Capítulo 15: Una muerte más.

664 74 3
                                    

— ¡Arriba, arriba! Tenemos mucho por arreglar hoy.

Escucho esa horrorosa voz que me despierta. La luz del sol da directo en mi cara y es molesto. Mi cintura es rodeada por el brazo de Mason, quien también se despierta molesto.

Mason.

Recordar el momento de anoche me avergüenza un poco. No sé explicar lo que siento. Es enfermizo, estoy consciente de eso, pero no puedo evitarlo. Me gusta, y él siente algo por mí.

Sebastian fue el imbécil que nos despertó, y con eso se ganó a dos personas malhumoradas.

—Tengo mucho que contarles, así que será mejor que bajen rápido—Luego de eso, cierra la puerta.

Mason es el primero en levantarse, yo no puedo moverme. Esto es demasiado incómodo. ¿En que estaba pensando?

Él me mira, pero no dice nada. Me sonríe y luego pasa su mano por mi mejilla, no puedo evitar sonreírle también. Sin hablarme, se levanta y sale de la habitación, dejándome este baño para mí.

Tomé una ducha, luego de que Elena me prestara ropa. Unos jeans negros, y un suéter violeta. Hacía mucho frío y no me apetecía enfermarme. Luego, bajé rápidamente.

Los cuatro hermanos me miraban curiosos, ¿Será por lo de anoche? Debería decir algo, pero me parece que es bastante obvia mi opinión sobre esto.

—No me importa—Comienzo a hablar—No me importa, mientras no sean inocentes.

—Nadie lo es, Juliette—Sebastian me recuerda mucho a Mason, pero es menos reservado—No hay nadie en el mundo que esté libre de pecado. Pero sí, si matamos, son personas que han hecho algo muy mal.

Tenía razón. Aquí nadie podía darse el lujo de hablar sobre reglas. Todos, incluyéndome, hemos hecho cosas malas.

—Julie—Elena me habla—Entenderemos si todo esto para ti es...

—No. Estoy bien.

Male viene a mi cabeza automáticamente. Necesito saber quién fue el bastardo que la lastimó. No puedo dejar esto, no ahora.

—Bien—Oliver corta la tensión que se estaba formando—Habla, hermano.

Mi mirada se dirige hacia Mason, quien se encuentra sentado junto a sus hermanos en el sillón. Me mira con diversión y eso me da la confianza suficiente para ir a sentarme a su lado.

No puedo describir con exactitud lo que siento por Mason. Es un chico muy apuesto, y lo he dicho desde el primer día. Pero el hecho de que me proteja, o sienta un poco de confianza hacia él me hace sentir mejor. Antes vivía aterrada, no podía darme el lujo de ser amiga de la familia Morelli, pero ahora, tenemos mucho más que un pacto.

—Sucedió algo muy extraño—Sebastian comienza—El tipo este era el dueño del lugar donde vieron por última vez a tu amiga.

— ¿Dónde está él ahora? —Oliver me saca las palabras de la boca.

—Muerto—Las náuseas se presentan pero trato de disimular—Lo siento, Juliette. Trataré de ser menos directo.

Había olvidado que a estos chicos no se les pasa ni una.

—Como dije, fue extraño. Me confesó que la policía no pidió las grabaciones de la cámara de seguridad. Al contrario, jamás buscaron a Malena.

— ¿Qué estás diciendo? —Pregunto—La policía nos interrogó, organizamos una búsqueda...

—Eso no significa nada—Me interrumpe Mason—La policía pudo haberles hecho un par de preguntas y listo, ustedes se comían el cuento de que estaban haciendo algo—Me explica, y comprendo que tiene razón—Esto quiere decir que el asesino debe ser alguien de su familia, quienes pueden detener la búsqueda, o alguien que tenga un contacto con la policía.

MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora