El mundo
.
By Gissa Graham
..
.
Advertencia: el siguiente capítulo contiene descripción de escenas con leve contenido erótico, favor de leer a discreción o abandonar la lectura sino se está a gusto con estos temas.
.
.
Suspiros presurosos, jadeos intensos y uno que otro gruñido eran los sonidos que podían escucharse en aquel amplio jardín, el hombre que los emitía también bufaba con suma molestia, mientras levantaba el hacha y atacaba con toda su fuerza el pedazo de madera que en un segundo partió en dos. Después tomó otro pequeño tronco para repetir la operación y así consecutivamente, descargando su mal humor en cada hachazo dado. Terrence se sentía sumamente confuso, comprendía y no comprendía el proceder de Candy, por momentos incluso estaba completamente de acuerdo con ella, pero la mayoría del tiempo todo aquello sólo se traducía en sus emociones bullendo y su necesidad de sacar toda su energía de alguna manera, pues ni siquiera montar a Theodora le había servido en algo, aunque era una realidad probada que siempre que se trataba de la pecosa Theodora le era poco útil para ese propósito.—Tres semana, tres estúpidas y malditas semanas –Terry decía mientras descargaba los últimos restos de su frustración–. Sólo tres semana te quedaste, pero esta vez, pecosa del demonio, te costará mucho trabajo regresar, ni creas que te lo pondré fácil. Aunque me hayas explicado todos tus motivos –diciendo eso se enderezó por completo secando el sudor de su frente con uno de sus antebrazos descubiertos–. Aunque en algunos detalles tengas razón –admitió ya con más calma.
Nuevamente alzó ambos brazos, con todo y hacha incluida, para con mucha fuerza clavar el instrumento cortante sobre la base donde trabajaba. La gran cantidad de leños esparcidos en su rededor, así como el creciente dolor en sus brazos le hizo confirmar que eso era suficiente para desestresarse, por ese día.
—Terrence, ¿pero que estás haciendo? –Eleanor salió para comprobar lo que su retoño hacia.– Ya rompiste esa camisa y el chaleco quedo inservible –esto último lo dijo al tiempo que lo levantaba de entre la tierra.
—¿Qué que hago? Me encontré ese par de troncos y los vi muy grandes –fue su sarcástica contestación.
La guapa rubia lo miró fijamente mientras arrugaba el chaleco que ella creyó no valía la pena intentar lavar.
—Ni se te ocurra decir te lo dije –el joven hombre se apresuró a decir poniendo sus brazos en jarras y mirando fijamente a su madre–. Ni mucho menos venir con un regaño, Candy no huyo, sólo me pidió tiempo, para que ambos reflexionemos, eso es todo.
—Tres semanas estuvieron como noviecitos adolescentes escondiéndose de sus padres, buscando cada rincón disponible –sin embargo la mujer tenía que decir algo sobre su ya conocida desaprobación hacia la rubia menor–. Pero así como llegó se volvió a ir.
—¡Eleanor! –Terrence habló con voz fuerte y firme.
—¡Niégalo! Y disculpa que sea tan directa, pero esa chica me desespera, venir muy temprano sólo para anunciar que se retiraba, que regresaría a América.
—Tiene que arreglar unos asuntos –el actor la defendió.
—Sigues justificándola a pesar de estar tan molesto, no, tan enojado, que viniste a desquitarte con la pobre madera.
—Eleanor ya te lo he dicho muchas veces, es "mi vida" y yo la manejo como se me de la gana –casi gritando mencionó aquello–. Y Candy no me dejó, entiende, fue acuerdo mutuo, además más le vale no hacerlo. Porque si en un mes no está de regreso como dijo, que se olvide de todo lo que tenga que ver con el apellido Grandchester –eso último lo dijo mas como auto comentario de forma baja, pero su madre lo escuchó.
ESTÁS LEYENDO
El mundo
FanfictionContinuación del manga-anime. Porque el mundo no se detiene y hay que seguir viviendo aceptando las consecuencias de las decisiones tomadas. Podemos enamorarnos, pero sólo hay un amor único y verdadero.