignoraba mi felicidad. Por dentro, mi corazón sonreía.

¡Val cumplió su promesa después de todo! - comentó Mateo

Lo miré a los ojos. Tan distraído como estaba mirando hacia adelante y una sonrisa se abrió en sus labios.

- ¿Que promesa?

- ¡Que cuidaría de ti! - el me miró y nos miramos - le dije que nunca lo conseguiría ...

Tal vez si hubiera sido otra persona, la promesa se hubiera perdido, pero era Valentina, Valentina Carvajal, persistente y llena de determinación y honra, y llena de amor en su corazón.

- ¡Y si lo consiguió! - Dije con una sonrisa queriendo asomarse.

Él asintió, sonriendo más.

- ¡Cumplí mi promesa también! Dijo en un tono orgulloso de voz.

- ¿Cual de ellas? - Bromeé.

- ¡Todas! - dijo emocionado

- ¡Dime algo que no sepa! - Le palmeé el brazo.

Se rio.

- Me prometí cuidar a mi hermana pequeña y hacer todo lo posible para verla feliz ... - Dije tiernamente, sonreí mostrándole que tenía razón - Y luego ... - Hizo una pausa traviesa - Bueno, después de eso ¡Encontraría a una mujer morena con ojos claros que me robaría el corazón y le pediría que se casara conmigo el 1 de noviembre! - Él sonrió, mirando hacia la calle.

Seguía mirando a la gente, sus manos cayeron en su bolsillo y descansaron allí.

- Mateo, ¡hoy es 30 de octubre! - Miré su reacción.

- Exactamente! - Él sonrió.

De su bolsillo, sacó una caja de terciopelo rojo. Mi expresión se sorprendió de inmediato. Salté sobre él y lo abracé fuertemente, sus brazos me apretaron riendo a cambio.

- ¡Estoy tan feliz por ti! - dije cuando pude volver a mirarlo.

- ¡Soy feliz de que Eva tenga un verdadero príncipe! - Me burlé.

Le di una palmada en el hombro riendo. Besó mi frente por un largo tiempo. Las cosas se habían calmado después de todo.

- Me voy ... - Me abrazó cariñosamente - ¡Tengo que preparar una noche perfecta! - Guiñó un ojo antes de alejarse.

- ¡Buena suerte! - sonreí.

Una vez que lo vi alejarse, esa sensación de satisfacción volvió a mí. Era tan agradable sentirse así, como si nada en el mundo pudiera alcanzarme.

- No te preocupes Carvajal ... - Escuché la voz de Montilla detrás de mí - ¡Proteger a las personas es mi deber!

Giré mi cuerpo para enfrentar a Valentina y Raúl parados a cierta distancia. Los miré mientras hablaban, mientras reían de cualquier tontería. Se estrecharon las manos en un gesto mutuo de agradecimiento. Montilla se alejó hacia el lado opuesto y Val se quedó mirándolo. Ella no me había visto, pero yo la veía por completo. De pie, mirando al otro caminar, luciendo serio y confiado. Parecieron minutos observándola hasta que se dio cuenta de que la estaba observando, volteó y una sonrisa se dibujó en sus labios. Ella se acercó, apretó mi cuerpo contra el de ella y me abrazó con fuerza.