Perdoname

Capítulo 19

En un gran jardín, con cientos de flores de todos colores y tipos, con un césped de hermoso color verde y dos enormes árboles que tenían en una de sus ramas dos columpios, a un lado de ellos se encontraban varios juegos más como, resbaladillas, un carrusel, entre otros, en el centro se encontraba una mesa de jardín con cuatro sillas y un pequeño techo para cubrirse de la luz. En ese lugar se encontraban Zurie y Jack persiguiendo a un pequeño cachorro de color blanco que corría de un lado a otro.

Perséfone entró al jardín y una sonrisa iluminó su rostro cuando vio a sus pequeños nietos correr hacia ella.

-¡abuela! -gritaron ambos hermanos.

-¡mis pequeños nietos! -contestó abrazando a los pequeños.

-abuela, nuestro tío Fernand nos trajo.-dijo Zurie sonriendo.

-¿enserio? Bueno eso me alegra, no había podido subir a verlos.

-es pero eso que venimos, queríamos ver como estaban tu y el abuelo. -dijo Jack.

-ooh, eso es algo inusual, casi siempre vienen con su papá.

-si, pero esta vez él no pudo venir, y nosotros... queremos hablar con ustedes-dijo Zurie.

-¿qué es lo que quieran hablar? - pregunto Abaddon llegando al jardín.

-¡abuelo! -corrieron a abrazarlo.

-je je, muy bien, díganme ¿qué es lo que querían hablar con nosotros? ¿Albert hizo algo? - preguntó Perséfone.

-no, no, padre no ha hecho nada - contestó Zurie negando con las manos.

-entonces ¿qué es? -preguntó Abaddon.

-primero hay que sentarnos ¿si? -dijo Jack.

Todos tomaron asiento y después de tomar aire los hermanos comenzaron a hablar.

-nosotros hemos pensado en que necesitamos saber protegernos y usar nuestro poder y fuerza -dijo Zurie.

-¿porque? - preguntó Perséfone.

-porque aunque sabemos que ustedes siempre nos protegerán nosotros queremos ser independientes también -contestó Jack.

-¿su papá ya lo sabe? - preguntó Abaddon.

-si, pero nos dijo que lo pensaría -dijo Zurie con decepción en su voz.

-y padre dijo que hablaría con él, pero cuando papá dice algo, es muy difícil hacerlo cambiar de opinión. -dijo Jack con su mirada triste.

Perséfone tomó la mano de Abaddon por debajo de la mesa y lo miró con astucia, ambos asintieron y dijeron.

-se que es difícil que su papá les autorice esto,pero cuenten con nosotros para lo que quieran. -dijeron ambos abuelos mirándolos con una sonrisa.

-¿enserio? ¿Ustedes están de acuerdo? -preguntó Zurie con sorpresa.

-claro, además de que es cierto, nosotros no estaremos con ustedes siempre, y creo que ya es hora de entrenarlos, después de todo Fernand y Albert comenzaron su entrenamiento a su edad -dijo Abaddon.

Ambos hermanos sonrieron a sus abuelos y dándoles un abrazo le dieron las gracias,después de todo, su plan había funcionado, ahora solo faltaba que su padre convenciera a su papá.

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Takuma llamaba por décima vez a Kaname con su teléfono y este no contestaba.